En mi escrito anterior hacía
referencia directa al protagonismo de nuestros hijos en esa nueva sociedad a la
que se van a incorporar, que ya está llegando, y también al protagonismo que
adquiría el hemisferio cerebral derecho en su formación educativa. También les
ofrecía alguna actividad a desarrollar para su ejercicio.
Hoy pretendo comentar cual es
la situación actual y que nos demanda el futuro que para algunos de nosotros está
ya aquí.
Hoy en día el mundo del conocimiento
está disponible en la red, en Internet, mediante la utilización de esos
artilugios llamados computadoras, ordenadores, o tablet y que tanto esfuerzo nos
ha costado aprender su utilización a los mayores y tan poco a nuestros hijos.
Los pedagogos, psicólogos y
especialistas nos están diciendo que tan importante como la adquisición de
conocimientos, o quizá más, en el proceso formativo en el aula empieza a serlo,
la capacidad creativa o innovación,
la comunicativa y la de colaboración, pues esas aptitudes cada día son más
demandadas por el mundo del trabajo. En los procesos formativos de
primaria y secundaria las clases magistrales, en su día básicas, ya no lo son,
pues el actor principal es el alumno que ahora dispone de muchos más medios
para el aprendizaje que antiguamente. Así pues, los jóvenes necesitan
desarrollar fundamentalmente: los conocimientos básicos, la preparación
para el esfuerzo, y la motivación. Los tres son esenciales, aunque
también nos están diciendo que esta última, la motivación, es el
auténtico motor del aprendizaje. Se dice que el alumno motivado, vale por tres,
pues es curioso ante lo desconocido, se esfuerza más en la consecución de
objetivos y es valiente para arriesgar si se equivoca. Y ¿qué está pasando
actualmente? Pues que las clases son monótonas y con materias que no son de
interés para la mayoría de los estudiantes y de las que además tendrán que
examinarse. El resultado es que se preparan sólo para superar una prueba y no
para formarse, con el consiguiente olvido posterior, eso por una parte y por
otra sus mentores o profesores no son más que unos simples transmisores de
conocimientos, cuando lo que hace falta son: Motivadores, Estimuladores
o llámenlos como quieran. Por eso, cuanto más tiempo pasen los jóvenes en las
aulas en aquellas condiciones, menos motivados estarán. Y así el fracaso es
rotundo. ¿Entonces que hay que hacer? Los expertos coinciden en que hay que
reimaginar la educación en el nuevo siglo. Tendrá que concentrarse mucho más en
el desarrollo de las capacidades o competencias ya mencionadas y de la motivación
con sus tres componentes más importantes: el juego, la pasión y la
determinación.
Todo esto significa que la
función del profesor será la de tutelar al alumno, como el entrenador lo hace
con sus pupilos y, los directores de los Centros, líderes pedagógicos, no políticos, capaces de
trasladar la cultura de colaboración necesaria a sus docentes.
Para mejor entender:
Cualquier equipo para poder hacer algo en su competición (esta vida es
competición pura y dura) tiene que estar motivado. Sin motivación no van a
ninguna parte ya que los logros serán mínimos.
Lo que parece ser que tiene
que empezar a valorar el docente son los indicios de mejora que observa en los
trabajos de sus alumnos durante el año y no los resultados cuantitativos(notas
o calificaciones) conseguidos en unos exámenes, sino por medio de una
evaluación continuada, día a día, de tipo cualitativo.
En fin, si en la etapa de
formación Inicial buscábamos asentar las bases para conseguir la felicidad y
paulatina maduración de los pequeños, ahora, reitero, ya mayores lo que tenemos
que tratar de conseguir es el desarrollo de los conocimientos, el esfuerzo y la
motivación que posibiliten su incorporación al mundo laboral que aquí en el
Perú se vislumbra y que ya llegó a los países más adelantados. Digo esto porque
en cualquier país desarrollado y no hace falta dar nombres, el grado de
exigencia que se solicita a cualquier profesional es algo superior al que se
pide aquí. Así que hay que aprovechar la coyuntura pues estamos a tiempo para
remodelar y modernizar el sistema educativo, que actualmente es sólo, como se
dice vulgarmente, para andar cojeando por casa. Y eso que el peruano, goza
internacionalmente de un gran prestigio en el mundo del trabajo por su
excelente laboriosidad.
Para finalizar, y ustedes
conozcan, valoren y si quieren comparen, les trascribo las palabras de Tony
Wagner especialista de la Universidad de Harvard en temas de enseñanza, publicadas
recientemente en el The New York Times :” Una de las economías más innovadoras
del mundo, Finlandia, es de los únicos países donde los estudiantes terminan la
secundaria preparados para la innovación. Aprenden conceptos y creatividad más
que hechos y además pueden escoger en sus estudios muchas materias optativas, y
todo con un horario escolar muy reducido, pocos deberes para casa y
prácticamente sin exámenes”. Hasta aquí lo que nos dice Wagner.
Y ahora les diré dos cosas:
1) Los estudiantes finlandeses no son superdotados, sino que están bien motivados
y alimentados y 2) Allí el profesor está considerado y retribuido
económicamente mejor que cualquier otro profesional.
Estos dos aspectos deberían hacer reflexionar,
aunque sólo fuera un poquito a quien corresponda.
La próxima semana les proporcionaré
la tercera parte de este artículo que creo será de sumo interés para sus hijos
y seguramente para ustedes también.
Moraleja:”Alumno alimentado y
motivado, éxito asegurado con profesor formado y pagado”.
Así sea.
EL VIGÍA.
CONTINUARÁ.
No hay comentarios:
Publicar un comentario