sábado, 11 de noviembre de 2017

ARTÍCULO: PERUANOS EN CATALUNYA


Según datos oficiales son casi 28,000 el total de peruanos afincados en Catalunya. Esos peruanos viven, trabajan o estudian de forma permanente en los poco más de 32,000 Km2 de superficie que dispone esa comunidad autónoma, que vienen a ser similares a la superficie de Ancash con 35.000 Km2. La diferencia en número de habitantes entre una y otra comunidad es muy grande, pues mientras allí viven, algo apretujados, más de 7,5 millones de catalanes, aquí estamos bastante más anchos los aproximadamente 1,2 millones de peruanos que residimos. En esos millones de catalanes están incluidos todos los peruanos residentes, pues así se considera allí a cuantos viven o laboran en Catalunya. Y esta diferencia poblacional viene dada principalmente por la orográfica, aquí mucho más abrupta, las vías de comunicación allí mejores, y finalmente como factor decisivo el mundo del trabajo. Aunque Catalunya es bastante montañosa, sobre todo en el centro y norte, no llega ni de lejos a las alturas del Callejón de Huailas, por ejemplo.  Sus vías de comunicación son excelentes, asfaltadas, señalizadas, cuidadas y respetadas, lo que facilita la cercanía y proximidad entre centros poblados, sobre todo en el tiempo invertido en los viajes. Allí, a pesar de la crisis que se viene arrastrando desde el 2008 y que todo hay que decirlo, el Gobierno actual de Mariano Rajoy, perteneciente al Partido Popular, con su política conservadora en detrimento del trabajador, es incapaz de solucionar el alto porcentaje de paro laboral. Repito que a pesar de todo ello, allí se puede trabajar, o bien en  el cinturón industrial de Barcelona o Tarragona,  o en la agricultura o ganadería de Lérida, Girona y sus pueblecitos, o en el sector servicios, siempre con experiencia, como vendedor, camarero, cocinero, electricista, gasfitero, pintor, albañil, etc, etc, aunque en casi todos los casos  sin la garantía salarial exigible debido a las políticas neoliberales imperantes. Lo que sí es evidente es que el emigrante, legítimo buscador de mejora laboral, social y económica, debe concienciarse que cada día se necesita una mayor preparación y especialización para acceder al mundo del trabajo. Aquello de irse a la aventura, ya pasó. Quien vaya en esas condiciones lo más probable es que en lugar de vivir aventuras encuentre desventuras y vuelva a su lugar de origen rápidamente. Ir en calidad de turista, pensando en quedarse no es una buena idea, como demuestra los aproximadamente 400 deportados mensuales en toda España.   Lo del servicio doméstico, o lo de limpiacristales a pesar de ser muy dignos, son trabajos a extinguir. Ya no se encuentran, más por su tendencia a ir desapareciendo  que por estar saturados. También es necesario constatar el buen cartel que tienen los peruanos en la sociedad catalana por su laboriosidad, puntualidad y hospitalidad, ganada a pulso cada día con su buen hacer y mejor estar. Como el haragán y el impuntual allí no tienen cabida, no hay ninguno. Y en lo que se refiere a su gran afinidad a la cerveza y al ruido nocturno aunque continúan con su práctica hay que reconocer que es en privado y con mucha prudencia.
Así como aquí el territorio de Ancash se halla dividido en 20 provincias, fundamentalmente por su abrupta orografía, en Catalunya sólo hay 4 provincias con sus respectivas capitales: Barcelona (capital de la Autonomía), Tarragona a 100Km, Lérida a 140 Km, Girona a 100 km y todas unidas por autopistas (sin óvalos). En Barcelona  residen algo más de 23,300 peruanos, en Tarragona más de 1,400, Girona más de 2,400 y Lérida unos 700, lo que da un total próximo a los 28,000 peruanos/catalanes. En Barcelona están diseminados por toda la ciudad si bien Hospitalet de Llobregat (255,000 habitantes) y Cornellá de Llobregat( 86,000 habitantes) ambas a orillas del río de la ciudad, son las dos grandes barriadas que acogen al mayor número de peruanos, sin olvidar a la zona de Sans. Otras comunidades son las formadas por ecuatorianos (número similar al de peruanos), colombianos (20,000) y bolivianos (16.000).Los fines de semana y festivos, grupos de peruanos/as afines al futbol, voley y/o baile organizan sus reuniones donde intercambian experiencias e información de su vida cotidiana, acompañándose de sus tamalitos, anticuchos y su inseparable “chelita”.           
La cesta de la compra es más barata que el coste de la de aquí. Dificil de creer pero verdad absoluta. La leche, el arroz, la menestra, los huevos, el aceite, la sal, el azúcar y la carne por ejemplo, son más baratos allí que aquí, compruébenlo con algún familiar o amigo allí residente. Lo que allí es más caro son los servicios privados. Un médico particular es mucho más caro allí, pero los trabajadores peruanos tienen todos su seguridad social obligatoria con médicos excelentes y medicinas gratuitas. Un colegio particular es más caro allí, pero todos los peruanitos tienen si quieren sus papás, plaza en cualquier colegio público catalán (y aprenderán castellano, catalán e inglés) sin tener que envidiar pedagógicamente nada a uno privado.
En lo referente a la permanencia legal de los peruanos en Catalunya, tanto si se independiza, como si no, que es lo más probable, siempre que laboren allí y cumplan con la ley, se le respetará su residencia. Catalunya siempre ha acogido con los brazos abiertos, a miles y miles de hombres y mujeres provenientes no solo de todos los rincones del resto de España, sino de todo el mundo, que un día llegaron con el afán  de labrarse un futuro, y de esa manera colaboraron activamente en el enriquecimiento y engrandecimiento de esa gran Nacionalidad Histórica. Los independentistas siempre fueron una inmensa minoría que han crecido de forma alarmante, sin duda espoleados por la actitud represiva del Gobierno de Rajoy, que con su accionar contra la soberanía (no digo independencia) de un pueblo, está tratando de tapar y disimular el gran fracaso de su política económica y laboral de corte neoliberal radical. Rajoy está judicializando lo que sólo se resolverá de forma política en el Congreso, y ha originado unas heridas tan profundas que si cicatrizan tardarán muchos años en hacerlo. Las próximas elecciones del día 21 de Diciembre serán el termómetro que indicará como continúa el enfermo. Con unos ministros en la cárcel, otros con su Presidente en el exilio forzoso, un Parlamento inexistente, una sociedad intervenida y amenazada, y una economía paralizada, digan ustedes que creen que puede pasar. Y todo podría haberse solucionado haciendo lo que ineludiblemente tendrán que hacer: Modificar algunos artículos de la Constitución vigente desde 1978, para dar mayor autonomía (sobre todo económica) a Catalunya. Y Catalunya continuará siendo lo que siempre fue, España.   
Moraleja: “El poble català tè molta memoria i no oblida”

Así sea. EL VIGÍA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario