lunes, 18 de agosto de 2014

ARTÍCULO: CONTAMINACIÓN.


 Hay que descubrirse ante quien se considera el ombligo de la Nación: la capital Lima. Y es que lo que aquí en provincias es blanco, limpio y transparente, allí es negro, oscuro y opaco. Cosa bastante lógica que así sea dada la gran contaminación medioambiental allí reinante. La gente va por la calle e ignora a los demás, el saludo es desconocido y parecen no habitar la misma ciudad. No hay que extrañarse pues la neblina es tan densa que impide la visión. Pero esto ocurre a todos los niveles de la gran urbe: en el transporte público, en las universidades, en el Ministerio Público, en los mercados, y hasta en las mismas familias. Así, en el transporte coges un autobús con la intención de ir al norte y apareces en Villa el Salvador, en el sur;  en la Universidad, crees haber seleccionado la ideal y te encuentras con la ideal de los despropósitos donde el Sr. Rector la ha confundido con su chacra particular; en la Fiscalía, la visibilidad es tan reducida que algunos han debido perder el sentido de la orientación y brújula en mano andan buscando el norte; en el mercado compras un kg de naranjas y  dos pollos vivos y cuando llegas a casa lo haces con 800 gr de mandarinas y los ki kirikis hacen cua cua; y en fin, ya no digamos lo que ocurre en las familias, donde padre y madre van al music hall, disfrutan de la sesión y bastante entrada la noche, ya en casita, aparece la pequeña de las hijas y les dice: “ya os he visto esta noche, ¿qué os ha parecido mi actuación?” Pues ni se habían enterado del ir y venir de la niña. Y es que como digo, la contaminación en forma de polución es tan densa y persistente que todo lo difumina y desfigura. Allí es posible confundir un guardia de tráfico con un cartero; a un camarero  con un camillero; a una matrona con la parturienta y finalmente a un golfo sinvergüenza con un altruista mecenas. Y esto último ocurre muy a menudo. Allí todo es posible.
Ahora resulta que en el Callao, han llevado muy “callao” que su Presidente, pues de una región de nuestra geografía se trata, es un presunto delincuente por los delitos de peculado, colusión agravada y no sé qué cosa más, al hallarse investigado por la Fiscalía Anticorrupción.
También resulta que lo dicho a Benedicto Jiménez, por toda una Caballero de que podía irse tranquilamente a su casa ha sido revocado por el Poder Judicial y cambiado por 18 meses a la sombra, al igual que su patrón Orellana que de 15 meses pasa automáticamente a 18, pues no podía ser menos que su subalterno. Y es muy posible que con tanta contaminación y neblina, al igual que a su jefe, no se les encuentre por ninguna parte y se conviertan en invisibles. ¡Qué cosas pasan en Lima! Como está ocurriendo con el ex alcalde limeño Castañeda, más conocido por el “mudo” que también está “desaparecido” pues no asistió a la protocolaria firma del Pacto Ético Electoral de los aspirantes a la alcaldía, ni a la sesión partidaria  convocada por él mismo el día anterior, para al siguiente aparecer públicamente como si nada fuera con él.
Pero lo que ha llamado poderosamente la atención, no solo a nivel local y nacional sino incluso internacional, es ver a los miembros de la PNP haciendo de bomberos, desperdiciando el agua con cañones, con lo cara que se cotiza, para lejos de apagar el fuego, avivarlo por las protestas de unos galenos inmaculados con sus blancas batas que lo único que hacían es ejercer su derecho constitucional de manifestación. Lo que no ha quedado muy claro es si los aspirantes a bomberos pretendían apagar algún fuego inexistente o más bien por la falta de visibilidad reinante confundieron el centro de la ciudad con su huerto particular y a los humildes galenos con blancas coliflores. Todo puede ser. En Lima todo es posible.
Desde que el proceso del caso Centralita a Lima llegó todo cambió. Y es que Lima, todo absolutamente todo lo lima. Hasta lima asperezas, aristas, enfrentamientos e incluso pronunciamientos. Y si no lo creen abran los ojos y vean. Los narcotraficantes habían recibido los narco indultos y ahora hasta los senderistas también sus nuevos senderos. Puestos a que así sea, habrá que convenir que  también actúe sobre la Fiscalía y lime su aparente obtuso y tardo parecer y lo convierta en agudo y diligente proceder, al igual que la Judicatura cuyo actuar procesal es todo un espectáculo que nos tiene sobrecogidos y expectantes ante las sentencias últimamente otorgadas y las que vendrán.
Si no fuera porque el tema es muy, pero que muy serio, cualquiera diría que al haber tanto detenido y hallarse los penales a rebosar, ya no caben más y por ello se ha dado la orden de revocar las prisiones preventivas preliminares dictadas anteriormente. Lo que aquí en Chimbote, vuelvo a repetir, han sido sentencias limpias y transparentes, allí en Lima se están convirtiendo en oscuras y opacas. Y esperen ustedes que esto no ha hecho más que empezar. ¿Acaso será por la contaminación reinante?
Parece como si el nuevo Código Procesal Penal se hubiera atragantado no solo en el Ministerio Público sino también en la Judicatura. Estaremos todos de acuerdo en que en un sistema democrático de derecho los procesos deben ser garantistas de los derechos de todo ciudadano y al mismo tiempo garantista también del imperio de la Ley, que no es otra cosa que la protección del bien común, sobre todo ante el crimen organizado, cosa que algunos jueces parecen olvidar. Hablemos claro. En mi opinión, en una sentencia judicial preliminar no debería ponerse en la calle a un presunto delincuente, con elevadas posibilidades de eludir la acción de la justicia con su fuga, que además es  señalado como perteneciente a una trama delictiva de crimen organizado, con numerosos indicios probatorios testificales acumulados contra él, porque el Sr Fiscal no aporte en ese momento pruebas contundentes. Y sobre todo si ese presunto se halla ya prófugo de la Justicia, como ahora es el caso. Esas pruebas contundentes deberán ser aportadas más adelante durante el desarrollo del posterior proceso. Recordemos que estamos hablando del crimen organizado y de la asociación ilícita para delinquir, delitos de cuello blanco  con largas investigaciones y altamente penados, en los que los pentiti o colaboradores eficaces juegan un papel preliminar importantísimo y a los que hay que “mimar” decididamente. Este al menos es el sentir bastante generalizado en sociedades civiles desarrolladas.
Cierto es que los fiscales debieran esmerarse mucho más en su labor probatoria, pero no menos cierto es que la Judicatura tiene en muchos casos que bajar de las nubes, poner los pies en el suelo, y no parecer émulos de las Hermanitas de la Caridad o caballeros andantes a modo de Quijotes.
Por otra parte cabe señalar que decir entre otras muchas cosas que “mandar a todos a la cárcel, no está bien”, es verdad, pero cuando menos en este caso resulta oportunista y desacertado sobre todo tras los fallos, nunca mejor dicho,  dictados en Lima a unos ciudadanos encartados y condenados preventivamente que han demostrado ser renuentes a presentarse ante la Justicia y que además son prófugos de ella. En ciertos casos y según el puesto de responsabilidad que se ocupa está uno mucho más guapo y fotogénico con la boquita cerrada y así se evitan las interpretaciones indebidas.  

Moraleja: El mundo es un lugar peligroso, no sólo por aquellos que hacen el mal sino también por aquellos que no hacen nada por evitarlo. (Albert Einstein)
Así sea.

EL VIGÍA.            

No hay comentarios:

Publicar un comentario