jueves, 25 de diciembre de 2014

ARTÍCULO: EL FIGALLAZO DE VILCATOMA


A modo de recordatorio para aquellos seguidores de las aventuras del Chapulín Colorado, haré referencia al capitán Alma Negra que según él era el jefe de todos los corsarios de los siete mares. El capitán Alma Negra era bastante malo pero algo torpe. Se caracterizaba por su disipada vida y por poner en peligro la de sus tripulantes así como la de cualquier muchacha que no quisiera casarse con él. Según el “Sabandija” había eliminado al Mar Muerto y por lo tanto ya no eran siete los mares sino sólo seis.
Otro relevante personaje era Flor Marina, cocinera de la tripulación de Alma Negra que dejó en libertad al Chapulín y que con sus ricos sancochados, inteligencia, sociabilidad y buen hacer se convirtió en aliada del Colorado y admirada por todos.
Pues bien, si la semana pasada hacía referencia al Chapulín Salas que con su “Chipote Chillón” flageló repetidamente a la Fiscalía por su inoperancia, ahora Flor Marina tras haberse tomado, haciendo honor a su nombre, una pastilla de “Chiquitolina” proporcionada por el Chapulín Salas, confundió con su aparentemente disminuido tamaño al malévolo capitán Alma Negra, que con su característica torpeza metió la pata hasta el fondo. Dejo al libre albedrío del lector la identificación del personaje Alma Negra en la vida real. Pero, dejemos la ficción y volvamos a la vida actual.
Al bueno de Martín parece ser que se le ha “fregado” su deseada Colaboración Eficaz por la deficiente y chapucera, por llamarla prudentemente, actuación de sus principales valedores. Aunque siempre le quedará acogerse a la Confesión Sincera, con bastantes menos prerrogativas que la anhelada Colaboración. Del mal el menos. A estas alturas de la película aparece la Fiscalía diciendo que desde Agosto pasado Martín no califica para ser Colaborador Eficaz. Una de dos, diciendo ahora lo que dicen o son unos oportunistas o son profesionales de efectos retardados, que de todo hay en la viña del señor. Todos los indicios nos conducen  a pensar que el objetivo marcado era el de salir incólume, libre de polvo y paja, de las supuestas tropelías cometidas y celebrar abiertamente en su casita la Navidad que se avecina. Y digo abiertamente aunque sin duda, igualmente puede hacerlo de forma privada. Pero, mira por donde, la presencia de una diligente procuradora, profesional como la copa de un pino, ha abortado la operación. Una vez oídos los legales audios con reiteradas insinuaciones acerca de la incorporación del prófugo como nuevo Colaborador eficaz, no queda duda alguna del desmedido interés en el direccionamiento que se pretendía ejercer sobre la actuación de la procuradora. Señora donde las haya, adornada de unas virtudes profesionales que no políticas, que la hacen destacar muy positivamente en el desempeño de su función. Función peliaguda y harto difícil de afrontar al estar en esos momentos sola, sin su jefe Salas “renunciado” y sufriendo evidentes presiones a modo de insinuaciones. Si la procuradora no llega a adoptar la postura ejercida, a estas horas estaríamos sin saber nada de nada y con un Colaborador Eficaz más, colado de rondón. O sea que felicidades señora pues nadie va a poder demandarle lo que no hizo: asentir ante el atropello, a diferencia de quién a partir de ahora deberá ir de puntillas ante las responsabilidades que por su actuación tendrá que afrontar. Por todo ello, se ha ganado a todos los efectos ser nombrada como Flor Marina Vilcatoma por los méritos contraídos en defensa de la Democracia.
Llegados hasta aquí, cabe señalar los cuatro aspectos más destacados:
1º) Sin la decidida actuación de Flor Marina Vilcatoma, continuaríamos en el limbo del conocimiento de la realidad.
2º)La ausencia del Chapulín Salas y de Flor Marina Vilcatoma debilitan profundamente la lucha contra la corrupción en general y la investigación de la Centralita en particular.
3º)El Estado peruano no puede permitirse en estos momentos decisivos de lucha contra la corrupción perder a personas de esa talla y valía, que son un auténtico lujo democrático.
4º) Por todo lo anteriormente expresado, tanto uno como otra deberían  ser recuperados y reincorporados a las estructuras del Estado en los puestos de responsabilidad que nuevamente se les asignen.
A estas alturas no debe quedarse en el tintero la deplorable actuación de personajes como al que se le supone  responsable de la captura de los numerosos prófugos de la justicia encabezados por Martín. El disgusto que le ha proporcionado Flor ha sido monumental al desbaratar lo de la Colaboración, hasta el extremo de hablar de “majaderías”, “reseteos” y psicólogos. Unas dosis de buenos modales y educación no parecerían irle mal. En lo que se refiere al Asesor Jurídico de la Presidencia, que no tiene un pelo de tonto ni tampoco de listo, ha tratado infructuosamente de convencernos de que nadie ha intentado presionar sino que todo consistió en una deficiente e inadecuada interpretación de la procuradora. Ha utilizado una serie de artimañas dialécticas que no han hecho otra cosa que enfangar y hundir más el prestigio que se le suponía y que al parecer ha dilapidado a raudales. El diputado Benítez, otro de los presuntos cabecillas de la red de la Centralita y cuya inmunidad parlamentaria pende de un hilo ya va diciendo que tanto el Chapulín Salas como Flor Vilcatoma se van porque no tienen pruebas, cuando debería callar y guardar su falsa dialéctica pues pronto le va a hacer buena falta. En lo que se refiere a la Sra Heredia, mi opinión es que queda mucho mejor con la boquita cerrada pues abrirla para decir que “grabando y divulgando conversaciones de trabajo se pone en riesgo una investigación tan importante” equivale a desconocer la legalidad vigente de la Ley 29542 de Defensa del Demandante. Repito, mejor calladita. Otra que tal fue la Primera Ministra que haciendo gala de su altura política, similar a la de su talla, patentizó su inquebrantable apoyo incondicional al manifiestamente errado colega, con su impresentable toma de decisión televisiva, en la que por primera vez en la historia, se procedió a despedir a un funcionario público por medio de la “caja tonta”. Alucinante. Y finalmente recordarle al Sr. Presidente de la Nación que en la vida a veces es necesario tomar medidas drásticas para atajar problemas graves, como por ejemplo puede ser un “Locumbazo”saliendo en defensa del recto ejercicio institucional, o también salvando las distancias, un “Figallazo” ante la intromisión institucional y la lucha contra la corrupción imperante. La magnanimidad junto a la inteligencia son dos virtudes que sin duda le acompañan, Presidente. Por el bien del país haga uso de ellas. Los demócratas se lo agradeceremos. Aquí y ahora independientemente de las mociones de censura próximas huele intensamente a cadáver político.
Moraleja: “El espíritu de cuerpo es uno de los peores espíritus para cualquier cuerpo”             
Así sea.

EL VIGÍA.

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