Las opiniones vertidas con
motivo del aumento de sueldo de los ministros y altos cargos de la Nación han
sido variadas y contrapuestas. Así vemos como Isaac Humala, papá de Ollanta
refiriéndose al Ministro Castillo dice: “Es un bruto y perverso por intentar
sabotear el Gobierno del pobre Ollanta Humala. Es un traidor a la Patria”.
Daniel Abugattás: “El Gobierno tuvo los pantalones de tomar la decisión”.
Mauricio Mulder:”Si los aumentos son para atraer talentos que se vayan los
ministros que entraron solo por S./ 15,000. Sobre todo Castilla”. Phillip
Butters:” No puedes esperar que un Ministro de Estado gane tan poco, 30,000
soles, deberían ganar más. ¿Cómo vive Castilla con ese sueldo?. Estos sueldos
son insuficientes, deberían ganar el doble. Quién maneja miles de millones de
dólares tiene que ser un tío de nivel si no ponen a cualquier pichiruchi”. Ironía
pura.
Y es que el sueldo mensual de
un Ministro peruano pasa de 15,000 soles/mes a 30,000 soles/mes según el
Decreto Supremo número 032-2014 y no solo afecta a los miembros del Gobierno de
la Nación sino también a altos cargos de la administración incluidos los de los
Gobiernos Regionales y Locales que verán incrementados sensiblemente sus
ingresos.
La cosa viene de atrás. En
principio fueron los señores congresistas los que se duplicaron los sueldos,
después fueron los señores Jueces los que hicieron unas reivindicaciones
salariales impresentables en sus formas consiguiendo sustanciosos incrementos,
y ahora de la noche a la mañana, o con nocturnidad, llámenle como quieran, son los miembros del Gobierno y altos cargos
de la Administración los que imitan aquellas auto adjudicaciones. O sea, los
integrantes de los tres grandes poderes del Estado, Ejecutivo, Legislativo y
Judicial se han llevado el “gato al agua” o lo que es lo mismo se han repartido
la tarta de la fiesta a la que se han invitado ellos solitos excluyendo a los
demás, mientras maestros, médicos, ingenieros, técnicos, laborantes, etc. etc.
tiene que estar a verlas venir y poniéndoseles los dientes lagos. ¿En qué
cabeza cabe que un Ministro por muy ministro que sea, su sueldo sea 40 veces el
sueldo mínimo de un trabajador o lo que es lo mismo S./ 30.000 mes y el trabajador S./ 750 mes lo que viene a significar que
este último tiene que laborar durante más de tres años (40 meses) para cobrar
lo que gana en un mes su distinguido Ministro de turno? No cabe en cabeza
normal alguna, según el sentido común, que parece ser el menos común de los
sentidos en las cabezas dirigentes del país, que a su vez parecen tener
bolsillos sin fondo.
En este aspecto la mejor
imagen del continente la tiene Argentina, donde un Ministro gana (5,300 $) la
mitad de lo que gana un ministro peruano (10,638 $) y el sueldo mínimo (635
$) es casi tres veces superior al
peruano lo que hace que el sueldo de un Ministro argentino sea únicamente 8
veces y no 40 veces como ocurre aquí, el sueldo mínimo.
Es entendible, aceptable y
comprensible que las altas jerarquías teóricamente más preparadas, y digo
teóricamente, tengan sueldos más elevados pero no, nunca, jamás debe ser
aceptado un desnivel de cuarenta veces. Eso es vergonzoso, impresentable se
mire por donde se mire y propio de un país explotado y tercermundista, donde su
clase dirigente no hace más que mirarse su ombligo hasta no poder verlo por el
alarmante diámetro alcanzado por su cintura. ¿Y para hacer esto han esperado al
triunfo alcanzado en la Haya?¿ Porque, hasta qué punto ha sido un verdadero y
auténtico triunfo? Eso habría que verlo detenidamente.
De todas las maneras tanto el
Presidente del Consejo de Ministros Sr. Villanueva como su Ministro de Economía
Sr. Castilla se lucieron cuando dijeron “Que esto no es un incremento de
sueldo, sino una corrección a una distorsión populista del Gobierno anterior
que originó una “fuga de talentos” en todos los sectores”. Verdaderamente
palabras bochornosas e impropias de cualquier dirigente que afectan a los
aspectos de veracidad y objetividad de las que siempre deben estar acompañadas.
Pues si con estos sueldazos
evitamos las “fugas” y digo yo también la corrupción, bienvenidos sean. Aunque
permítanme que lo dude, pues el “talento” difícilmente ha ido unido al dinero,
sino más bien a la sabiduría, la honradez
y el trabajo diario que son cosas diferentes. Y a los “fugitivos” hay
que darles “puente de plata “ y que se vaya bien lejos, pues sujetos de esa
catadura moral no entienden el honor que significa ser alto dignatarios del
país y trabajar por y para el bien común.
En lo que se refiere a la
corrupción no se la elimina precisamente con más dinero, pues este es el que la
origina, sino con otra cosa llamada cárcel.
Podemos estar de acuerdo en
que un profesional debe estar bien retribuido, pero empezando por el de más
abajo que suele estar más necesitado y desequilibrado socialmente, siguiendo
por el del medio y terminando por el de arriba, el menos necesitado de
incrementos salariales pues disfruta de un estatus ya de por sí muy elevado.
Ustedes me dirán que puede
opinar de todo esto un maestro que gana y no en todos los casos S./ 1400 mes, o
sea 21 veces menos que un Ministro, o lo que es lo mismo, trabajar casi dos años para ganar lo que el
Ministro en un mes. O el médico con sus S./ 3,000 mes, o sea 10 veces menos que
su ministro, teniendo que trabajar casi un año para cobrar lo mismo que él en
un mes . El ingeniero de forma similar y también el técnico, el laborante y qué decir del peón.
Mientras tanto mi suegro con
S./450 mes de pensión, eso sí, vitalicia, se ríe por no llorar y dice algo
irreproducible, y un par de cosas más que me callo para no herir los oídos de
mis apreciados lectores.
Y al igual que mi suegro hay
miles y miles de pensionistas que quizá no han tenido todos ellos suerte
similar, y como el mío están clamando y reivindicando su derecho de ser
atendidos de forma digna en sus pensiones, como también en sus retribuciones los
diferentes profesionales de los distintos sectores productivos del país.
Decididamente siguen siendo
sueldos miserablemente opulentos los de esa minoría de élite dirigente que con
sus actos, auto adjudicándoselos, lejos de ser ejemplarizantes ante la
ciudadanía son alarmantemente escandalosos para quienes les pagan y mantienen
con su sudor y esfuerzo y que no son otros que los sufridos contribuyentes.
Moraleja: ¡Qué alto es el
Perú con sus diferentes niveles con profundidades de hasta 40 veces! La pena es
que así, con tanto desnivel, nunca se hará grande y fuerte de verdad.
Así sea.
ELVIGIA.