martes, 13 de enero de 2015

ARTÍCULO: EL COCINERO Y SUS FOGONES.


Más de un mes antes de la segunda vuelta de las elecciones regionales del pasado día siete, concretamente los lunes días veintisiete de Octubre y tres de Noviembre escribí sendos artículos “Algo más que un cuento” y “Ciencia ficción” que resultaron premonitorios de lo que más tarde ocurriría en esas votaciones.
El terreno cedido a uno de los contendientes infravalorado alegremente por su contrincante, las carencias de las autoridades que debían controlar el proceso electoral, la falta de escrúpulos de uno de los contendientes prometiendo lo inimaginable, mintiendo en la cuantía de la reparación civil a desembolsar, cifrándola en doscientos cincuenta mil Soles cuando la realidad es cuatro veces superior o sea  1.000.000 de soles, junto a la inocente candidez y penuria económica de sus numerosísimos votantes, sin olvidar el mal perder de quienes fueron derrotados en las primarias hizo que nos encontremos en la situación actual.
Han venido diciendo reiteradamente que abonando la cuarta parte de la sanción impuesta todo estaba resuelto, cuando sabían perfectamente que un pago solidario como especifica la sentencia, obligaba a abonar el importe total de la sanción, el millón ya aludido. Y en esas están según veremos después.
Las iniciales promesas de la entrega de quinientos soles mensuales a cada familia ancashina, se ha convertido en lo ya por mi anunciado con antelación, “pague usted amable contribuyente con su sudor, lo que con mis actos delictivos me he ganado a pulso”. Desde luego que la desfachatez y cara dura de quién eso propugna es decididamente descomunal. Como también lo es la de pretender pagar el importe de la condena con bonos ya vencidos y fuera de servicio. Todo resulta demencial y quienes lo propugnan o bien nos toman por tontos o lo son ellos.
En el inicio de la contienda, la actuación del candidato no informando, o mejor dicho ocultando su real situación electoral, junto a la ineficiente actuación del Jurado Especial de Elecciones (JEE), y el posterior “lavado de manos”, cual Pilatos, del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), nos condujeron a unas elecciones, ríanse ustedes, en la que uno de los dos contendientes admitidos, no tenía derecho al podio. Lo nunca visto. Y miren por dónde, paradojas de la vida, el que no tenía derecho a ser, fue elegido. Y fue ganador amplio y democrático. Y como tal debe ser reconocido, a pesar de sus antecedentes y actuación. La democracia tiene esa grandeza, la de reconocer los derechos que asisten a todos los ciudadanos, incluidos los embusteros, ludópatas, y defraudadores. Todos tienen sus derechos. Aunque conociendo los adornos de que éstos están revestidos es conveniente estar ojo avizor.
La campaña repleta de bingos gratuitos y ahora con rifas incluidas ha hecho, por fin, reaccionar al JNE que acaba de reiterar al Ministerio Público y a la Contraloría de la República que ejecuten medidas inmediatas para verificar la legalidad y transparencia de las actividades que vienen anunciando para el pago de su sanción civil. Acciones que deberían haberse efectuado hace ya meses ante la reiterada proliferación de actos públicos dudosos que vienen realizando. Ahora nos salen con lo de un coche “prestado” que en dos semanas de “riferío” ha conseguido el millón de soles de recaudación para el abono de la sanción. Lo dicho, estos se están pasando de listos e intentan tomarnos el pelo. Y mientras tanto la autoridad competente sigue mostrando su ralentizada actuación lindante con la incompetencia.
Por otra parte el candidato con sus continuos improperios, desplantes e incluso insultos a los representantes de los medios de comunicación que no hacen más que cumplir con su mandato de informar, ha dejado mucho que desear y esperar de quien aspira a ser llamado a representar a una región llamada Ancash. Sin duda que el puesto le viene grande, demasiado grande a personaje tan pequeño.
Y en esas estamos. Bueno, en lo que estamos es en una situación bastante inusual, en la que el vencedor tiene que ceder “sus trastos” (símil taurino) a su segundo, el Vicepresidente. Y dado que el primero dice ser agricultor, difícilmente le servirán sus útiles a quien también dice ser cocinero, que no fogonero, y tendrá que cuidar con esmero sus fogones a fin de mantener vivo y encendido, temporalmente, el fuego que dinamice la vida de la Región. Cocinero del que desconocemos su especialidad: caldos caseros, platos serranos o variantes costeras, aunque todo hace pensar que los platos serranos son su prioridad. Pero tendrá que ir pensando en cocinar al gusto de todos, pues si no el negocio no funcionará y no creo esté dispuesto a perder esos hermosísimos noventa y cinco mil soles mensuales que este joven de poco más de treinta años, en su declaración electoral dice ganar.
Sin duda habremos de estar muy atentos a las acciones que realicen los nuevos inquilinos del Gobierno de la Región, pues sus antecedentes por una parte y la experiencia recientemente vivida así lo requieren. Organismos oficiales, entidades civiles y medios de comunicación deberán  estar muy atentos ante las acciones que emprendan las nuevas autoridades. Autoridades que no hará falta recordar son servidores públicos y como tales están al servicio de la comunidad y sometidos al riguroso control de la sociedad civil, en la que juega un papel fundamental los medios de comunicación, que un día sí y otro también vienen, cual martillo pilón, repicando el hacer cotidiano, exaltando los éxitos cuando los hay  y denunciando las deficientes actuaciones de nuestros gobernantes que al fin y a la postre repito son nuestros servidores. Y el funcionario público que no entienda esa función tan elemental de servicio debe ceder sus “fogones” a otros para que le suplan. Así que damos la bienvenida a D. Enrique Vargas Barrenechea para que una vez revestido de Cocinero Mayor de la Región, en lugar del moroso agricultor, nos sorprenda gratamente con sus suculentos y variados  platillos en la seguridad de que cuantos comensales se sientan a su mesa somos  gourmets experimentados con excelente paladar y apetito que siempre sabremos  reconocer las bondades o no de su cocina. Ahora para empezar le sugiero que a primeros de año nos proporcione un menú variado costa-sierra bien condimentado, al punto y aderezado con un esmerado servicio.
Y con este menú a triunfar. Seguro.
Moraleja: “Comida de aldeanos, sin manteles, pero mucho y sano”
Así sea.

EL VIGÍA.

No hay comentarios:

Publicar un comentario