lunes, 19 de agosto de 2013

ARTÍCULO: DE VUELTA A LAS CLASES



Hoy lunes, si no hay contraorden por la extensión de la epidemia gripal,   deben reanudarse las clases en los colegios después de tres semanas de vacaciones. Las dos primeras previamente programadas y la tercera motivada por causa de fuerza mayor como es la ya mentada epidemia de gripe que azota a la región y particularmente a nuestra ciudad. La medida, adoptada por las autoridades locales, ampliando una semana el período vacacional y con obligado cumplimiento para todas las entidades educativas, tanto públicas como privadas desde la etapa Inicial a la Secundaria ambas inclusive, es a todas luces acertada y merecedora del general reconocimiento por lo que tiene de prevencionista ante el avance de la enfermedad, en esta ocasión de gran virulencia si nos atenemos a los numerosos casos tetectados y los decesos ocurridos.
 Sabido es que los niños/as junto con los integrantes de la tercera edad son los más vulnerables  ante esa enfermedad epidémica, por lo que la medida preventiva adoptada inicialmente para los centros públicos se amplió con toda lógica a los privados, o sea a todos los centros o mejor dicho a todos los niños/as de la zona ya que la “influenza” (a pesar de su nombre) no establece distinciones entre unos y otros a la hora de atacar.
Así que al aplicar aquello de “rectificar es de sabios”, aunque haya podido ser entre otras cosas a instancias del editorial “Pilatos educativo” del  7/8/13 de este diario, hace que la rectificación de la Dirección Regional de Educación sea aplaudida con todo merecimiento. Como también lo son las inspecciones realizadas el pasado lunes a los colegios para verificar el cumplimiento de la norma establecida y corregir los incumplimientos de aquellos pocos centros que trataron de saltarse con justificaciones injustificadas lo establecido por la autoridad competente. Felicitaciones a la UGEL local por su finalmente decidida y expeditiva actuación.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                           
A los centros, en este caso privados no hará falta recordarles que por encima de su imagen y prestigio corporativo, de sus propias economías, de la educación que imparten e incluso de  las presiones de los padres, está la salud y bienestar de sus alumnos como cosa fundamental y básica a la hora de establecer sus prioridades de actuación. Y ésta ha sido una ocasión en la que han tenido la oportunidad de demostrar, como así han hecho, su integridad y altura de miras.
A los padres y madres (sin olvidar a los abuelos) hay que felicitarlos por su comprensión y paciencia, desarrollada durante estas largas vacaciones en las que ha sido puesto a prueba su aguante paterno filial. Es comprensible el deseo de papás y mamás de que sus adorados y a veces “pesados” hijitos se incorporen cuanto antes a sus respectivas aulas pero deben entender y seguro que así es, que en casos como el que nos ocupa el hogar, el dulce hogar, es el mejor y más adecuado hábitat para los pequeños y también los no tan pequeños. Aunque aquellos, paradójicamente no siempre así lo aceptan. Así, mi pequeño de cuatro años no hace más que preguntar un día sí y otro también que cuando empieza el colegio, que tiene muchas ganas de ver a sus misses, a sus amiguitos Carlos, Francesca, André, Lady Luciana, Matías, Nagib, Sergio, Jimena y un montón más y que ya está bien de tanta vacación y que necesita ir al “cole”. ¿Por qué será? ¿Qué le dan para que diga eso? En cambio mi hija, de secundaria no se manifiesta pero sus amiguitas sí y lo que dicen más o menos es: ¡Viva la gripe! y ¡Qué pesadez de colegio! Y vuelvo a preguntarme: ¿Por qué será? ¿Qué no les dan para que digan eso? Éstas son interrogantes que sería conveniente despejar y saber los por qué.
De todas las maneras sigamos alerta y no nos asustemos si hubiera que prolongar las vacaciones ante la persistencia de la enfermedad.

 El causante de todo este desasosiego es el virus de la influenza o gripe  del tipo A (AH1N1) muy  virulenta y potenciada por una parte por  la época fría del año y por nuestro medio ambiente caracterizado por su elevada contaminación atmosférica y su ausencia de lluvias, aunque podemos dar gracias a la humedad y vientos reinantes,  y por otra parte por las características personales según los casos, de dolencias crónicas subyacentes que incrementan el riesgo de complicar y desequilibrar las defensas del organismo. La automedicación no es aconsejable ya que los antibióticos no funcionan ante los virus, por lo que los antivirales serán la elección a tomar. Lo mejor será acudir a su médico, si lo encuentra y si no a cualquier otro, para que diagnostique y prescriba el tratamiento. Digo si lo encuentra pues al parecer últimamente gran parte de ellos están desaparecidos y parecen haber perdido su brújula, con tanta huelga y manifestación.
En su día estas epidemias eran combatidas con vacunas antigripales como medida profiláctica de elección, aunque aquí y ahora por el desabastecimiento y desatención que se observa parece que ya han debido caer en desuso. Quizá sea que me he quedado desfasado o anticuado y ahora con tanto adelanto los tratamientos modernos se hagan por Internet y por lo tanto estén en la “nube”. Todo podría ser.
Sin duda alguna los ancashinos debemos ser de otra pasta, pues aguantamos y soportamos como los mejores. ¡Titanes!
 ¡Ánimo amigos, que con esta Ministra de Sanidad, con tanta huelga sanitaria y, si esto sigue así pronto podremos vernos todos………visitando a San Pedrito!
Auténticamente bochornoso, vergonzoso y tercermundista lo que está ocurriendo.
Se me olvidaba: Enhorabuena por el aumento de sueldo. Nos debéis un cebichito. Mixto, con camarones y cervecita negra.
Moraleja:” Desde la cuna se utilizaba la vacuna pero sin tratamiento y seguimiento caeremos a ciento y……………. no miento”.
Así sea.

EL VIGÍA.

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