Hace
unos días leía unas declaraciones actuales de Monseñor Simón Piorno, el que en
su día fue considerado como “pastor a tus ovejas” por quién ostentando en aquel
momento la máxima autoridad regional, y ahora, lo diré de forma respetuosa y
suave, la de presunto homicida y chorizo, le trataba sin consideración alguna
por sus declaraciones en aquel entonces, en las que de forma muy superficial el Pastor hacía referencia,
muy acertadamente, al desorden moral que se observaba. Pues bien, como decía al
principio, estas nuevas declaraciones, son un calco de las anteriores cuando
dice: “Hay muchas personas que han perdido el rumbo en su vida, hay una
gravísima enfermedad moral, no solo en Chimbote, sino en todo el Departamento
de Ancash”. Y amplio yo, desde Tumbes y
Loreto en el norte a Moquegua y Tacna en el sur. En todo el país.
Eso
que el Sr, Obispo denomina acertadamente en términos religiosos, degradación
moral equivale a lo que en términos laicos se conoce como ausencia de valores.
Valores que si no están presentes en la persona y en la sociedad la evolución
de la convivencia se degrada automáticamente originando toda clase de
problemas. Después haré referencia a una
serie de valores que son imprescindibles en nuestras vidas.
Que
estemos preocupados profunda y seriamente ante tanto desbarajuste, es bastante
lógico. Pero no podemos aceptar y dar como normal el desánimo, la desesperanza
y la desilusión pues si lo hacemos estaremos dando validez a tanta ignominia.
Nuestra
vida transcurre en tres ámbitos fundamentales: el económico, el político y el
social. Todos ellos interactúan entre sí originando la realidad actual.
Veámoslo.
El
ámbito económico del Estado hay que decir que es bueno y saneado en su
macroeconomía pues las cifras así lo indican pero no así en el aspecto
microeconómico por el nefasto reparto de esa riqueza entre su población. En
síntesis: País muy rico por sus yacimientos naturales y laboriosidad de sus
gentes y ausencia de reparto equitativo de esa riqueza a la que sólo acceden
algunas privilegiadas familias. Todo ello producto de un sistema económico
denominado Liberal Salvaje en el que “quien más tiene más quiere tener”, y en
el que “tanto tienes tanto vales” o “yo tengo mucho porque soy muy listo y tú
poco porque eres tonto” Y aquí es donde
se origina gran parte del problema actual ya que lo que se propugna es “tener”
en vez de “ser”, a costa de lo que sea, pasando por encima de estamentos y
personas. Economía Liberal bien recibida
sea, pero no Salvaje o a cualquier precio.
El
ámbito político nacional es más que deficiente, deplorable, con unos Poderes
del Estado seriamente afectados por la corrupción, la desidia y la falta de
profesionalidad, tanto a nivel nacional como sobre todo Regional y Local. El
desfile de ministros es inacabable y sus cortinas de humo muy por encima de las
utilizadas antaño por el indio Jerónimo y sus huestes. Los gobiernos regionales
regidos y acompañados por gente de dudosa reputación, que más tarde es
verificada y confirmada judicialmente tras las correspondientes denuncias ante
la Fiscalía. De esto hemos tenido amplia experiencia reciente, repetida y
ampliada en las últimas elecciones con las a todas luces falsas promesas de los
500 S/ mes. Y en los entes locales, es
el colmo, alcaldes prófugos un montón, y en “capilla” otros tantos, algunos con
hasta cuatro juicios pendientes y con elevadas penas solicitadas, que tienen visos de ser confirmadas
y ejecutadas. Con el agravante de ser actos presuntamente delictivos, ahora
juzgados pero cometidos en etapas de gobierno anterior. O sea, que demuestran
importarles un pito que ahora al ser juzgados vayan derechitos a donde se
merecen en detrimento de sus electores que recientemente confiaron en ellos y
los eligieron.
En
el ámbito judicial produce una gran pena ver como el ciudadano de a pie se
siente desprotegido y huérfano, pues tanto Fiscales como Jueces son contestados
continuamente, con actuaciones francamente deprimentes como la actual provocada
por el Juez Villa Stein con su reticencia y negativa a presentarse donde
legalmente se le solicita: en el Congreso de la Nación. O las actuaciones
anteriores de Los Fiscales Supremos, de los que desconocemos el resultado de
los procesos a los que nos dijeron estaban
sometidos.
El
Legislativo no se queda muy atrás del Ejecutivo y el Judicial y para muestra de
privilegio sobre la gente que les eligió, como muestra basta un botón. Estos
señores, mal llamados Padres de la Patria, se reparten al mes unos ingresos de
más de 30,000 (treinta mil) Soles, cuando sus “ hijos” tienen un SMV( Sueldo
Mínimo Vital) de 750 ( setecientos cincuenta) Soles /mes. O sea, se llevan a su casita 40(
cuarenta) veces lo que cobra un trabajador de base. Ó 25 ( veinticinco) veces lo de un policía o
un maestro. Pienso que quizá sea debido a que tocamos demasiados hijos para
unos Padres tan patriotas que se auto regulan y deciden sus propios
ingresos. Y mientras tanto su nómina de
corruptos continúa.
Nuestra
sociedad actual cabe sintetizarla como deficientemente educada y desestructurada, en la que predomina la
ausencia de valores tanto personales como sociales. Valores personales como la
responsabilidad, la lealtad, la tolerancia, el respeto, el trabajo, la
honradez, la solidaridad, la dignidad, la sinceridad, la verdad y la
puntualidad apenas son practicados. Valores sociales como la verdad, la
felicidad, la belleza y el bien, carecen de importancia y apenas son conocidos.
En cambio valores económicos como la riqueza, la prosperidad, el prestigio, el
éxito y la autoridad son los preferidos por quienes deberían dar ejemplo. Un
ejemplo claro es: “Yo no he matado a nadie, aunque reconozco que las obras
están sobrevaloradas”. O sea, no tengo delito de sangre, que es muy grave, pero
soy un sinvergüenza, chorizo y mal nacido que robo cuanto puedo y defraudo a
los contribuyentes que es un delito menor y apenas tiene importancia. Esta es
la filosofía moral existente en gran parte de la clase dirigente. Lleva mucha
razón en cuánto dice en sus declaraciones, nuestro Pastor de almas, que no de borregos.
Nuestros
problemas principales se solucionan por una parte con la HONRADEZ, EL TRABAJO Y
EL EJEMPLO de nuestros dirigentes y por
otra con la EDUCACIÓN EN VALORES de nuestras gentes.
Quienes
tenemos hijos y no andamos tan escasos de valores debemos enfrentarnos a
quien pueda representar y propiciar la
incultura, el atraso y la pobreza, en la seguridad que aquéllos nos lo
agradecerán.
Moraleja:”
La sinceridad y la verdad son la base de la virtud” (Confucio)
Así
sea
EL
VIGÍA.
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