Me hubiera gustado titular
este artículo con un SI, SI y SI.
ROTUNDAMENTE SI, simplemente
por lo que el Si encierra de positivo, estimulante e incluso de ilusionante.
Tiempo llegará y esperemos no tarde mucho en el que el Si prevalecerá y volverá
a ser algo cotidiano en nuestras vidas. Sin embargo las circunstancias que nos
rodean nos abocan al NO, que implica defensa, negación y desilusión.
Lamentablemente en estos momentos de crisis social debemos utilizar un NO
rotundo ante el asesinato, el chantaje y la corrupción. También un NO a la
inoperancia de las autoridades mal llamadas competentes que con su pasividad
están desautorizándose a sí mismas, sin olvidar por último un NO también
mayúsculo al “culto a la personalidad” que tanto está practicándose aquí y
ahora.
Todos estos NOs unidos,
forman un gran NO ante el delito, el crimen y la sevicia. El delito y el crimen
que mediante la fuerza y la violencia en unos casos, y la habilidosa y sibilina
utilización del poder en otros, como más tarde veremos, envilecen la vida
cotidiana, afectando a gran parte de la ciudadanía.
Estamos sufriendo un crimen organizado en el
que unas veces las bandas juveniles, en otras la utilización de niños para
chantajear y amenazar, y en medio de ellas los sicarios, a las órdenes de
autores, mal llamados, intelectuales son el origen de los crímenes que vienen
atemorizando a la sociedad en su conjunto. Mientras continúe existiendo el
“divorcio” actual entre el ministerio fiscal y la policía será difícil atacar
frontalmente esta lacra delictiva que se ha convertido en una auténtica plaga.
El garantismo procesal es loable y base del derecho pero no lo es la
ingenuidad, la inoperancia y el exceso de celo del que está haciendo gala una
vez sí y otra también el Ministerio Público, que está originando por una parte
una gran alarma social y por otra la desesperanza y frustración de los agentes
de turno que ven desautorizadas sus actuaciones y/o detenciones. Repito:
Garantías si, ingenuidad y exceso de celo no. Los incompetentes, cesados y a la
calle. El tema es lo suficiente serio como para desistir de seguir intentando cazar
mosquitos a cañonazos.
Tenemos un sistema judicial
que aparentemente se ha distanciado bastante del pueblo, quien por desgracia
para todos, desconfía de su correcta y ecuánime administración en tiempo y
forma. Como en todos los poderes del Estado y éste no es excepción, hay algunos
titulares que desentonan del resto por sus acciones u omisiones, haciendo que
los litigantes desconfíen de ellos. No se trata de un estamento que esté inmune
ante la corrupción o la connivencia con otros poderes, pues quienes lo
administran son mortales como tú y como yo querido lector y por lo tanto
expuestos a ese flagelo. Será bueno recordar las palabras de hace veinte siglos
del jurista romano Domicio Ulpiano: “Justicia es el hábito de dar a cada uno lo
que se merece” y tomemos todos buena nota de ellas, como también deberemos
hacerlo de las del no menos famoso escritor español Francisco de Quevedo:
“Donde no hay Justicia es peligroso tener razón ya que los imbéciles son
mayoría”. Pues eso.
En lo que se refiere a los entes locales representados por una
primera “autoridad” provisional llamada Gobernador que debe representar al
gobierno de la Nación poco o nada cabe decir de él pues su inoperancia es
patente. Prácticamente figura decorativa.
Del Presidente de la Región,
cuyas facultades y atribuciones transferidas en orden a su mandato están
prácticamente limitadas a aspectos meramente
económicos y de macroinversiones, es por lo que también poco se puede decir en
lo referente a su responsabilidad en el tema de la seguridad, excepto su disparatada propuesta
de sacar el ejército a la calle. En lo referente a sus atribuciones de gestión
ya descritas anteriormente, y teniendo sobre todo en cuenta las numerosísimas
denuncias de corrupción en las diferentes Direcciones Regionales de las que él
es máximo responsable, debe dar cuenta detallada y cuantificada de su gestión y
mostrar la entereza y templanza que debe caracterizar a un auténtico lider.
Últimamente parece haber perdido los papeles con sus destempladas arengas, unos
días arremetiendo y desautorizando a sus díscolos Regidores, otros tratando de
forma irreverente cual “pastorcillo” a nada menos que el Pastor Mayor Católico,
seguidamente tratando de desprestigiar a los organizadores de la exitosa manifestación
por el “SI A LA VIDA” y finalmente querellándose porque no le gustan los
comentarios críticos que unos profesionales de la información expresan libre y
soberanamente acerca de su gestión como persona pública que es. Su honor, al que hace
referencia permanece intacto. Además les
concede la gracia de su perdón si se retractan públicamente de lo dicho. Eso se
hacía antiguamente en la Inquisición. El Sr. Presidente que se autodenomina públicamente
como “oveja” y además “descarriada”, cosa que le honra en el contexto de aquellas
palabras, no puede con esos antecedentes pretender dar lecciones de semántica a
unos profesionales de las letras y fieles servidores de su libertad de
expresión amparados por la Constitución. Creo que como CESAR de ANCASH que es,
su altura de miras debe ser más elevada y para ello puede empezar dando
muestras de su magnanimidad retirando las querellas presentadas, continuar
moderando y aplacando su discurso y terminar si así lo considera haciendo caso
a su familia, que le adora, y retirarse a los “cuarteles de invierno” para disfrutar de/con ellos y dar paso a
renovadas alternancias en tareas tan duras e ingratas como es el puesto que
ocupa. En recientes declaraciones hacía alusión directa a dicha posibilidad.
Aprovéchela. Y todo esto dicho sin acritud ninguna por mi parte.
En lo que se refiere a la
Alcaldía local hay que constatar su trabajo en temas de prevención, mediante
ese abnegado cuerpo del Serenazgo que hace cuanto puede con sus limitados medios
en velar por nuestra seguridad. Por otra parte reconocer el “empacho” de
veredas y asfaltos mal acabados que debe sufrir? el Sr. Acalde de la ciudad.
Finalmente mi NO más rotundo
va dirigido a quienes practican de forma desvergonzada y sin miramiento alguno el “culto a la
persona”. Esta es una forma muy totalitaria, fascista y sibilina de utilizar el
poder para perpetuarse en él. La reconocerán por:
Exagerada adulación y
complacencia del dirigente. Autobombo.
Quien no opina igual es marginado,
amenazado o perseguido.
Utilización y presencia
exagerada de publicidad, imágenes personales y eslóganes, en edificios, medios,
escuelas y hasta en certificados.
Medios de comunicación o
profesionales “utilizados” para exaltar la excelencia del dirigente y denigrar
a sus opositores.
Los problemas nunca son
responsabilidad directa del dirigente.
Grandes manifestaciones o
movimientos de masas orquestados por el dirigente en su propio beneficio.
En síntesis: Utilización bastarda de los medios de
todo tipo, fundamentalmente económicos y
coercitivos de que dispone el poder.
Si tú querido lector ves esto
(fuera de las campañas electorales) sepas que sociedades cultas y desarrolladas
han tenido que pagar un elevado coste por rendir culto a un dirigente político
como si de un Dios se tratara. El coste siempre ha sido el incremento de la
corrupción, la incultura y el atraso económico en lo social, y el poder
despótico revestido de “divinidad” del dirigente, en lo político. Aléjate de
ello. En la historia reciente del siglo XX éste ha sido el caso de regímenes
totalitarios como la Unión Soviética, Alemania, Italia, España, la antigua
Yugoeslavia, y en el siglo XXI Iraq y Libia. A aquellos personajes, ya
históricos, los conocemos todos. Como también a los actuales imitadores.
Como decía al principio,
entre todos pronto vislumbraremos el SI, SI y SI.ROTUNDAMENTE SI.
Moraleja:”Donde hay justicia
no hay pobreza”( Confucio)
Así sea. EL VIGÍA.
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