martes, 24 de febrero de 2015

ARTÍCULO:EL CUENTO DEL ESPIONAJE.


La noticia saltó el jueves pasado. El titular decía: “Espionaje en la Marina”. Sugestivo título del que se hicieron eco inmediatamente los medios de comunicación. Y para no ser menos se subtitulaba: “El Presidente convoca Consejo de Estado”. Verdaderamente debía tratarse de un asunto de gran importancia. Pasaron las horas y lo que trascendió oficialmente por medio del Ministro de Relaciones Exteriores fue que él tenía constancia del caso desde hacía varios meses. O sea que se trataba de un asunto detectado hacía tiempo y por lo tanto se conocía con bastante antelación. Lo extraño del caso era eso, que fuera ahora, precisamente ahora, cuando saltaba a la luz pública. Y más extraño todavía que transcurridas veinticuatro horas de su anuncio, continuaba el silencio informativo de los medios oficiales, originando las consiguientes dudas y elucubraciones de todo tipo en la población. ¿Qué había ocurrido?, ¿De qué Marina se trataba?, ¿Quiénes eran los espiados y quiénes los espías?.Nada, no había contestación alguna.
Como suelo hacer todos los sábados por la mañana me trasladé al mercado próximo a mi domicilio para realizar las compras semanales. Allí las noticias más que correr vuelan, y en bastantes casos suelen ser interpretadas con esa sabiduría popular propia de mentes avispadas a las que en unos casos no se les puede dar gato por liebre y en otros se ven tergiversadas e interpretadas de acuerdo con la inteligencia popular. Inteligencia que en muchos casos y sobre todo al referirse a hechos acerca del poder constituido aplican aquello de “piensa mal y acertarás”, como éste fue el caso. Lean y juzguen ustedes.
Al llegar al mercado me dirijo a mi buena amiga la pescatera Ibón, que tras los saludos de rigor me suelta: “Vigía, ya te habrás enterado de la noticia del espionaje”. “Pues sí, le contesto, pero no se dice nada más que lo de ese escueto espionaje, y no sabemos a qué marina se refiere, si es a la de la Guerra, la Mercante o la Artesanal”. “ Pero hombre Vigía, no has oído la Radio?”.” Pues la verdad es que no, que sólo he leído la prensa y he visto algo la tele”. “ En la radio lo han explicado bien clarito, que se trata de un problema de pesca, concretamente de la anchoveta”.”¿Cómo dices Ibón?”. “ Que sí hombre que sí, que la anchoveta huyó de nuestras aguas al sentirse espiada”. Me quedé perplejo, y ante mi asombró me amplió: “Se trata de la Marina Artesanal. Esta mañana han ampliado la noticia en el sentido de que bancos enteros de anchoveta se refugiaron en aguas chilenas al sentirse acosadas y espiadas en sus propias aguas por las miradas indiscretas de marinos peruanos supuestamente con intereses espúreos. Igualito a lo que les pasó recientemente a Ana Jara, ministros, congresistas y empresarios.  ”
Hasta aquí la información noticiable, que viene a ser confirmada por la ausencia en nuestras costas, desde hace meses de ese preciado y nutritivo alimento. Se nos había dicho reiteradamente que podía ser debido al fenómeno del Niño con el consiguiente calentamiento de las aguas, o a la depredación de la especie por desaprensivos y abusivos pescadores, pero parece no haber sido así. Al parecer los motivos de la huida de la especie a aguas chilenas fueron los reglajes indiscretos, reiterados y sin justificación llevados a término por sendos espías marinos que hasta ahora se desconoce sus reales intenciones y si pertenecen a la DINI o a algún servicio secreto extranjero.
Muy pensativo, me despedí del área del pescado y me fui al de la carne.
Allí, Daniel el carnicero, es de un sentir e interpretar las cosas en un sentido inverso al de Ibón. Daniel, hombre curtido es un tanto agorero y mal pensado, que considera la noticia como un bulo o cortina de humo lanzada  por el poder para distracción de otros temas de gran importancia nacional.
Dice Daniel: “Todos esos hechos se conocen hace meses y si se sacan ahora es para tapar las aplaudidas defenestraciones de Urresti, Figallo, Mayorga y Omonte de sus respectivos ministerios. La del Fiscal del caso Centralita Sr. Huamán, la del asesor presidencial Roy Gates, la del Fiscal de la Nación  Ramos Heredia y la más que posible defenestración también de su antecesor Fiscal Peláez Bardales”. Me deja boquiabierto y continúa: “Y falta por nombrar el Hábeas Corpus de Nadine Heredia, tan denostado cuando otros lo utilizan. Y sobre todo el caso Pichanaki, auténtica papa caliente, con la cola que va a traer en un futuro. Y por si todo eso fuera poco hay que recordar la negativa, sin llegar a Bolivia,  de la solicitud de extradición de Martín Belaunde en la que se lució sobremanera el procurador Joel Segura, que muy seguramente será el próximo a invitar se vaya a su casa. Y además………………….” Le corto, “ oye Daniel , tú crees que realmente lo del espionaje es falso?” Y me contesta: “No hombre, no. Vigía, lo de los espías puede ser cierto pero carece de relevancia a nivel nacional. Ellos lo conocen hace meses. Basta con tomar medidas disciplinarias internas y ya está solucionado. Eso es cuestión confidencial y de secretos oficiales, que debe ser resuelto sin dar notorio y sin crear alarma social alguna”. Mi carnicero, más que eso, parece en sus razonamientos un auténtico ministro de estado, o al menos similar a uno sin cartera. 
Daniel, me deja perplejo con sus aseveraciones, tan claras y lógicas. Y es que en el fondo lleva razón: depúrense responsabilidades internas si fuera necesario y si hay razones externas utilícese la vía diplomática pero no alarmen a la población.
Antes de salir del mercado vuelvo a pasar por el puesto de Ibón, que me amplía: “Lo que no se sabe Vigía es si la anchoveta espiada y refugiada en aguas chilenas ha solicitado asilo al estilo Belaunde Lossio, o a diferencia de este se trata de un simple caso de migración temporal”. A lo que le replico: “Amiga Ibón, si se trata de lo primero  me temo que nos hayamos quedado al igual que sin Martín, sin pescadito por mucho tiempo. ¡Ojalá! sea lo segundo y pronto podamos volver a degustar la rica y proteínica anchoveta que tanto echamos en falta, aunque todo parece indicar que la cosa va para largo”.
Moraleja:  “ En boca del mentiroso lo cierto se hace dudoso.”
Así sea.

EL VIGÍA.

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