Los datos estadísticos
recientemente proporcionados por la
Superintendencia de Transportes de Personas Carga y Mercancía (SUTRAN), son
reveladores de la realidad en lo referente a la siniestralidad de nuestras
carreteras. Nos indican que los accidentes lejos de disminuir continúan en
aumento. Los datos proporcionados hacen referencia a las estadísticas de
accidentes en las vías interurbanas nacionales y carreteras de penetración, sin mencionar los acontecidos
en las vías urbanas. En lo que llevamos de año, las cifras de Ancash están en
53 accidentes con 21 fallecidos y 158 lesionados. Las cifras, siempre frías,
son reveladoras de que se terminará el año muy posiblemente superando la
siniestralidad del año anterior y según la información proporcionada son
principalmente autobuses y camiones de carga los principales protagonistas de
que Ancash sea la cuarta región del país con más accidentes.
Los especialistas en
circulación vial señalan que la mayoría de accidentes son originados por una
falta de mantenimiento de los vehículos
y por la negligente actuación de
los conductores en unos casos y también por su
cansancio o agotamiento en otros.
Sabido es que los actores
principales en la circulación vial son muy variados tales como la orografía, el
firme, la señalización, la climatología, el mantenimiento del vehículo, la
formación del conductor y fundamentalmente su prudente actuación al volante del
vehículo.
Así vemos que no es lo mismo
conducir por montaña que por la costa; por la Panamericana que por las vías de
penetración; con una correcta y profusa señalización que con su ausencia;
circular con niebla o lluvia que sin ellas. En lo referente al mantenimiento es
primordial el buen funcionamiento del sistema de frenado, la refrigeración del
motor, la amortiguación y sobre todo la correcta y adecuada presión de aire en
las ruedas. Nos queda la formación y la prudencia del conductor.
En lo que se refiere a la
formación poco se puede decir, ya que
brilla por su ausencia. Mientras los brevetes se sigan obteniendo como ocurre
actualmente los conductores continuarán siendo unos perfectos analfabetos
viales. Así de claro.
En cuanto a la prudencia del
conductor, hay que insistir que es la clave para disminuir sensiblemente la
siniestralidad, pues el factor
humano es determinante en este caso. Esa
prudencia deseable en el conductor se ve alterada o bien por factores
endógenos, como puede ser el machismo según nos dicen los psicólogos, y de ahí las pruebas
psicotécnicas para la obtención del brevete, o por factores exógenos, como
puede ser el alcohol o nuestro inseparable teléfono móvil acompañante, a cual
más peligroso cuando uno está pilotando.
Y como decía al principio las
estadísticas sólo hacen referencia a la circulación interurbana pues si se incluyeran los
accidentes urbanos las cifras serían aún más sobrecogedoras, serían de espanto.
Los que no parecen haberse enterado son nuestros responsables municipales que
lejos de prohibir tajantemente la circulación de vehículos de transporte
público con unas antigüedades antediluvianas, los inscriben hasta con
matrículas del año 90, con el consiguiente incremento de la contaminación ambiental,
así como de la inseguridad que se les
supone, y la estética que les adorna, además de los consiguientes perjuicios
económicos en mantenimiento y averías a sus propietarios.
Tanto taxis, como colectivos,
y también combis deberían estar sujetos a cumplir unas medidas mínimas de
presencia e higiene. Cristales rotos, ventanillas que no funcionan, puertas que
no cierran, carrocerías abolladas y asientos con mugre son el pan de cada día
en el transporte local. Y esa es la imagen que se traslada al exterior,
querámoslo o no, de nuestra ciudad.
Pero no siempre es el
conductor el responsable de la actuación viaria sino que las empresas de
transportes como tales son responsables de las actuaciones de sus vehículos,
como veremos a continuación.
Los autobuses de pasajeros,
merecen otra mención. Siempre se les consideró como los amos de las carreteras,
por su presencia y tamaño que intimidaban al resto de vehículos. Pero ahora
algunos de ellos han pasado a ser los amos y también los señores del transporte
terrestre, pues hacen lo que les viene en gana con los pasajeros que
transportan y el servicio que prestan, sin que aparentemente la autoridad
competente intervenga.
Les cuento. El Servicio
Público de Salud, llamado Es Salud con el fin de proporcionar un mejor y
confortable servicio a sus clientes que son pacientes y tienen que trasladarse
a recibir tratamiento de cirugía a la ciudad de Piura (donde se halla la élite
de la Oftalmología) les proporciona un servicio gratuito de traslado mediante
acuerdo con una empresa de transporte terrestre de esta localidad. Un servicio que
debe proporcionar dicha empresa de transporte es el nocturno ( 21,45h.) con un
bus-cama, en el que en la parte superior se habilitan unos asientos semi-cama y
en el compartimiento inferior unos confortables sofás-cama. El pasajero dispone
de la opción de si lo considera oportuno viajar en el sofá-cama, pagando la
diferencia, cosa que siempre he hecho en ese trayecto nocturno. He tenido que viajar en varias
ocasiones, invitado por el Es Salud, siempre con la misma Compañía y en cada
viaje me he encontrado con nuevas sorpresas. Conózcanlas.
Cuando vas de Chimbote a
Piura, por la noche, llegas bien relajado y descansado tras ocho horas de viaje,
si deciden llevarte en bus-cama, cosa que no siempre es así. Pero, amigos
cuando vuelves de Piura en el que sale a las 13h., resulta que Chimbote se ha
alejado, ya no está en el mismo sitio, pues llegas a las 23,30 h. Si, leen
bien, le cuesta 10,30h. o sea dos horas y media más que a la ida, tras las
preceptivas paradas en los paraderos y alguna que otra más.
Continúo. Esta Compañía ha
decidido culturizar a sus pasajeros y nos obsequia en cada viaje diurno con las
más diversas seudo conferencias; unas veces el conferenciante nos informa
ampliamente sobre la prostatitis, sus características, consecuencias y su
erradicación con unas pastillitas que él mismo proporciona a los pasajeros a bajo
precio.
Otros días el conferenciante
es otro, que habla sobre la inflamación de ovarios, las nefastas consecuencias y el tratamiento a seguir, también con otras
pastillitas, éstas muy pequeñitas para las féminas.
Otro día, o el mismo, de
pronto y sin esperarlo, la clase es de degustación de la gastronomía local,
apareciendo unas orondas señoras coloraditas
con unas grandes cestas con empanadillas variadas, huevos duros, rosquitas,
chifles, etc. etc.
En el último viaje nos
hablaron del Párkinson, con demostración incluida de babeo y temblores y de las
bondades del Ginseng oriental, cosa que me extrañó bastante teniendo aquí la
inigualable MACA. La Dirección de esta agencia se ha tomado muy en serio lo de
la salud.¿ Por qué será?
Otro día, la noche del día 2
pasado, nos sorprendió a cuantos pretendíamos viajar a Piura esa noche,
eliminando unilateralmente y sin previo aviso el viaje de bus-cama programado,
por uno convencional, a pesar de haber pagado con unos días de antelación la
diferencia. A la solicitud del por qué de la anulación del viaje contratado la
respuesta no fue otra que: “¿No puede estropearse un bus-cama o qué?.¡Si quiere
le devuelvo su dinero!”. Hasta la fecha no ha habido explicación alguna.
A la mañana siguiente todos, ancianos,
mujeres, niños y pacientes llegamos un poco más plegaditos que de costumbre a
Piura pero en mi caso y creo que en el de algunos más, con la gran satisfacción
de que América Expréss era la última vez,
mientras no cambie, que nos transportaba. Transportes y el EsSalud deben tomar
buena nota.
Moraleja: No por mucho correr
amanece más temprano.
Así sea
EL VIGÍA.
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