Con
el lema de “ NO AL ALZA ABUSIVA DE PASAJES EN CHIMBOTE “ contenido de la
pancarta que encabezaba la marcha de la manifestación pacífica convocada en la
mañana del pasado martes 11, unos cientos de ciudadanos escoltados esta vez por
un buen número de agentes de la PNP para mayor tranquilidad de todos, manifestamos
una vez más nuestra discrepancia con la subida unilateral de tarifas de los colectivos que realizan el
servicio público de la ciudad. Se desarrolló tal y como era previsible sin incidente alguno y los manifestantes fuimos
invitando durante el largo trayecto de la comitiva a los numerosos transeúntes
que unas veces aplaudiendo y otras tímidamente sonriendo daban crédito a los
ciudadanos que haciendo uso de su derecho
manifestábamos nuestra disconformidad y conformábamos la comitiva que repito
expresaba el más rotundo NO al
incremento de tarifas en unos casos del 30% y en otros del 50%. En la
manifestación participaron médicos, profesores, abogados, informadores, universitarios,
vendedores, amas de casa, pensionistas y profesionales varios. Encabezada por miembros
de ACUREA, con Julio Roncal y la comunicadora Carmen Alejos al frente, conformamos
una comitiva más variada que larga en la que destacó la unidad de criterio de
los integrantes por la defensa del ciudadano, que somos todos, ante el
injustificado y exagerado aumento tarifario del mal llamado, pues a las pruebas
me remito, Servicio Público. Cerraba la marcha una pancarta del FRENTE AMPLIO
portada por sus fieles integrantes. Provisto de la gorra de mi hijo, con los ANGRY
BIRDS en la visera, mis gafas de sol (por operaciones oculares recientes) y con
mi camisa verde ecologista fui partícipe y testigo de excepción de cuanto aquí
relato. Eché a faltar la presencia de nuestras autoridades municipales o
regionales que no fueron capaces de delegar, al parecer verbo para ellos
desconocido, en alguien de su confianza, ya que quizá no tenían a nadie para que les
representara y apoyara la petición ciudadana. Ni apareció siquiera quien se
había apuntado recientemente a la anterior manifestación, me refiero al Gerente
del Dpto de Transportes de la Municipalidad, que al parecer ya no tiene nada
más que decir o hacer. Esa mañana ha tenido la oportunidad de manifestar
públicamente su pensamiento al igual que sus jefes, y motivos desconocidos se
les ha impedido, cosa de la que tomamos buena nota. Salir nuestras autoridades,
a la semana de iniciarse el conflicto, a decir que estudiarán la posibilidad de
que un transporte masivo público pudiera instaurarse en la ciudad para paliar
la problemática actual, me parece cuando menos, oportunista, pues son palabras
vacías, que no solucionan ya el problema al que tienen que enfrentarse miles de
ciudadanos. Esa alternativa, es a larguísimo plazo, pues necesita un estudio
complejo y cuya instauración no es mediata. ¿Es posible que a ninguna autoridad
representativa municipal o regional se le haya ocurrido invitar y sentar a los
representantes de los diferentes comités con alzas en sus tarifas para dialogar
y analizar seriamente y en profundidad la situación que están creando?¿Acaso es
lógico o normal un aumento unilateral de la tarifa entre el 30 y el 50%, cuando
el combustible está bajando y el costo de mantenimiento se mantiene? ¿Qué
trabajador es el que consigue un incremento salarial de ese calibre? Que yo
sepa ninguno, excepto esos especímenes que también se auto suben sus ingresos,
llegando al 100%, llamados ministros.
Entiendo
que “la papa caliente” queda en las manos de la Municipalidad que es quien
concede, planifica, coordina y supervisa las licencias existentes. Es ella y
nadie más que ella la que debe remangarse y afrontar la situación creada por
una parte por unos comités al parecer poco reflexivos y autoritarios y por otra
por ella misma al hacer dejación del principio más elemental que es ni más ni
menos el diálogo de concertación.
Los
colectivos que han incrementado salvajemente sus tarifas son ciudadanos, con
problemas similares a los de los que transportan y por lo tanto deben ponerse
en la piel de sus clientes y comprender que es inasumible ese incremento.
Todos, ustedes profesionales del transporte urbano también tienen derecho a
equivocarse, como es el caso, y también tienen su derecho a rectificar, pues
hacerlo es cosa de sabios. Bastantes de ustedes, más bien muchos, pues así me
lo manifiestan privadamente, se ven influenciados, manipulados y obligados por
quienes, aún siendo minoría sin
escrúpulo alguno están tergiversando la realidad: el combustible por ustedes
utilizado está bajando y el coste del mantenimiento vehicular se mantiene. Por
lo tanto no procede aumento tarifario alguno. Así que quienes de verdad son
profesionales del Servicio Público y quieren seguir gozando de su buena imagen
ante sus fieles clientes saben perfectamente lo que deben hacer. Otra cosa será
cuando sus costes real y verdaderamente se vean afectados por subidas directas
del combustible y/o mantenimiento. Entonces sí procederá un aumento racional.
Aducir como causa del incremento que las pistas están en mal estado, e
impropias de nuestra ciudad, cosa que es verdad, no justifica que el
responsable pagano sea el ciudadano, sino la Municipalidad, que es la que debe
velar por su integridad. Es a ella y a nadie más que a ella a quien ustedes deben
reclamar y solicitar el resarcimiento correspondiente. Y ahí recibirán nuestro
aplauso y reconocimiento.
En
fin, mi opinión es la de que sin diálogo, no monólogo, no se consigue acuerdo
alguno, y sin acuerdo las cosas no funcionan y van a peor.
Está
llegando el momento de que la profesionalidad de unos, los colectivos, unido a
su afán de servicio a la comunidad se imponga, junto a la necesidad de otros,
los usuarios, de utilizar racional y a su justo precio los servicios de los
primeros, coincidiendo y actuando ambos
al unísono.
Moraleja:
“Dos no se pelean si uno no quiere y en este caso los dos se necesitan.”
Así
sea.
EL
VIGÍA.
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