lunes, 8 de diciembre de 2014

ARTÍCULO: MARTÍN EL COLABORADOR.

                   MARTÍN  EL COLABORADOR
Ante las numerosas voces que le solicitaban encarecidamente que vuelva a casa, entre las que destacaban las de las máximas autoridades del país, incluidos como no, el Sr. Presidente y esposa, el bueno de Martín hasta entonces aparentemente perdido parece haber dicho: llevan razón, he pasado muchos meses ausente, cual náufrago sin barco y huérfano sin hogar, cuando en realidad dispongo de excelentes amistades que me echan en falta, y que me ayudarán en estos momentos de penuria, a pasar la Navidad en casa junto a mis seres más queridos y amigos del alma.
Y sin esperar como hizo su amigo Orellana a que el General Urresti saliera a su encuentro se adelantará y defraudará a todos aquellos que esperábamos verle llegar cogido de las orejas. No será así. Es muy posible que lo haga como un pobre incomprendido al que han confundido con un chorizo, cuando su auténtica intención siempre ha sido la de colaborar con la Justicia. Estamos todos expectantes ante su próxima aparición, y digo próxima porque la Navidad está al caer y su objetivo es ese, pasar las fiestas en el calor del hogar.
Es muy posible que cuando vuelva a presentarse en sociedad, lo haga con todas las bendiciones y absoluciones habidas y por haber al haberse convertido de la noche a la mañana, quién lo iba a decir, en un eficacísimo Colaborador de la Justicia. Quién te ha visto y quién te ve Martin, convertido en un santiamén de un trapichero de medio pelo en un triunfador justiciero. Y uno se pregunta: ¿Cómo ha sido esto posible? ¿Qué poderes tan poderosos son los que han conseguido tal cosa? ¿Con qué varita mágica ha sido tocado para convertirse de lo que era en lo que ahora aparenta? Sin duda alguna preguntas no difíciles de contestar pero sí prudentemente matizables.
A la primera pregunta cabe contestarla diciendo que en Lima todo es posible, desde arrancar la Centralita de su ubicación natural en la Caleta de Chimbote y trasladarla al Centro de Lima, pasando por el “premio” con su alejamiento del caso, al excelente juez Carhuancho, y terminando por “renunciar” nunca mejor dicho al Chapulín Salas, excelentísimo procurador anticorrupción del Estado que con su “chipote chillón” ha flagelado una y otra vez a la negligente Fiscalía como si fuera el Chory, el Tripaseca, el Cuajinais y el Botija, todos ellos juntos. Y de ahí el desencuentro.
Si lo primero y segundo hacían prever el desinterés mostrado por la fiscalía en agilizar sus actuaciones procesales, el final con la defenestración de Christian Salas clama al cielo. El señor Salas Beteta, era el defensor del Estado y como tal estaba actuando. Defendiendo al Estado en el caso Centralita, por una parte de los delincuentes de cuello blanco y por otra de la desidia, abandono y aparente negligencia de una fiscalía encarnada en el Sr. Huamán. El que por cierto, se dirige y despide por escrito a sujetos que son presuntos delincuentes, en términos de tal grado de cortesía y pleitesía que parecen escritos dirigidos al mismísimo Presidente de la Nación. En lo que se refiere a los poderosos poderes que han hecho posible tal cosa, cabe contestar que son numerosos, ubicados en las grandes esferas del Estado, tales como Ministerio de Justicia, Ministerio Público y Policía Nacional. Así vemos como el Ministro de Justicia recibe al Fiscal Huamán y a su jefe para de forma insólita, escuchar sus quejas sobre la profesional actuación del procurador Salas. Y en vez de echarlos, los escucha, atiende y por lo que se ve, reprime al procurador. En  lo que se refiere al Ministerio Público, mientras siga dirigiéndolo quién hasta la fecha es seriamente cuestionado al estar supuestamente involucrado en el caso Centralita, las cosas seguirán funcionando mal. Escasa cintura política la de este señor que no es capaz de dar un paso al costado ante el clamor que se lo solicita. Así vemos como a estas alturas de proceso  indagatorio, tras muchos meses de trabajo? todavía no han rendido declaración alguna los principales implicados, utilizando mil y una artimañas que no son desbaratadas por la Fiscalía. Vergonzoso.
Y menciono también a la Policía Nacional, que es a la que corresponde localizar y detener a los prófugos justiciables que en varias decenas continúan al margen de la Ley sin que su accionar se vea acompañado por el éxito.
La última pregunta hace referencia a la varita mágica que hace posible que un presunto delincuente que forma parte de una cúpula dirigente, sea tratado con guante blanco, haciéndole pasar por subalterno y convirtiéndolo  irregularmente en Colaborador Eficaz.
Esta varita mágica parece llevarla el Ministro Figallo, ya que desmintió públicamente a quién más tarde él “renunció” Y ¿en qué desmintió Figallo a Salas? Pues simplemente en que este último aseveró que un presunto delincuente perteneciente a la cúpula dirigente no podía tal y como dice la Ley acogerse al beneficio de la Colaboración Eficaz. Figura que únicamente contempla a los integrantes del segundo y tercer nivel delincuencial para que mediante su declaración se pueda identificar a personas y acciones que estén fuera de la Ley. A cambio, se les disminuye su pena pudiendo llegar a beneficiarse de la exoneración total, pero como es lógico, tal figura jurídica no es aplicable a los cabecillas funcionales. Pues bien Figallo lo desmentiría. Y para ello basta con blandir la varita mágica y convertir al dirigente mafioso en delincuentillo de medio pelo. Y en esas parece que estamos. De ahí el supuesto interés, ahora, de que todos, Álvarez, Arroyo, Benítez, Crisólogo, Orellana y Burgos quieran ser Colaboradores Eficaces o considerados como  simples choricillos. Y si no, al tiempo. Pero bueno, estábamos con lo de la varita mágica. Aquí lo importante es saber qué hada maravillosa es la que ha traído la varita pues sin duda debe de ser un hada dotada de mucho poder, tanto que hasta los Ministros la utilizan. Me refiero a la varita y hasta podría ser que al hada también.
La que parece estar muy molesta es Nadine Heredia porque dice que Martín ha utilizado sin permiso su nombre y el de su esposo. Y es que este muchacho, siempre amigo de sus amigos, no repara en estas cosas, que para él deben ser pequeñeces.
En varias ocasiones he dicho que el “motor” para la resolución del caso Centralita era la Procuraduría Anticorrupción con Christian Salas al frente, y que su ausencia haría peligrar la buena marcha y trayectoria del caso. Me reitero una vez más en lo dicho, al mismo tiempo que amparándome en lo visto, ahora digo que además de ralentizarse el caso, empieza a oler muy mal. Olor similar al de la podredumbre.
Moralejas: “No hay peor ciego que el que no quiere ver” y “El ladrón cree que todos son de su condición”
Así sea.

EL VIGÍA.

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