He dejado pasar unos días
para mejor asimilar y analizar detenidamente lo acontecido el pasado viernes
día 16 de este mismo mes en el que miles de ciudadanos chimbotanos se
manifestaron masivamente por las céntricas calles de la ciudad en respuesta a
la invitación formulada por el Colectivo Civil por la Reivindicación Moral de
Ancash bajo el lema “GRAN MARCHA EN DEFENSA DE LA VIDA Y CONTRA LA CORRUPCIÓN,
EL SICARIATO Y LA IMPUNIDAD” y en la que todos unidos, jóvenes, mayores,
mujeres, niños, pensionistas, periodistas, profesionales varios, afectados por
la violencia, las amenazas, la extorsión y el asesinato de familiares, menos
algunas llamativas y resaltables ausencias, dijeron públicamente en uso de su
libertad de expresión y reunión “NO A LA
CORRUPCIÓN”, “NO AL SICARIATO”,NO A LA IMPUNIDAD y sobre todo “SÍ A LA VIDA”. Fue
una jornada vespertina exitosa y feliz en la que la gente de bien manifestó
libre, democráticamente y sin tapujos como no se veía desde hace muchos tiempos,
su hartazgo ante tanta violencia, desorden e impunidad de unos, delincuentes de
todo tipo incluidos los de cuello blanco, y la inoperancia, el silencio, la falta
de resolución y hasta la aparente connivencia de otros, a los que se les ha
dado el voto y la autoridad para velar por la paz y seguridad de todos
nosotros.
Repito, el éxito de la
convocatoria fue rotundo, incluso a pesar de los fallidos intentos de
desacreditarla de algún medio de comunicación al que se le ve “el plumero
amarillo”, y las acciones de “protección” otorgadas por el Ministerio Público a
los pacíficos manifestantes, en detrimento del sentir de los organizadores, que
sin duda debieron verse cuestionados e intimidados en su afán de hacer uso de
su libertad de convocatoria y de expresión. Es de esperar que tanta diligencia
por parte de la Fiscalía, rayando en el exceso de celo, sea el inicio de una
mejor, más profesional y contundente actuación en su prevención y persecución
del delito, cosa que hasta ahora ha brillado por su ausencia.
Los manifestantes, como no podía
ser de otra forma, dieron una soberana, nunca mejor dicho, lección de civismo a
toda la población representada por unos transeúntes que absortos y en silencio
respetuoso fueron testigos del paso de la numerosa y pacífica comitiva. Incluso
los miembros de la Policía Nacional, tan proclives últimamente a utilizar los
gases lacrimógenos, fueron unos simples acompañantes a los que únicamente faltó
cambiar sus escudos por pancartas. Seguro que a más de uno le hubiera gustado.
Tengo que confesar que como
imparcial observador del acontecimiento se me puso un nudo en la garganta, al
ver allí representados a los deudos de tantos convecinos asesinados
impunemente, y a los denunciantes, con pancartas de las amenazas de muerte que
sufren tantos y tantos ciudadanos. Se me acercó un amigo y me dijo: “Esto es el principio del fin” ¿Qué
quieres decir? pregunté. “Que ha llegado
el fin del silencio, de la impunidad, y de la arbitrariedad; que estamos en el
inicio de una nueva etapa”. Al buen entendedor pocas palabras bastan.
Y debe estar en lo cierto,
pues a las pocas horas aparecieron unas voces malsonantes y discordantes, intentando
desprestigiar con pueriles argumentos el éxito obtenido por los organizadores
de la manifestación y considerando a los asistentes poco menos que muñecos o
títeres fácilmente manipulables, sin personalidad y sin criterio propio. Esa es
la opinión que tienen algunos “personajes” de lo que son sus convecinos. En
esta ocasión podría aplicarse perfectamente a esas voces aquel dicho tan
entendible por todos: “El ladrón cree que todos son de su condición”.
Antes he mencionado a unas
llamativas y señaladas ausencias en el desarrollo (con dos “eles” por favor) de
la manifestación como son los representantes de los diferentes entes nacionales,
regionales, locales, justicia, ministerio público, patronal, sindicatos y
otros. ¿O es que acaso no les interesan las democráticas reivindicaciones de la
ciudadanía? ¿O será porque están por encima del bien y del mal?¿O quizá se les
han adelantado democráticamente otros y
no aceptan ser “segundo plato”? ¿De verdad creen que es suficiente únicamente
con su presencia dominical, cosa que ni eso cumplen últimamente aunque es su
obligación, en el izamiento de la enseña nacional? Sea por lo que sea, ninguno
de ellos se hizo acreedor a los puestos que ocupan, que implican sentimiento de
solidaridad, amplitud de miras y sobre todo cercanía al ciudadano, entre otras
cosas. El ciudadano que no debe nada a nadie, que no va vociferando con palos
por las calles, que no se vende por un plato de lentejas, y por lo tanto es libre,
honesto y limpio, además de ser mayoría, toma buena nota de quién es quién en
la sociedad y suele pasar su factura, como se hace en democracia, que es con su
voto..
Hay un autor de origen
hispano llamado Lope de Vega y Carpio, a caballo de los siglos XVI y XVII, con
un sin fin de obras teatrales. Una de ellas es una comedia de enredo titulada
“El perro del hortelano” que es aplicable perfectamente al caso que nos ocupa
ya que dio origen al refrán conocido de: “El perro del hortelano ni come ni
deja comer al Amo”. El hortelano es el hombre que cultiva su huerta, y su perro
como es carnívoro no come las hortalizas y, como además es el vigilante de la
huerta tampoco deja que su Amo las coma. Trasladándolo al momento actual vemos
que el hortelano o Amo es la ciudadanía democrática que se manifiesta y el
perro es quiénes al servicio de esa ciudadanía ni hacen ni dejan hacer, por
decirlo de manera suave y entendible. A éste tipo de “perros”, creo que es al
que se refería reciente y acertadamente nuestro Pastor.
Y ahora, y para que no se pueda hablar de
parcialidad por mi parte les daré unos datos objetivos que están al alcance de
cualquiera que esté interesado en contrastar su veracidad:
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En lo que
llevamos de año hemos enterrado a 57 personas tras alevosos asesinatos. De los
cuales y según datos de la Corte Superior del Santa se han esclarecido ocho (8)
casos.
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En los seis
primeros meses del año se han realizado 300 nuevas denuncias por presunta
corrupción que afectan según señala el abogado del estado y responsable Público
Anticorrupción del Santa, principalmente
al Gobierno Regional de Ancash en sus diversas Direcciones y a la Municipalidad
Provincial del Santa.
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A esas 300
anteriores hay que sumar otras 300 más que ya están encaminadas. En total
actualmente 600 denuncias por presunta corruptela.
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El aumento con
relación al año anterior (2012) en éste mismo período de tiempo es del 30%.
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Al parecer y
según la misma fuente ¿saben cuantas sentencias por corrupción se han dictado por
los tribunales de acuerdo con la vigente Ley Procesal Penal ?. Una (1)
sentencia.
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Según el
Ministerio de Economía y Finanzas el Gobierno Regional de Ancash recibe este
año prácticamente la misma cantidad que el 2012, más de 203 millones de soles.
¿Cuántos se piensan invertir?¿y en qué? Debería hacerse sobre todo en proyectos que creen productividad y riqueza.
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Según el ÍNDICE de COMPETITIVIDAD REGIONAL (INCORE) del 2012, editado por el INSTITUTO PERUANO DE
ECONOMÍA (IPE), nuestra Región en lo que hace referencia a la Corrupción obtiene una deficiente
puntuación de 2,40 (de 0 a 10)
ocupando el puesto 17 (del 1 al 24 regiones) lo que quiere
decir que hay 16 menos corruptas que la nuestra.
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En Instituciones tiene una puntuación de 4,01(de 0a 10) ocupando el puesto 22(del 1 al 24 regiones).La penúltima región.
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Y finalmente, en Conflictividad Social ocupa el último
puesto, el 24, y una puntuación de 0,00. Sencillamente alucinante.
Estos datos vienen a corroborar
la necesidad de la celebración de la manifestación, por lo que hay que
felicitar efusivamente del primero al último de los asistentes, entre los que
figuraban como no podía ser de otra manera los organizadores. Les animo a
continuar en esa línea. Felicidades.
Moraleja: “Quien se pica ajos come”.
Así sea.
EL VIGÍA.