lunes, 18 de noviembre de 2013

ARTÍCULO: EMERENCIANA

                             

Aunque el origen de su nombre es de patricia romana tal como Domiciana o Diocleciana, en este caso ella, la dama en cuestión  no pertenece a tal casta sino más bien a la plebeya por su humilde ascendencia, que no fue romana sino chimbotana. Emerenciana es su nombre y con el diminutivo de Eme es conocida por sus vecinos del asentamiento humano de San Miguel. “Hola Eme”, “Buenos días Eme”, “¿Ya de vuelta Eme?”. Estos son los saludos que recibe diariamente la buena de Emerenciana. Y es que se deja ver muy poco por el vecindario. Cuando me acerco a su vivienda muy humilde de esteras y adobes, y pregunto  por ella, Pancracia, su vecina dice: “Ya se ha ido. Sale muy temprano con su carrito a repartir al menudeo sus panes”.
Últimamente el saludo más reiterado es: ¿Qué tal el negocio Eme?. Y es que Emerenciana se ha hecho famosa ya que sus negocios parece que van “viento en popa y a toda vela” pues se ha sabido que está facturando miles y miles y más miles de dólares, si digo bien, dólares. Aunque vayan ustedes a saber, quizá sean millones de dólares. ¡Quién lo iba a decir!. Que la Eme, una sencillísima y humilde mujer, bastante mayor, de frágil apariencia y con residencia en una chabola, vendiendo y repartiendo panecitos de casa en casa está moviendo sumas de dinero incalculables y millonarias.
He acudido en varias ocasiones a su domicilio para entrevistarla y que me contara el por qué del éxito de sus negocio pero hasta ahora no he tenido la suerte de encontrarla. Si he podido hablar con Pancracia que vive al lado y  tiene su particular punto de vista. “Mire señor, siempre le dije a mi marido, esto del pan es un buen negocio, y si no mira a la Eme. Y es que señor, antes se decía: pan para hoy y hambre para mañana, pero ahora ya se puede decir: pan para hoy y hartazgo para mañana”. Pancracia se congestiona al hablar de su vecina, y me amplia: “ Mire amigo, a la vista de lo visto, el márketing, la planificación, las estrategias, los estudios de mercados y la dirección por objetivos son un auténtico camelo, son cuentos chinos pues no hay más que ver los resultados que está obteniendo la Eme”. El éxito de Eme es rotundo.
Y continúa: “Al parecer la escuela de Cambio Puente en la que sabemos que estuvo durante unos cinco años y posteriormente licenciada por el mismísimo Alán García fue donde se doctoró en Dirección y Organización de Empresas. Allí el profesorado es amplio con variadas y múltiples especialidades.Y la docencia contrastada y al alcance de todos los allí matriculados. Eso sí, siempre e inexcusablemente en régimen de internado.”
Hasta aquí lo que me comentó Pancracia, la vecina de la exitosa Eme.

Pero hace unos días aparecen unas noticias, que no son más que la confirmación de lo publicado el cuatro de octubre pasado en este mismo periódico, en las que parece ponerse en tela de juicio (en dudas) la veracidad y autenticidad tanto del negocio como de la titularidad de Eme y sus actividades.
Así vemos que el Poder Judicial ha declarado “complejo” el caso de la investigación del presunto lavado de activos en contra de Emerenciana Ángeles Nolasco, nombre de la ya mencionada Eme. Al parecer, poco después de que fuera amnistiada en el 2009, creó una empresa de venta al mayor de alimentos, bebidas y tabaco para importar y exportar, en la que  ha movido varios millones de dólares. La empresa se denomina Negocios e Inversiones Metal Perú E. I. R. L. Aparentemente, aunque yo creo que es real, se trata de una pobre y mísera anciana por los signos externos que muestra.
En enero del 2011, Emerenciana nombró un apoderado con amplias facultades para diligenciar las importaciones de mercancías? nacionalizadas en diversas intendencias aduaneras del país que también son investigadas.
En las investigaciones policiales aparece un entramado de personajes, nacionales y extranjeros así como numerosas empresas relacionadas con Metal Perú que por supuesto deben estar siendo analizadas. Se trataría de una banda extensa de mafia muy organizada que utilizando la identidad de personas que se prestan a ello no hacen frente a los impuestos correspondientes, defraudando millonariamente al Estado, o sea, a ti, a mí y a todos los ciudadanos.
A la fecha han sido notificadas para su presencia y posterior declaración varias personas, entre ellas como es lógico la titular, Doña Emerenciana, sin que haya acudido nadie a las sucesivas citaciones.
Al parecer el Fiscal D. Norman Mendoza Garcia de la Segunda Fiscalía Provincial Penal, y al frente de la investigación del caso  ha dicho que lo tiene bajo 10 ó 20 llaves por la reserva que merece y que continúan avanzando en las diligencias, todas ellas de gran complejidad, ya que involucra a muchas personas y posiblemente haga necesaria la creación de una fiscalía en nuestra ciudad, especializada en el lavado de activos y el crimen organizado. Sencillamente, el tema es muy gordo.

La conclusión inicial de quien esto escribe es que nos encontramos ante una trama muy organizada, con mucha gentuza chupando, con varios años de actuación, y con defraudaciones elevadísimas. De todo lo descrito hay dos cosas que en mi opinión habría que resolver a la mayor brevedad.
 La primera es que el caso se denomine “complejo” con lo que eso entraña de oscurantismo y falta de luz y taquígrafos de lo que se lleva entre manos, de lo que se actúa, de quienes son los implicados, y de los avances de la actuación de los diferentes poderes actuantes. Es lógico y plausible el sigilo investigatorio pero la transparencia en las averiguaciones debe ser rápida, amplia y total. La opinión pública lo demanda.   
Ante estas situaciones que la judicatura denomina “complejas”, a mí personalmente me origina “complejo” de inferioridad, pues significa que no voy a saber nada de nada, pero absolutamente nada del caso hasta que se levante el “complejo”.
La segunda es cuando el Sr, Mendoza García nos dice que “El caso lo tengo bajo 10 ó 20 llaves, por la reserva que se merece”. Mi recomendación, apreciado Sr. Fiscal es que no debería guardar el caso bajo tantas llaves pues imagine por un momento, como nos quedaríamos todos, incluidos los presuntos delincuentes, si usted involuntariamente extravía o pierde las llaves. Todos cantaríamos aquello de: Donde están las llaves matarile-rile-rile, en el fondo del mar matarile-rile-ron. Entonces el caso quedaría irremisiblemente archivado, cosa que nadie desea.

Finalmente sólo me queda dejar constancia de lo que tras comentar las últimas novedades,  me dijeron ayer: “Vigía, no haga ni caso amigo mío. Todo lo que se habla es pura envidia. Envidia pura y dura. En este país cuando alguien triunfa siempre tratan de desacreditarlo. Amigo, el pan es un buen negocio, se lo digo yo, Pancracia”.
Moraleja:” Tu futura fortuna depende de lo que amases”.
Así sea.

EL VIGÍA.  

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