Como cada noche al terminar
sus clases vespertinas llega Poli a casa y tras darme las buenas noches dice:
“¿Pero no decían que no había Zoológico en la ciudad? Según mis compañeros de
clase y he podido comprobar hoy, hay varios, activos y que por 2 soles puedes
visi” En esto entra atropelladamente Tefi y me pregunta: “Oye Vigía, ¿no decías
que estaba aprobado lo del incremento de la Remuneración Mínima Vital (RMV)?”
“Pues sí Tefi, la Comisión
Técnica de la Productividad y Salario Mínimo tiene emitido su informe favorable
para el incremento hasta de un 10%, y deberá ser el Consejo Nacional del
Trabajo quien dé luz verde a esa pírrica subida de hasta unos 75 Soles/mes,
para que el Consejo de Ministros lo haga público. Debería estar ya vigente,
pero la repetida inoportunidad de Nadine, la negativa de Castilla y el
absentismo del Presidente, lo están retrasando por ahora. O sea, se pueden
pagar unos sueldos de 1000 Soles/día, pero hay problemas para pagar otros que
no llegan a 30 Soles/día. A esto se le conoce con el nombre de falta de “cintura
política” o lo que es lo mismo “insensibilidad política”. Y además, a quienes
defendemos lo más racional, se nos trata
de “irresponsables”. ¡Qué fácil resulta para ciertos gobernantes ampararse en
la irresponsabilidad ajena cuando lo que se trata es de tapar la propia y la de
quienes le rodean, auténticos originarios de la crisis creada! ¡ Y no se sube
ahora por la simple cabezonería de no dar su brazo a torcer, amparándose en
criterios obsoletos, superados y opuestos a los de economistas también
liberales y de prestigio, que dicen todo lo contrario: que puede y debe hacerse
sin riesgo alguno para el empleo nacional! En cuanto se calme la borrasca y las
aguas vuelvan a su cauce se aprobará, aunque sea tarde y mal pues las centrales
sindicales están encontrando en la tardanza el terreno abonado para incrementar
sus reivindicaciones salariales. Incluso se empieza a hablar de incrementos
hasta los 1500 soles/mes para equiparar el RMV al del coste de la cesta de la
compra”
Continuamos nuestra tertulia.
“¿Qué os parece – pregunto- lo de la subida de tarifas de los colectivos?”
Contesta Tefi: “Pues a mí un 14 me ha subido 0,30 Soles, bueno en realidad 0,50
Soles, pues le he dado 2 para que se cobrara y con la excusa de que no tenía
céntimos me ha devuelto 0,50 Soles y hasta ahora. Por el contrario, a la vuelta
de clase, otro 14 me ha cobrado 1 Sol y ha dicho que él no subía la tarifa”. “¿Pero-
tercia Poli- esto de las tarifas quién lo marca, o quién lo decide?”.
Intervengo: “En los años 90, el gobierno de Fujimori, lamentablemente para los
municipios, dictó la Ley de la Oferta y la Demanda, donde perdieron su hasta
entonces poder de dictar las tarifas de los vehículos de servicio público, como
son taxis, colectivos y combis. En una
economía libre de mercado, lo correcto es que como tal, sean libres las
empresas para marcar sus precios de venta. Pero cuando hablamos de “Servicios
Públicos” y el transporte urbano lo es, puede ser privado, aunque sus precios o
tarifas deben ser cuando menos consensuados y conocidos previamente por la
autoridad municipal correspondiente, en este caso la Sección de Transportes del
Municipio, que es la que expende las licencias y la responsable final de que el servicio que se
presta al ciudadano, tanto en la ruta a realizar, como en la forma y en el
fondo de como se realiza sea el correcto
y adecuado. Y atención señores congresistas de la Nación: Si hay que cambiar la
Ley que se cambie. Así de clarito, que se cambie. Debe ponerse coto o freno a tanto despropósito en
el ámbito del transporte público urbano donde cada uno hace lo que le da la
gana, siempre en detrimento del humilde contribuyente que no es ni más ni menos
que el usuario que paga. Parece que a estas alturas del siglo XXI, hay que
aclarar de quién es la responsabilidad de que el ciudadano reciba el mínimo
trato que como persona se merece. Así, ¿de quién es la responsabilidad de que
el vehículo circule en condiciones técnicas adecuadas, con cristales, sin
roturas, frenos, amortiguación, etc,etc? Del empresario. ¿De quién es la
responsabilidad de que los vehículos estén desinsectados, desparasitados y
desinfectados, o lo que es lo mismo, en condiciones higiénicas apropiadas? Del
empresario. De quién que el conductor sea educado, amable, correcto y
servicial? Del empresario. ¿De quién que los precios o tarifas sean razonables
y aquilatados a la ruta recorrida? Del empresario.
¿Y si el empresario como es en
numerosísimos casos no se siente responsable de nada de esto, como actualmente
está ocurriendo? ¿Qué cabe hacer? Hay quienes se encogen de hombros, y miran
para otro lado.
Creo es responsabilidad de
Indecopi y/o el Municipio, de la Sección de Transportes que no está únicamente
para marcar un trayecto o ruta, que en muchos casos no se cumple, sino que debe
reunir y sentar a los titulares y “ayudarles” a “recapacitar” y que entren en
razón. El ideal es que el mercado se auto regule y marque sus propias pautas,
pero en bastantes ocasiones, como ocurre ahora, y el mercado se descontrola, al
tratarse de servicios públicos, hay que marcarle unas pautas de comportamiento
a seguir con medidas coercitivas si fuera necesario para evitar los atropellos,
las tropelías y las sinvergonzadas. ¿ O no es así?
Interviene Poli: “Al
principio de la conversación, Vigía, he mencionado lo del Zoológico, pues he
podido comprobar lo que decían mis compañeros: que algunos colectivos parecen
zoos ambulantes por la variada fauna que atesoran: pulgas, piojos, chinches,
arañas, garrapatas y parásitos en general, además de alguna que otra fiera
suelta que va al volante”. Continúa Tefi: “Y no digamos de las condiciones
técnicas del vehículo: cristales rotos, ventanillas inoperantes, puertas que no
cierran, cinturones inservibles, carrocerías abolladas y despintadas, etc. etc.”
En los países desarrollados,
en los períodos vacacionales y festivos en los que la demanda de transporte es
mayor, las tarifas se caracterizan por ofrecer unos precios sensiblemente más
bajos que el resto del año pues se entiende que el transportista puede abaratar
sus servicios por el elevado incremento de viajeros que tiene. Pues eso es así,
menos aquí, donde una cuadrilla de empresarios aprovechones, por llamarlos suavemente,
amparándose en una errónea y vergonzosa interpretación de la Ley de la Oferta y
de la Demanda saquean al indefenso viajero con unas tarifas incrementadas
salvajemente en un 20, 30 y hasta 50% sin que la autoridad intervenga. Cosa de auténticos
piratas. ¿Y de INDECOPI? Nada se sabe. Está desaparecida. Aquí sólo ACUREA con
Julio Roncal al frente dan la cara por los consumidores. Volvamos al transporte
público urbano. En mi opinión está de todo punto fuera de razón el incremento
de los pasajes, aprovechando el inicio escolar, dado el ajuste de precio del
combustible por una parte y la ausencia de mejora en el servicio por otra.
También, que hay una
auténtica inflación de licencias concedidas pues su número parece excesivo para
la capacidad de las vías y el número de potenciales usuarios. Partiendo de las
deficientes condiciones técnicas e higiénicas de quienes no cumplen las normas,
el municipio podría aligerar dicha inflación. Quizá el transporte urbano masivo, con carril
exclusivo y realizado con grandes y modernos autobuses sería el que lo abarataría
y facilitaría, disuadiendo entre otras cosas a bastantes seudo profesionales
colectiveros actuales. Por último recordarle al nuevo y recién llegado Coronel
de la PNP que en esta ciudad las manifestaciones ciudadanas pacíficas han sido,
como deben ser, siempre protegidas por los agentes, que para eso están, al
servicio del ciudadano y no originando desatinos como hicieron el pasado y
reciente jueves día 6. Su actuación resultó al menos fuera de lugar, rozando la
provocación. Es de esperar, que falta nos hace, que tanto ardor profesional sea
aplicado con la misma diligencia ante los numerosos delincuentes que transitan
por aquí. Pronto podremos comprobarlo.
Moraleja: “Los buenos y
honrados profesionales del transporte urbano siempre perdurarán. Los otros están
a extinguir”.
Así sea.
El VIGÍA.
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