Si
eres un papá o mamá responsable con tus hijos, recomiendo sigas leyendo. Si
acaso eres abuelito, abuelita, padrino o madrina de algún pequeño te digo lo
mismo que a los anteriores. Y finalmente si lo que eres es educador, sanitario
o técnico del Dpto. de Gestión Educativa de la Ugel, con más motivo deben
seguir leyendo, pues aunque se da por descontado que estos últimos conocen todo
cuanto pueda decir, nunca está demás el repaso o refresco de lo que aquí se
diga, aunque sólo sea por si algo de lo dicho se les está escapando. Así que
entraré en materia.
Se
están viviendo momentos de una gran inquietud ciudadana ante el desaforado
incremento de la conflictividad social, llegando incluso a la reiterada
solicitud, y ya van un montón por parte de las autoridades, de nuevos estados
de excepción para intentar paliar ese anómalo actuar. Conflictividad, traducida
por una parte en una absoluta agresividad personal y por otra en una total falta de respeto al prójimo y a sus
pertenencias. Variados son los integrantes sociales del desarrollo de tal
conflictividad, desde el desarraigo por falta de reparto equitativo de la
riqueza, pasando por la falta de oportunidades y finalmente llegando a la infravaloración
del semejante, a veces en su máxima expresión, el homicidio o el asesinato.
Pero
sin duda que en el largo pero rápido proceso de desarrollo de la persona
intervienen una serie de factores determinantes tanto psíquicos como físicos
que marcarán en su próximo futuro su actuación social. Y entre esos factores
psíquicos está su educación y entre los físicos su alimentación. Abordaremos
ambos en este y sucesivos artículos.
Quizá, para papá, mamá, abuelito, etc.etc. no
esté muy claro ese concepto de educación. Creo que conviene explicar que cuando
nuestros hijos aprenden matemáticas, comunicación y más matemáticas y más comunicación, como
ocurre actualmente, se están instruyendo. Repito, instruyendo. Que no es
educando. Los conceptos de educación e instrucción son completamente
diferentes. La Instrucción en el colegio consiste en la transmisión de
conocimientos por parte del profesor y de la adquisición de esos conocimientos
por el alumno. De esta manera en clase lo que se consigue es un alumno hábil o
diestro en matemáticas, comunicación, etc, etc. Y es el profesor, el preparado
profesionalmente para esa transmisión de conocimientos que no tienen ni por qué conocer o saber los
papás.
La
educación es un concepto diferente. Debemos entender por educación en el aula
la forma de desarrollar de forma exitosa los sentimientos, las convicciones, la
voluntad y finalmente el carácter del alumno. Siendo el profesor el encargado
de centrar su atención para la formación de la personalidad del estudiante, con
el objetivo de desarrollar sus capacidades psíquicas, partiendo de su
individualidad y libertad como persona y por lo tanto su derecho a las propias
ideas, a los propios actos y en fin, a su propia vida.
La instrucción es el camino que nos lleva a
adquirir habilidades para posteriormente utilizarlas en la vida profesional.
Cuando el niño lee, escribe, suma, resta, o recita, se está instruyendo
individualmente o con el grupo bajo la dirección del profesor. Instruir es
formar profesionales. Educar es seguir el camino que nos hace libres, camino
con altibajos, que paulatinamente va modificando la conducta social del
individuo mediante las experiencias y conocimientos adquiridos. Educar es
formar personas para la vida en sociedad o dentro del grupo. Llegados hasta
aquí, papás, mamás y familiares de los niños están ya en disposición de empezar
a valorar lo que hacen sus niños en el colegio. Mucha, muchísima instrucción
para llegar a ser unos profesionales de prestigio y poca, muy poca educación para
ser personas completas en la vida. Y además con el agravante para que papá,
mamá o los allegados refuercen en casa con las tareas la instrucción de su
niño, porque él solito ni sabe ni puede.
Cierto
es que educar es difícil de llevar a término. También, verdad es que la educación
se inicia y desarrolla en casa, en el seno de la familia, pero la escuela está
llamada a cumplir un rol no solo de instrucción sino de educación que no
siempre parece estar cumplimentando en toda su intensidad. El profesor puede y
debe apoyar en el desarrollo de los sentimientos, las convicciones, la
voluntad, y finalmente la modelación del carácter del alumno para impulsar su
incorporación a la sociedad. Es una tarea que requiere la colaboración de los
papis pero no es responsabilidad únicamente de ellos. Son los profesores los llamados a
unir esos dos aspectos, la educación mediante los valores morales o sociales a
inculcar, como el respeto al prójimo, el sacrificio propio, la responsabilidad
contraída, la puntualidad, la creatividad, la innovación, etc.etc y la
instrucción en lectura, escritura, geografía, historia, ciencias naturales,
matemáticas, etc.etc.
Analicemos
cómo y en qué invierten el tiempo nuestros hijos y quizá llegaremos a
sorprendentes conclusiones. Analicemos cuantas horas pasan en el colegio, la
hora de entrada y la de salida, recreos
adecuados o no a sus edades, la jornada escolar (ya no digo educativa), es de jornada
continua o partida, a qué hora comen, donde lo hacen y bajo qué supervisión si
la hay. Toda una serie de interrogantes que conviene descifrar, no es nada
difícil y para ello la opinión de los expertos nos resultará en bastantes de
esos aspectos sorprendente. Así, resulta que los papis se preguntan por qué
empieza la jornada tan temprano? Y la respuesta sencilla y acertada es por
conveniencia del colegio o del profesorado, ya que así terminan antes. Y por
qué es jornada continua? Por la misma razón anterior. Y qué ventajas tiene?
Ninguna hasta ahora demostrada. Y el martirologio estomacal al que se somete a
los niños con su ayuno hasta la tarde a pesar del “refrigerio” recomendado? Es
por la desidia de las diferentes Direcciones de algunos centros y alguna cosa
más, verdad Ugel?.
Estos
extremos requieren que los involucrados en el proceso formativo de los peques,
como son los papás estén informados, no desinformados y en la creencia de que
cuantas más horas pasen en el colegio mejor. Craso error.
En
un próximo artículo abordaremos todos estos aspectos que quizá abran bastantes
ojos que hasta ahora parecen estar entornados.
Moraleja:”
En la mesa y en el juego se conoce al caballero”
Así
sea.
El
Vigía.
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