La
noticia saltó el jueves pasado. El titular decía: “Espionaje en la Marina”.
Sugestivo título del que se hicieron eco inmediatamente los medios de
comunicación. Y para no ser menos se subtitulaba: “El Presidente convoca
Consejo de Estado”. Verdaderamente debía tratarse de un asunto de gran
importancia. Pasaron las horas y lo que trascendió oficialmente por medio del
Ministro de Relaciones Exteriores fue que él tenía constancia del caso desde
hacía varios meses. O sea que se trataba de un asunto detectado hacía tiempo y por
lo tanto se conocía con bastante antelación. Lo extraño del caso era eso, que
fuera ahora, precisamente ahora, cuando saltaba a la luz pública. Y más extraño
todavía que transcurridas veinticuatro horas de su anuncio, continuaba el
silencio informativo de los medios oficiales, originando las consiguientes dudas
y elucubraciones de todo tipo en la población. ¿Qué había ocurrido?, ¿De qué
Marina se trataba?, ¿Quiénes eran los espiados y quiénes los espías?.Nada, no
había contestación alguna.
Como
suelo hacer todos los sábados por la mañana me trasladé al mercado próximo a mi
domicilio para realizar las compras semanales. Allí las noticias más que correr
vuelan, y en bastantes casos suelen ser interpretadas con esa sabiduría popular
propia de mentes avispadas a las que en unos casos no se les puede dar gato por
liebre y en otros se ven tergiversadas e interpretadas de acuerdo con la
inteligencia popular. Inteligencia que en muchos casos y sobre todo al
referirse a hechos acerca del poder constituido aplican aquello de “piensa mal
y acertarás”, como éste fue el caso. Lean y juzguen ustedes.
Al
llegar al mercado me dirijo a mi buena amiga la pescatera Ibón, que tras los
saludos de rigor me suelta: “Vigía, ya te habrás enterado de la noticia del
espionaje”. “Pues sí, le contesto, pero no se dice nada más que lo de ese
escueto espionaje, y no sabemos a qué marina se refiere, si es a la de la
Guerra, la Mercante o la Artesanal”. “ Pero hombre Vigía, no has oído la
Radio?”.” Pues la verdad es que no, que sólo he leído la prensa y he visto algo
la tele”. “ En la radio lo han explicado bien clarito, que se trata de un
problema de pesca, concretamente de la anchoveta”.”¿Cómo dices Ibón?”. “ Que sí
hombre que sí, que la anchoveta huyó de nuestras aguas al sentirse espiada”. Me
quedé perplejo, y ante mi asombró me amplió: “Se trata de la Marina Artesanal.
Esta mañana han ampliado la noticia en el sentido de que bancos enteros de
anchoveta se refugiaron en aguas chilenas al sentirse acosadas y espiadas en
sus propias aguas por las miradas indiscretas de marinos peruanos supuestamente
con intereses espúreos. Igualito a lo que les pasó recientemente a Ana Jara,
ministros, congresistas y empresarios. ”
Hasta
aquí la información noticiable, que viene a ser confirmada por la ausencia en nuestras
costas, desde hace meses de ese preciado y nutritivo alimento. Se nos había
dicho reiteradamente que podía ser debido al fenómeno del Niño con el
consiguiente calentamiento de las aguas, o a la depredación de la especie por
desaprensivos y abusivos pescadores, pero parece no haber sido así. Al parecer los
motivos de la huida de la especie a aguas chilenas fueron los reglajes
indiscretos, reiterados y sin justificación llevados a término por sendos
espías marinos que hasta ahora se desconoce sus reales intenciones y si
pertenecen a la DINI o a algún servicio secreto extranjero.
Muy
pensativo, me despedí del área del pescado y me fui al de la carne.
Allí,
Daniel el carnicero, es de un sentir e interpretar las cosas en un sentido
inverso al de Ibón. Daniel, hombre curtido es un tanto agorero y mal pensado,
que considera la noticia como un bulo o cortina de humo lanzada por el poder para distracción de otros temas
de gran importancia nacional.
Dice
Daniel: “Todos esos hechos se conocen hace meses y si se sacan ahora es para
tapar las aplaudidas defenestraciones de Urresti, Figallo, Mayorga y Omonte de
sus respectivos ministerios. La del Fiscal del caso Centralita Sr. Huamán, la del
asesor presidencial Roy Gates, la del Fiscal de la Nación Ramos Heredia y la más que posible
defenestración también de su antecesor Fiscal Peláez Bardales”. Me deja
boquiabierto y continúa: “Y falta por nombrar el Hábeas Corpus de Nadine
Heredia, tan denostado cuando otros lo utilizan. Y sobre todo el caso
Pichanaki, auténtica papa caliente, con la cola que va a traer en un futuro. Y
por si todo eso fuera poco hay que recordar la negativa, sin llegar a
Bolivia, de la solicitud de extradición
de Martín Belaunde en la que se lució sobremanera el procurador Joel Segura,
que muy seguramente será el próximo a invitar se vaya a su casa. Y
además………………….” Le corto, “ oye Daniel , tú crees que realmente lo del
espionaje es falso?” Y me contesta: “No hombre, no. Vigía, lo de los espías
puede ser cierto pero carece de relevancia a nivel nacional. Ellos lo conocen
hace meses. Basta con tomar medidas disciplinarias internas y ya está
solucionado. Eso es cuestión confidencial y de secretos oficiales, que debe ser
resuelto sin dar notorio y sin crear alarma social alguna”. Mi carnicero, más
que eso, parece en sus razonamientos un auténtico ministro de estado, o al
menos similar a uno sin cartera.
Daniel,
me deja perplejo con sus aseveraciones, tan claras y lógicas. Y es que en el
fondo lleva razón: depúrense responsabilidades internas si fuera necesario y si
hay razones externas utilícese la vía diplomática pero no alarmen a la
población.
Antes
de salir del mercado vuelvo a pasar por el puesto de Ibón, que me amplía: “Lo
que no se sabe Vigía es si la anchoveta espiada y refugiada en aguas chilenas
ha solicitado asilo al estilo Belaunde Lossio, o a diferencia de este se trata
de un simple caso de migración temporal”. A lo que le replico: “Amiga Ibón, si
se trata de lo primero me temo que nos
hayamos quedado al igual que sin Martín, sin pescadito por mucho tiempo.
¡Ojalá! sea lo segundo y pronto podamos volver a degustar la rica y proteínica
anchoveta que tanto echamos en falta, aunque todo parece indicar que la cosa va
para largo”.
Moraleja:
“ En boca del mentiroso lo cierto se
hace dudoso.”
Así
sea.
EL
VIGÍA.
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