FUERA DE CARRERA
Por
fin, tal y como estaba previsto, los “enanos infiltrados” Guzmán y Acuña fueron
descalificados y sacados de la carrera electoral. Y es que ambos han sido
considerados como unos auténticos “metiches” e irreverentes candidatos al
romper todos los protocolos habidos y solicitar finalmente el mismo trato
dispensado a otras fuerzas políticas que vienen gozando de aparentes
privilegios. Así, Acuña ha sido apeado
por donar de forma humanitaria, sin nocturnidad ni alevosía, sino a plena luz
del día una cantidad de 10.000 soles a
unos comerciantes de Chosica para la construcción de un muro de contención ante
las turbulencias del Niño y un par de días antes la donación del importe de una
silla de ruedas a un joven inválido de Piura. Y digo aparentes privilegios pues
así lo parecen por ejemplo, las públicas donaciones monetarias de Fujimori en
sobrecitos al colectivo Factor K, o las de su hermano Kenji o para más inri las
de su aspirante a vicepresidente Sr. Huaroc, que por cierto se llama Bladimiro,
sin ser sancionadas por el JNE. Y en lo que hace referencia a Guzmán, lo mismo.
Es apeado por sus aparentes errores formales documentales de democracia interna
y en cambio la Alianza del APRA con el PPC se da por válida cuando era
incompetente el órgano creado para definir e inscribir su plancha presidencial.
Lo mismo que con PPK en el que dos miembros del tribunal interno
encargado de elaborar la plancha presidencial no eran siquiera miembros del
partido. Y todo esto ha sido denunciado y tachado, ante los Jurados pero sin
resultado alguno. O sea, un Tribunal Nacional de Elecciones, en el que además
de las fuertes sospechas de estar infiltrado por simpatizantes apristas, prima
lamentablemente aquello de “La Ley es la Ley”. Y me ratifico en lo de
lamentable, pues estamos ya en el siglo XXI, viviendo en un Estado de Derecho, y
ese concepto aludido, aquí y ahora quiere reflejar un estado conservador y
totalitario del que debemos huir. En democracia deben cuidarse las formas del
proceso electoral, salvaguardando siempre el fondo del mismo que es ni más ni
menos que el derecho a la participación política o lo que es lo mismo, la libertad individual y el derecho a elegir y
por supuesto ser elegido en las urnas , sin trabas ni impedimentos formalistas
y sin discriminación alguna. Y aquí y ahora todo eso no se ha cumplido, pues ha
prevalecido la protección de las formas sobre el fondo del proceso. Han
prevalecido tres criterios conservadores sobre dos más abiertos y consecuentes
con los tiempos que vivimos. Este resultado
hay que aceptarlo democráticamente
y también criticarlo abiertamente sin miramientos. Son más del 20% de
votantes los que se quedan a menos de treinta días del sufragio sin su opción
elegida.
Habrá
que recordar que este Jurado es el mismo que hace algo más de un año nos endosó
a los ancashinos un candidato regional, agárrense ustedes, con derecho a ser
sufragado pero sin derecho a premio si ganaba. Y así fue, el de la cruz a
cuestas y propuesta de los 500 soles
ganó, pero sin derecho a ser premiado inmediatamente aunque sí en diferido,
igualito que las tómbolas que él patrocinaba. Y no sé si será por eso, pero por
su inactividad, pues poco se sabe de él, parece estar pasándonos factura de
aquel atropello sufrido. Desde luego, que tanto los quinientos como él mismo quedaron
en las tinieblas.
Volviendo
a la actualidad hay que recalcar que esta campaña se está caracterizando por
los enfrentamientos, las disputas y sobre todo por los legalismos de los
jurados electorales en vez de las ideas, el pensamiento y los proyectos
políticos. Y digo lo de los legalismos pues desde el mes de Diciembre pasado el
Jurado Especial tenía conocimiento de la falla cometida por el partido de
Guzmán, pasando la pelota a otro jurado y vuelta, para terminar dictando
sentencia ahora, a escasos treinta días de los comicios y que se sospecha se
hace ante la inminencia insoslayable de la impresión de las cédulas de votación
que hay que hacer ya. Esta falta de uso correcto de los tiempos por parte del
JNE es lo que posiblemente más haya chocado en bastantes ciudadanos que se ven
confundidos y con sus expectativas sin concretar. Los mismos observadores
internacionales de la OEA han quedado impactados por la decisión tomada por el
JNE, y sobre todo por el momento electoral en que se ha hecho. En los últimos
quince años de democracia nunca un jurado había sacado de carrera a un posible
presidente. Y ahora incluso un tribunal trasnochado, mal llamado de Honor,
tiene la osadía de considerar indigno a un candidato a la Presidencia por un
posible plagio cometido en una Tesis Doctoral, pendiente de valorar por el ente
emisor. Algo sin precedente alguno. Lo que sí es evidente es que con este nuevo
e incierto escenario creado sin necesidad, quien más pierde es la misma
contienda electoral, que queda coja y a la espera de que sus miembros amputados
sean suplidos por otros aspirantes. Como si esto fuera la feria del pim,pam,
pum, en la que unos muñecos son suplidos por otros. Malo para la democracia y
la sociedad que la integra, que queda perpleja y sin la posibilidad del amplio debate
de las ideas y la razón que proporciona la libre participación política.
Y
ahora que? Pues saber que hasta el día de antes de las elecciones puede irse a
la calle cualquier candidato. Bueno, tanto como eso no, pues hay más de uno que
por su “pedigrí”, y trayectoria ultra neoliberal conservadora es intocable.
Aclararé que lo de ultra neoliberal conservadora es simplemente más de lo mismo,
o sea lo que estamos viviendo actualmente.
Aquí
el éxito no está y menos ahora en la
fotogenia de Guzmán, ni en los dineros de Acuña, que tiempo tendrán de
reponerse para volver con fuerzas renovadas, sino en el debate de las ideas de
Barnechea y Mendoza que nos pueden hacer progresar y acercarnos a una realidad
más próspera, moderna y de reparto que la que actualmente vivimos.
Y
no nombro al resto de candidatos por ser ampliamente conocidos. Una por su afán
de pasar ya en la primera vuelta y mantener toda la estructura política
tradicional, con sus filias y sus fobias. Otro en su sapiencia que esta puede
ser, por su edad, su última oportunidad. Y otros dos en su afán desesperado por
permanecer en la cresta de la ola.
Pues
bien, tanto aquella como estos otros tres son el continuismo, inmovilismo y
acartonamiento y hemos quedado en que lo
que aquí se necesita es apertura, creatividad, desarrollo, educación y
solidaridad.
Moraleja:”
No hay mal que por bien no venga”
Así
sea.
EL
VIGÍA.
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