He recorrido como conductor
tanto de automóvil como de moto lineal cientos de miles de kilómetros por
diversos continentes, y he sido testigo de muchas acciones u omisiones que
merecen no recordarse.
He circulado por EEUU, CANADÁ,
PERÚ y COLOMBIA en el continente americano; por MARRUECOS en el africano y por
ESPAÑA, PORTUGAL Y FRANCIA en Europa.
Así que me falta circular por
ASIA y OCEANÍA.
Por las experiencias vividas,
si tuviera que valorar la calidad de los conductores por su respeto y
acomodación a los reglamentos de circulación pondría en último lugar a
marroquíes, seguido muy de cerca por peruanos y colombianos. En primer lugar,
por su bien circular colocaría a los canadienses, seguidos por los europeos
(españoles, portugueses y franceses por este orden) y muy de cerca de ellos los
estadounidenses.
Por supuesto que estas
impresiones son bastante subjetivas pues los factores que influyen en una buena
y correcta circulación son muy variados y no sólo dependen del individuo sino
también de factores externos a él como pueden ser la red viaria o sea las
carreteras, la potencia del vehículo, las condiciones meteorológicas, etc.etc.
En lo referente al sujeto
central de la circulación, el individuo, hay que valorar principalmente su formación
académica como conductor, su concepción del hecho de estar al mando de una
máquina que en ciertos momentos puede convertirse en peligrosa, de sus
conocimientos sobre los reglamentos de tráfico, de sus conocimientos de mecánica
elemental del vehículo, de su infravaloración o no de los peatones, de su
experiencia y habilidad demostrada y en
fin de su propia psicología y valoración personal del hecho de sentarse frente
a un volante.
Analizando cada uno de los
parámetros anteriores vemos que aunque
deberíamos dar por hecho que todo conductor conoce a fondo el código de la
circulación por la simple razón de disponer de su correspondiente brevete la
realidad nos impide confirmarlo. La inmensa mayoría de conductores desconocen
el significado de las señales de prohibición y de recomendación, por la
sencilla razón de la práctica inexistencia de ellas en nuestras vías. La
obtención del brevete no va acompañada de una formación completa y ejemplar del
futuro conductor, más bien diríase que los dan en las ferias.
Los conocimientos de mecánica
no son siquiera elementales; prueba de ello es el desconocimiento de un
conductor novato de cómo se cambia una rueda del vehículo.
La concepción de la economía
al volante es prácticamente desconocida: ¿alguien tiene presente que un inflado
de ruedas insuficiente además de originar un mayor consumo de carburante y
mayor desgaste de neumáticos también origina una conducción insegura y
peligrosa?¿ que llevar carga en el techo del vehículo así como circular con las
ventanillas abiertas por carretera origina un mayor consumo de carburante?¿que
para economizar en ciudad conviene utilizar la marcha (del cambio) más larga
posible sin que el vehículo retiemble? ¿Qué para un mejor agarre de las ruedas
en el suelo conviene hinchar una o dos décimas más de lo recomendado por el
fabricante?¿que está terminantemente prohibido por su extrema peligrosidad
bajar las pendientes en punto muerto?. ¿ que está prohibido llevar más de los
pasajeros autorizados, en unos casos tres y normalmente cuatro? Creo que no.
La infravaloración que se
hace del peatón es insultante, igual sean niños, mujeres o ancianos.
Sentarse frente al volante
origina una sensación de poderío y libertad que no todo el mundo es capaz de
asimilar de forma correcta. De ahí las pruebas psicotécnicas que los expertos
psicólogos a la vista de sus estudios han conseguido se implanten para una
mejor selección de los futuros conductores, aunque aquí todo el mundo las
supera sin problema alguno.
La realidad que vivimos es
que la circulación viaria en este país es un auténtico caos. Los vehículos,
principalmente los pesados, circulan preferentemente por la izquierda , cuando
deben hacerlo por la derecha y a unas velocidades inapropiadas y en muchos
casos prohibidas por las ordenanzas municipales; los adelantamientos se hacen
indebidamente por la derecha; los rompe muelles, superados tecnológicamente y
prohibidos reglamentariamente por su peligrosidad en otros países , aquí son
reclamados por la población; el ensordecedor tránsito vehicular es incrementado
sensiblemente por la utilización prohibida e indiscriminada del claxon; el teléfono
móvil bien pegadito a la orejita suena continuamente; el alcohol es un
compañero más de viaje, y en fin, la falta de respeto hacia el peatón que aún
teniendo preferencia en los pasos de peatones es insultado cuando no golpeado por el impaciente, impertinente y mal
educado de turno. Ésta es la realidad en lo referente a la circulación viaria,
no sólo en nuestra ciudad sino en todo el país.
Los casos recientes de
atropellos de niños, agentes y peatones son un ejemplo, por supuesto nefasto de
cuanto digo.
Quedan dos apartados muy
importantes por analizar: Vehículos y vías de circulación.
En lo que se refiere a los
vehículos, hay que constatar la longevidad de los que circulan actualmente.
Vemos circular cada día por nuestras vías a centenares de vehículos con más de
veinticinco años de antigüedad. Esto conlleva, mayor consumo de carburante,
mayor contaminación ambiental y mayor inseguridad viaria. Establecer programas
potenciando el cambio del vehículo viejo por uno nuevo con incentivos para el
comprador, se han implantado en diversos países con bastante éxito. Aquí habría
que intentarlo.
Las vías de circulación son
el otro apartado decisorio en la calidad circulatoria del país. Son
verdaderamente deplorables. La mala calidad del firme (suelo), la falta de
señalización, la presencia de rompe muelles y obstáculos en plenas vías de circulación
no precisamente lentas hacen que circular se haga bastante complejo, difícil y
peligroso. Definitivamente tener coche en Perú hoy, es tener un problema más,
aunque los enamorados de la conducción lo sufrimos estoicamente. Si así ocurre
con los vehículos de cuatro ruedas ¿que será con los de dos, las motos lineales?.
Aquí Ir en moto es una “hombrada” y llegar a casa enteritos una heroicidad, se
les dice alguien que ha hecho miles y miles de Kilómetros, siempre
ineludiblemente con casco tanto conductor como pasajero. Por cierto, en todo el
mundo, excepto algunas poblaciones de Colombia, pueden circular hasta dos
personas en cada vehículo. Lo digo para ver si nuestras queridísimas
autoridades desisten de su afán prohibicionista de las dos personas por moto,
con la excusa de la seguridad. Se les nota que no han ido nunca en moto lineal
y ellos no saben lo que se pierden, pues nunca han experimentado la sensación
de libertad que produce el soplar del viento en la cara y cuerpo de los
motoristas. Sin olvidar la menor contaminación, la mayor economía y la rapidez
de traslado.¡¡Vivan las motos lineales y la mujer que va sentada detrás!!
Moraleja:” Conductor que
conduces, por el bien de todos, condúcete con prudencia”.
Así sea.
EL VIGÍA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario