Desde
mi juventud he sentido auténtica devoción por un género musical y bailable
característico, que siempre llamó mi atención, por sus letras de contenido
social, su musicalidad, cadencia y sentimiento de tristeza, que nunca deja
indiferente a quienes lo escuchan: el Tango. En mis ratos de asueto gusto oír a
uno de mis intérpretes preferidos, figura máxima del género y que como ya
habrán adivinado es Carlos Gardel, dotado de una voz con un timbre muy peculiar
y sumamente agradable. En 1890 nació en Toulouse, hermosa ciudad francesa. Emigró
a los tres años junto a su madre Barthe Gardes
a Argentina. Aquel niño, vivaz y temperamental, pronto convertido en
hombre ante múltiples e imperiosas necesidades, inició tempranamente sus
actividad musical, llegando a convertirse en el número uno de su especialidad:
el Tango, tras cambiar la S muda en francés de su apellido por una sonora y
latina L, mucho más comercial. En junio de 1935, el avión en que viajaba se
estrelló en las proximidades de Medellín (Colombia), pereciendo en el accidente
y desapareciendo una figura sin par de la música popular y símbolo de su
adoptiva Argentina.
Hasta
aquí una brevísima reseña de una figura estelar del primer tercio del siglo
pasado que gracias a las nuevas tecnologías continúa vigente.
Pues
bien, volviendo al tango y a la vigencia de sus letras me viene a la memoria
aquella canción titulada “ADIÓS MUCHACOS”, aplicable perfectamente a personajes
de la vida actual que por su actuación se hacen acreedores a ella, como por
ejemplo el hasta hace poco Fiscal de la Nación Ramos Heredia. Un par de
estrofas bastan: “Adiós muchachos compañeros de mi vida, barra querida de
aquellos tiempos me toca a mí, voy a emprender la retirada, debo alejarme de mi
buena muchachada. Adiós muchachos ya me voy y me resigno, contra el destino
nadie la talla, se terminaron para mi todas las farras, mi cuerpo enfermo no
resiste más”
Y
es que lo ocurrido con este señor, máximo representante del Ministerio Público,
era de esperar hace mucho tiempo. La
separación, o mejor, suspensión temporal del puesto con visos de ser
definitiva, es de una gravedad extrema por lo que significa de desprestigio de
esa Institución. Institución penetrada profundamente por la corrupción, pero en
la que laboran personas dignas y honestas que ven como su querida y altruista profesión
se ve zarandeada y desprestigiada por el mal hacer de unos impresentables que
lejos de dignificar la Institución defensora del ciudadano la alejan de él arrastrándola
por el lodo de la corrupción. Lo mismo ocurre con el anterior titular, Peláez
Vardales, fuertemente contestado y del que cada día van saliendo nuevos
testimonios de su aparente mal hacer, bien por acción o también por omisión. En
puestos de tal relevancia como también lo son el de Justicia y el de Interior
por ejemplo, sus titulares ineludiblemente deben estar siempre acompañados de
aquel dicho: “La mujer del César no solo debe ser honesta sino que además debe
aparentarlo”. La imagen que dan ambos titulares no parece cumplir ninguna de
las dos condiciones. Así, el desprestigio de la imagen pública de los titulares
arrastra al de sus Instituciones que se ven menospreciadas e infravaloradas por
el ciudadano de a pie. Hay otro Tango que es “VOLVER”, perfectamente aplicable
a otro personaje de la actualidad, que dice: “Yo adivino al parpadeo de las
luces que a lo lejos van marcando mi retorno. Y aunque no quise el regreso,
siempre se vuelve al primer amor. Volver con la frente marchita, las nieves del
tiempo platearon mi sien. Tengo miedo del encuentro con el pasado que vuelve a
enfrentarse con mi vida. Pero el viajero que huye, tarde o temprano detiene su
andar”.
La
situación de este prófugo bastante enrevesada en su origen, por si la
Interpol-La Paz tenía o no constancia de la requisitoria emitida por
Interpol-Lima, que ellos afirman que no,
y lo confirma su petición de antecedentes ante la solicitud de Refugio de
Martín. Esto hizo que pudiera ser aceptada sin impedimento alguno su solicitud
, difícilmente otorgable pero que aún en este caso hará larga y costosa la
llegada del prófugo ante la justicia peruana sobre todo si hay que conseguirla
con la Extradición que ya solicitó en su día el suspendido Ramos Heredia. La Extradición
es un trámite engorroso y muy largo en el tiempo que sería deseable fuera
sustituido por la expulsión y posterior detención, tal y como se hizo
recientemente con Orellana Rengifo. Además si volviera extraditado sólo podría
ser juzgado por los delitos por lo que actualmente está encausado: peculado y
asociación ilícita para delinquir, y no por los muchos más y más graves que actualmente se están investigando en el
caso Antalsis y similares. No es previsible un desenlace inmediato. Aquí los
dos titulares de los ministerios directamente implicados y anteriormente
citados son los que deben dar cumplida respuesta de sus inacciones y nefasta
actuación en el caso, y mientras tanto la embajada en Bolivia continúa de
vacaciones. Las siguientes estrofas del Tango “CAMINITO” pueden dedicárselas
ustedes a quienes consideren oportuno: “Caminito que el tiempo ha borrado que
juntos un día nos vistes pasar, he venido por última vez, he venido a contarte
mi mal. Caminito que entonces estabas bordeado de trébol y juncos en flor una
sombra ya pronto serás, una sombra lo mismo que yo. Desde que se fue, triste
vivo yo, caminito amigo, yo también me voy. Desde que se fue nunca más volvió
seguiré sus pasos, caminito adiós.”.
Y
para terminar les recomiendo
“CAMBALACHE”, que hace alusión a una sociedad de una época conocida como
la “Época Infame” que abarca los años de 1930 a 1943 en Argentina,
caracterizada por el autentico desmadre existente. Igualito que aquí ahorita.
Les dejo con algunas estrofas: “El mundo fue y será una porquería, ya lo sé, en
el 506 y en el 2000 también. Que siempre ha habido chorros maquiavelos y
estafaos, contentos y amargaos, valores y duble. Pero que el siglo veinte es un
despliegue de maldad insolente ya no hay quien lo niegue. Vivimos revolcaos en
un merengue y en un mismo lodo todos manoseados. Hoy resulta que es lo mismo
ser derecho que traidor, ignorante sabio o chorro, generoso o estafador. Todo
es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor. No hay
aplazaos ni escalafón los inmorales nos han igualao. Si uno vive en la
impostura y otro roba en su ambición da lo mismo que sea cura, colchonero, rey
de bastos, caradura o polizón. Que falta de respeto que atropella la razón,
cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón. Siglo veinte cambalache
problemático y febril, el que no llora no mama y el que no roba es un gil. No
pienses más, sentate a un lao, que a nadie importa si naciste honrao. Es lo
mismo el que labora noche y día como un buey, que el que vive de los otros, que
el que mata, que el que cura o está fuera de la ley. Vivimos revolcaos, en un
merengue y en un mismo lodo todos manoseaos.”
Moraleja:
“Canta y no llores porque cantando se alegran los corazones”
Les
recomiendo localicen y escuchen los tangos mencionados.
Así sea.
EL
VIGÍA
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