martes, 24 de septiembre de 2013

ARTÍCULO: PENSIONES "INFORMALES"



La semana pasada les escribía sobre mi buen amigo Amador, el vigilante minipensionista que a sus ochenta y dos (82) años es por necesidad un “pensionista informal”. Quedamos en que andaba a la búsqueda, donde aún continúa, de otra actividad remunerada que le permita subsistir, pues con los trescientos (300) soles mensuales de “propinilla” que le pasa el estado (sigo escribiéndolo con minúscula), tiene para muy poca cosa pues en su casa son varias las bocas a alimentar. Digo que aún continúa buscando ya que en la urbanización donde trabajaba, no le pagan y la reunión de solicitud de trabajo que tenía el lunes pasado parece ser que no funcionó. El hombre a pesar de sus muchos años es fuerte de carácter y no pierde la esperanza de encontrar algo limpio y honesto que le permita tener algún ingreso más que su actual pensióncilla.
En el artículo anterior acerca de “La broma de las pensiones”, hacía referencia a la múltiples bromas que se hacen acerca de ellas, aunque no siempre de buen gusto pues la verdad es que por su cuantía son pensiones de broma. Una cosa es que se puedan hacer bromas y otra muy diferente es que su importe sea de broma, que eso ya es cosa más seria. Se podrán decir muchas cosas de ellas pero el hecho real de su existencia o cuantía es deprimente. Aquí puede aplicarse perfectamente aquello “del dicho al hecho hay un gran trecho”, como veremos a continuación.
Así, la tan nombrada a bombo y platillo “Pensión 65” no abarca al millón y medio de personas mayores de 65 años que carecen de pensión, sino a una inmensa minoría de ellos, unos doscientos sesenta mil, que tienen “la suerte” de residir en algún pueblito alejado de la gran urbe y por ello cobran bimensualmente nada menos que la suculenta cantidad de 250 soles. O sea 125 al mes. Entregado cada dos meses parece más. Desde luego que el limpiabotas, el churrero, el zapatero, el limpiacristales, el cobrador del combi, y tantos y tantos otros, todos ellos “informales” que malviven en nuestras ciudades y cuyos ingresos no llegan a los 750 soles/mes no tienen derecho ni a esa mísera pensión, pues han sido excluidos. Más que lamentable, vergonzoso. Esa es la “Pensión 65”, sin duda un gran esfuerzo de Gobiernos recientes, pues hasta hace poco no había ni eso.
 Mi buen amigo Amador me ilustra acerca de esto de las jubilaciones que son las que dan lugar a las pensiones. Me cuenta que las jubilaciones se iniciaron en el 1803 durante la era colonial. Posteriormente la Ley de Goces, ya en época republicana, dio paso al  Sistema de Pensiones de la Administración Pública, que sucesivamente fueron mejorando gracias a los esfuerzos de los trabajadores mediante sus reivindicaciones por tener una vejez cubierta y tranquila, hasta que desde hace unos cuantos años, en 1992 aparece el sistema privado de Administración de Fondos de Pensiones (AFPs).El gran negocio internacional …………… para algunos.
Han prevalecido dos sistemas de Pensiones según los Decretos Ley Nº 19990 y el Nº20530. El primero incluía a todos los trabajadores del Sector Privado, del hogar, artistas, del Sector Público,y profesores del Estado. En este sistema se reconoce el derecho a la jubilación, a la pensión vitalicia, a la de viudedad y a la de orfandad.
En la segunda se incluyeron a los trabajadores civiles de la Administración Pública que no habían sido contemplados en la Ley anterior y con el tiempo se incorporaron otros sectores de la Administración como los maestros nacionales y los integrantes de las diversas empresas del Estado. La aportación mensual de los trabajadores del Estado, al Fondo de Pensiones creado era del 13% con el objetivo de nivelar posteriormente sus pensiones con los ingresos de sus homólogos en activo en el momento de su jubilación. El pensionista tenía los mismos derechos que en el Decreto Ley 19990 más el de invalidez.
 Pues bien, el Estado recibió tras 25, 30 y más años, con el pago mes a mes de miles de trabajadores,  miles y miles de millones de soles que deberían haber servido para pagar las pensiones de aquellos jóvenes aportantes, hoy maduros, los que quedan, pensionistas. Pero la realidad fue otra: aquellos fondos se utilizaron “indebidamente” por los diferentes gobiernos de turno, sin que se hiciera ni una simple denuncia, ni apareciera alguien como responsable de la consiguiente y posterior quiebra del sistema. Si se hubiera respetado la intocabilidad de aquellas aportaciones la situación de los pensionistas peruanos sería completamente diferente a lo que actualmente y desde hace años sufren. Hoy más del 95% de nuestros jubilados viven en la miseria.
La puntilla terminó dándola la Ley 25897 de 1997, del gobierno de Fugimori , mediante la cual se da paso a la potenciación de los neoliberales macronegocios privados de las AFPs. Desde entonces se ha tratado por todos los medios de que el propio Estado quede liberado de sus obligaciones como tal, dejando el paso franco a los negocios privados de unas empresas (AFPs) incluso de capital extranjero que “administran” los dineros de los impositores y futuros pensionistas. Claro está que lo serán si no quiebran antes las susodichas entidades.
También debe quedar muy claro que los jóvenes trabajadores actuales independientes, y sobre todos los “informales”, deben ir haciendo previsión de su futura jubilación y consiguiente pensión mediante la cotización correspondiente, forma de ayudarse a sí mismos y también al Estado . Y digo al Estado pues éste es el que tiene la responsabilidad ahora de que no haya mayores de 65 años en la miseria.
Esto último debe quedar muy clarito. Al igual que el Estado vela por los diferentes estamentos como el legislativo, el judicial, el militar, el educativo etc, etc tiene la obligación de también hacerlo con el estamento pensionista. ¿ O acaso no es así?. Quizá haya que releer la Constitución.
Las Pensiones, se consideran en todo el mundo civilizado como derechos subjetivos de los ciudadanos contribuyentes y son consideradas como “gastos obligatorios” del Estado, que para lo que son no pueden estar ligadas obligatoriamente a la fluctuación de la fuente de ingresos o cotizaciones. Es el Estado el que tiene la responsabilidad de poner los medios para que mediante las cotizaciones o cualquier otra forma de ingresos (la estatal) se haga frente al pago garantizado de unas pensiones dignas. Y cuando digo dignas quiero decir lo mismo que representa como mínimo el Salario Mínimo Vital (750soles).
Estamos repletos de “informales”. Desde la puntualidad y minería informal, pasando por los legisladores informales, altos cargos informales, jueces y fiscales informales, médicos informales, abogados informales y profesores informales, hasta empresarios informales e incluso seudo periodistas informales, que de todos ellos hay, en tal cantidad que no es de extrañar que los mismos jubilados se hayan contagiado y se hayan tenido que convertir en “pensionistas informales”…………. a la fuerza. Están plenamente justificados ante la indiferencia de quiénes, “informales”, debieron velar por ellos desde hace muchos años y no lo hicieron, ni con honestidad ni diligencia ni largueza. Lo hacen ahora con 125soles/mes. Por algo se empieza.
Moraleja :” No hacen viejo los años sino otros daños”
Así sea.

EL VIGÍA.

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