martes, 25 de febrero de 2014

ARTÍCULO: LOS SUELDOS.




Las opiniones vertidas con motivo del aumento de sueldo de los ministros y altos cargos de la Nación han sido variadas y contrapuestas. Así vemos como Isaac Humala, papá de Ollanta refiriéndose al Ministro Castillo dice: “Es un bruto y perverso por intentar sabotear el Gobierno del pobre Ollanta Humala. Es un traidor a la Patria”. Daniel Abugattás: “El Gobierno tuvo los pantalones de tomar la decisión”. Mauricio Mulder:”Si los aumentos son para atraer talentos que se vayan los ministros que entraron solo por S./ 15,000. Sobre todo Castilla”. Phillip Butters:” No puedes esperar que un Ministro de Estado gane tan poco, 30,000 soles, deberían ganar más. ¿Cómo vive Castilla con ese sueldo?. Estos sueldos son insuficientes, deberían ganar el doble. Quién maneja miles de millones de dólares tiene que ser un tío de nivel si no ponen a cualquier pichiruchi”. Ironía pura.

Y es que el sueldo mensual de un Ministro peruano pasa de 15,000 soles/mes a 30,000 soles/mes según el Decreto Supremo número 032-2014 y no solo afecta a los miembros del Gobierno de la Nación sino también a altos cargos de la administración incluidos los de los Gobiernos Regionales y Locales que verán incrementados sensiblemente sus ingresos.
La cosa viene de atrás. En principio fueron los señores congresistas los que se duplicaron los sueldos, después fueron los señores Jueces los que hicieron unas reivindicaciones salariales impresentables en sus formas consiguiendo sustanciosos incrementos, y ahora de la noche a la mañana, o con nocturnidad, llámenle como quieran,  son los miembros del Gobierno y altos cargos de la Administración los que imitan aquellas auto adjudicaciones. O sea, los integrantes de los tres grandes poderes del Estado, Ejecutivo, Legislativo y Judicial se han llevado el “gato al agua” o lo que es lo mismo se han repartido la tarta de la fiesta a la que se han invitado ellos solitos excluyendo a los demás, mientras maestros, médicos, ingenieros, técnicos, laborantes, etc. etc. tiene que estar a verlas venir y poniéndoseles los dientes lagos. ¿En qué cabeza cabe que un Ministro por muy ministro que sea, su sueldo sea 40 veces el sueldo mínimo de un trabajador o lo que es lo mismo S./ 30.000  mes y el trabajador  S./ 750 mes lo que viene a significar que este último tiene que laborar durante más de tres años (40 meses) para cobrar lo que gana en un mes su distinguido Ministro de turno? No cabe en cabeza normal alguna, según el sentido común, que parece ser el menos común de los sentidos en las cabezas dirigentes del país, que a su vez parecen tener bolsillos sin fondo. 

En este aspecto la mejor imagen del continente la tiene Argentina, donde un Ministro gana (5,300 $) la mitad de lo que gana un ministro peruano (10,638 $) y el sueldo mínimo (635 $)  es casi tres veces superior al peruano lo que hace que el sueldo de un Ministro argentino sea únicamente 8 veces y no 40 veces como ocurre aquí, el sueldo mínimo.
Es entendible, aceptable y comprensible que las altas jerarquías teóricamente más preparadas, y digo teóricamente, tengan sueldos más elevados pero no, nunca, jamás debe ser aceptado un desnivel de cuarenta veces. Eso es vergonzoso, impresentable se mire por donde se mire y propio de un país explotado y tercermundista, donde su clase dirigente no hace más que mirarse su ombligo hasta no poder verlo por el alarmante diámetro alcanzado por su cintura. ¿Y para hacer esto han esperado al triunfo alcanzado en la Haya?¿ Porque, hasta qué punto ha sido un verdadero y auténtico triunfo? Eso habría que verlo detenidamente.

De todas las maneras tanto el Presidente del Consejo de Ministros Sr. Villanueva como su Ministro de Economía Sr. Castilla se lucieron cuando dijeron “Que esto no es un incremento de sueldo, sino una corrección a una distorsión populista del Gobierno anterior que originó una “fuga de talentos” en todos los sectores”. Verdaderamente palabras bochornosas e impropias de cualquier dirigente que afectan a los aspectos de veracidad y objetividad de las que siempre deben estar acompañadas.
Pues si con estos sueldazos evitamos las “fugas” y digo yo también la corrupción, bienvenidos sean. Aunque permítanme que lo dude, pues el “talento” difícilmente ha ido unido al dinero, sino más bien a la sabiduría, la honradez  y el trabajo diario que son cosas diferentes. Y a los “fugitivos” hay que darles “puente de plata “ y que se vaya bien lejos, pues sujetos de esa catadura moral no entienden el honor que significa ser alto dignatarios del país y trabajar por y para el bien común.
En lo que se refiere a la corrupción no se la elimina precisamente con más dinero, pues este es el que la origina, sino con otra cosa llamada cárcel.

Podemos estar de acuerdo en que un profesional debe estar bien retribuido, pero empezando por el de más abajo que suele estar más necesitado y desequilibrado socialmente, siguiendo por el del medio y terminando por el de arriba, el menos necesitado de incrementos salariales pues disfruta de un estatus ya de por sí muy elevado.

Ustedes me dirán que puede opinar de todo esto un maestro que gana y no en todos los casos S./ 1400 mes, o sea 21 veces menos que un Ministro, o lo que es lo mismo,  trabajar casi dos años para ganar lo que el Ministro en un mes. O el médico con sus S./ 3,000 mes, o sea 10 veces menos que su ministro, teniendo que trabajar casi un año para cobrar lo mismo que él en un mes . El ingeniero de forma similar y también el técnico, el laborante  y qué decir del peón.
Mientras tanto mi suegro con S./450 mes de pensión, eso sí, vitalicia, se ríe por no llorar y dice algo irreproducible, y un par de cosas más que me callo para no herir los oídos de mis apreciados lectores.
Y al igual que mi suegro hay miles y miles de pensionistas que quizá no han tenido todos ellos suerte similar, y como el mío están clamando y reivindicando su derecho de ser atendidos de forma digna en sus pensiones, como también en sus retribuciones los diferentes profesionales de los distintos sectores productivos del país.
Decididamente siguen siendo sueldos miserablemente opulentos los de esa minoría de élite dirigente que con sus actos, auto adjudicándoselos, lejos de ser ejemplarizantes ante la ciudadanía son alarmantemente escandalosos para quienes les pagan y mantienen con su sudor y esfuerzo y que no son otros que los sufridos  contribuyentes.
Moraleja: ¡Qué alto es el Perú con sus diferentes niveles con profundidades de hasta 40 veces! La pena es que así, con tanto desnivel, nunca se hará grande y fuerte de verdad.
Así sea.

ELVIGIA.

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