ARTÍCULO: FÁBRICAS DE PARADOS

Hoy en día es bastante frecuente encontrar personas que están trabajando en algo completamente diferente a lo que estudiaron o se prepararon con anterioridad. En su momento decidieron estudiar carreras que debido a la sobreoferta laboral actual les ha dejado sin empleo para el que se formaron.

Actualmente es una realidad el desencuentro entre lo que estudian y se preparan nuestros jóvenes y lo que solicita el mercado al que se dirigen.

Esta desarmonización se observa en el elevado nivel de inadecuación ocupacional. Así, el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) nos dice que en Lima metropolitana, el 48,1%de los trabajadores con educación superior vienen desarrollando ocupaciones que no se corresponden con la formación que recibieron.

Esta tarea de adecuación, está pendiente de resolución y nos lo corrobora una publicación, el Mapa de Capital Humano, recientemente editado por la revista de economía Perú Económico que indica la existencia de un déficit de 862.750 profesionales en las diversas actividades del mercado laboral nacional.

Volviendo al INEI antes citado, nos dice que el año pasado 2012,  el 68% de la Población Económica Activa tenía un nivel educativo de secundaria y únicamente el 15% contaba con un nivel educativo de carácter técnico.

Sabido es que la infraestructura  para el crecimiento económico está formada por la financiación y la inversión en moderna tecnología de alto coste, para poder adquirir equipos modernos que permitan mejorar el rendimiento y la competitividad del aparato productivo del país. Tampoco debemos olvidar que el tercer factor determinante y tan importante como los dos anteriores es el capital humano, los hombres y mujeres capacitados tecnológica y humanamente para poder dar ese impulso a los diferentes sectores económicos del país.

Actualmente es fundamental dar paso al crecimiento industrial, adelantándonos al más que posible deterioro de nuestra actual fuente de riqueza: la Minería en sus diversas variantes, que ya está dando síntomas de de agotamiento, no tanto en las fuentes de extracción como sí en las cotizaciones internacionales. Para dar paso a ese nuevo crecimiento o desarrollo será básico potenciar esa infraestructura (financiación y tecnología)  y el correspondiente capital humano.

En lo que se refiere a la financiación, fundamento básico para el inicio del desarrollo industrial son los entes locales, regionales y municipales junto con los Bancos los llamados en principio a actuar. Los primeros, Regiones y Municipios facilitando y cediendo terrenos con infraestructura suficiente a precio cero, creando los denominados polos de desarrollo, con tasas impositivas muy bajas inicialmente y los Bancos otorgando créditos “blandos“  o de bajo coste para ayudar a la creación e instalación de nuevas e incipientes empresas.

En lo referente al factor humano, coordinar el eje educación- empresa, que hasta ahora no funciona.

Don Luis Salazar Presidente de la Sociedad Nacional de Industrias comenta que uno de los grandes problemas actuales es que muchos jóvenes están siendo educados en carreras como por ejemplo Contabilidad, Educación , Derecho etc. etc. en las que el excedente actual de titulados es elevadísimo y a los que les faltó información en el momento de elegir carrera. También nos dice que el Estado, la empresa privada, las universidades y los institutos deben coordinar hacia donde queremos ir en el tema de la educación y su conexión con la economía del país.

En la misma sintonía se halla el director del Servicio Nacional de Adiestramiento en el Trabajo Industrial (SENATI), Don Jorge Rivera, que coincide en la descoordinación existente del sistema educativo actual y la demanda de mano de obra cualificada por las empresas del país.

Haciendo referencia al antes aludido Mapa Capital Humano vemos claros ejemplos de sobreoferta laboral como ocurre con Educación con un exceso de 688.050 profesores. El lector dirá: ¡Que barbaridad! Pues sí, es una barbaridad, aunque quizá ha sido propiciada por el propio Estado, ya que si en vez de 50 alumnos por aula o salón hubiera 20, que es lo pedagógico, se multiplicarían exponencialmente el número de aulas o salones y por lo tanto el número de colegios, con lo que no sobrarían profesores.

En Contabilidad hay un excedente de nada menos que 198.050 profesionales y en Derecho 168.850; Secretariado tiene un excedente de 114.550 y Computación 99.800 profesionales. Actualmente también hay excedente en Economía, Ingeniería eléctrica, Química, Farmacia, Ingeniería Civil, Arquitectura, Ingeniería Mecánica, Psicología, Diseño, Geología y Biología.

Por el contrario hay una seria falta de especialistas o titulados en sectores económicos tales como: Gastronomía, en la que faltan 419.700 profesionales cualificados; Trabajo Agrícola ( Ingenieros y Técnicos) 301.900; Medicina, 238.500; Administración de Empresas 97.000;Técnicos mecánicos 89.250; Especialistas en Comunicación  3.700; y en Ingeniería Industrial sólo faltan unos  400  titulados.

Finalmente y una vez vistas bastantes profesiones hay un apartado de OTROS en los que se engloban 1.367.700 personas con demanda insatisfecha  laboralmente, formado por técnicos y universitarios pertenecientes a los rubros de minería, industrias alimentarias, pesquería, servicios y comercio entre otros.

Conclusiones:

-Es innegable a la vista de los datos aportados que la  necesidad de coordinar educación y trabajo es prioritaria para que esos excedentes, que son profesionales, no sigan incrementándose. Y una de las maneras es  estableciendo números clausus (límite de plazas) en aquellas carreras excedentes.

-Por otra parte hay que pensar que a poco que el mercado industrial empiece a florecer, muchos de los excedentes actuales irán siendo absorbidos por la nueva demanda creada. Y esto puede ser realidad muy pronto.

Recomendaciones a los estudiantes y sus papás:   

-Los jóvenes deben hablar dos o tres idiomas al menos.

-Deben conocer  las posibilidades reales de los trabajos existentes y su proyección futura.

-Respetarles su vocación y decisión de elección profesional.

-Tener muy claro que el mercado laboral está globalizado y por lo tanto se debe estar en disposición de laborar en cualquier parte del mundo.

Moraleja: Las fábricas de parados deben dar paso a las de activos demandados.

Así sea.

EL VIGÍA.