Por
fin pasó el tan esperado 10 de abril y las expectativas se cumplieron en cuanto
al triunfo de la candidatura prevista. Y lo mismo, en lo referente a sus
inmediatos seguidores. El triunfo ya
previsto de Fuerza Popular, con la puntuación alcanzada, le hace pasar a una
segunda vuelta donde es de prever una contienda en la que las diferencias de
puntaje disminuirán sensiblemente. Y ello gracias a los trasvases de apoyos que
suelen acontecer en segundas vueltas, en las que tanto unos como otros
recibirán los refuerzos de los votos de aquellos que se quedaron en el camino.
Tanto Fujimori, como Kuczynski , Verónica , y Barnechea, han realizado una
campaña repleta de trabajo, esfuerzo y dedicación que ha sido reconocida
ampliamente por el electorado de acuerdo con los resultados obtenidos. Con una
mención especial a Verónica y a Barnechea no solo por la alturada campaña
realizada sin prácticamente medios, sino por su limpieza y honestidad mostrada
en la contienda a diferencia de Fujimori y Koczynski que se vieron involucrados
en sendas tachas presentadas contra ellos ante el JNE, y que si bien salieron
“limpios” de ellas dejaron amplias dudas en el electorado sobre su
merecimiento.
Mención
especial merecen Julio Guzmán de Todos por el Perú y Cesar Acuña de Alianza por
el Progreso por su afán democrático mostrado antes y después de su forzada
salida de una contienda en la que tenían mucho que decir y que la frustró la
rígida interpretación de un JNE y de una Ley dictada intempestivamente por un
Congreso en puertas de su cierre de legislatura. A ambos nuestro más sincero
reconocimiento. Y como lo cortés no quita lo valiente, habrá que resaltar por
una parte la cuando menos rígida y denostada interpretación de la Ley Electoral
por parte del JNE, al dar prioridad a los formalismos antes que a los fundamentos de lo acontecido, y por otra
la lentitud y parsimonia de los diferentes Jurados para resolver los casos
presentados, como por ejemplo y sin ir más lejos, aquí en Ancash donde a tres
días de los comicios todavía se desconocía si Freddy Ghilardi Álvarez de Alianza Popular, y Modesto Julca
Jara de Perú Posible, quedaban habilitados para participar en los comicios. Un
día antes nos enteramos que por fin Flor de María Trujillo, también de Alianza
Popular había quedado repuesta tras la anterior inhabilitación del Jurado de
Huaraz, por minucias y tonterías aplicadas, como así se demostró, por ver negro
lo que era blanco.
Tras
estas primeras votaciones nos encontramos con unos resultados que hacen
presagiar una segunda vuelta repleta de incertidumbre de la que será necesario
hacer un pormenorizado estudio de posibilidades de ambos contendientes. Es de
desear que el fair play (juego limpio) impere en esta segunda vuelta y pueda
desarrollarse el proceso electoral sin sobresaltos y con la tranquilidad
necesaria para llegar a buen fin. La polarización que ha habido en esta primera
parte de las elecciones, no la había habido en las tres democráticas
anteriores, en las que los triunfos de Toledo, García y Humala fueron tras
contiendas mucho más tranquilas. A esa polarización existente han contribuido
una serie de factores como la presencia de “extraños”, como fue el caso de
Julio Guzmán, que así fue percibido, un desconocido que utilizando las redes
sociales se encumbró rápidamente y causó la sorpresa en los poderes
tradicionales del país. Cesar Acuña, arrebatándole su feudo al histórico Apra,
poder fáctico infiltrado en todos los estamentos nacionales y con mecanismos de
defensa insospechados. Otro de los “extraños” fue Alfredo Barnechea, que con su
discurso de reparto de la riqueza por él llamado “capitalismo ciudadano” y su
denuncia del negocio realizado con el gas, levantó ampollas en los medios más
conservadores y movilizó poderosamente a fuerzas aparentemente dormidas. Y
finalmente, la aparición con pocos medios, al igual que el anterior, pero con
la fuerza que proporciona el saberse representante de tantos y tantos
silenciosos y silenciados ciudadanos, me refiero al Frente Amplio con Verónica
Mendoza, que irrumpió pausadamente en el proceso electoral para con el devenir
de los días convertirse en un auténtico vendaval, con sus propuestas
educativas, sanitarias, económicas e institucionales que la llevaron en
volandas a ocupar ese privilegiado lugar que ahora ocupa por sus iniciativas
que cabría considerar como socialdemócratas.
Coadyuvando
a dicha polarización la actuación de los diversos Jurados en su lento accionar
e interpretación partidaria de la nueva Ley, sobretodo en su apartado de
dádivas.
Y
en lo que se refiere a Fuerza Popular, ocupando ese lugar prioritario en los
resultados, hay que mencionar su excelente organización partidaria, con sedes
en todas las grandes ciudades y con actividad continuada de sus líderes con un
discurso y propuestas neoliberales llevadas a su máxima expresión, en pocas
palabras, más de lo mismo, o sea la continuidad. Sus líderes se han
caracterizado por hacer en su campaña proselitista lo mismo que otros líderes
de similares características neoliberales : unos hacer regalos y dineros, bien
en artefactos o sobres, y otros cerveza y hojas de coca. Con la diferencia de ser
juzgados con un rasero diferente: el de la impunidad. Habrá quien se rasgue las
vestiduras ante las palabras de desacuerdo, por decirlo suavemente, de los
analistas internacionales de la OEA o de la UE, pero sin duda su objetividad y
transparencia está fuera de duda. Y es que lo ocurrido amerita cuando menos reflexión
y reparación de los entes rectores y organizadores de estas elecciones. Nadie
pensó que aquellos lodos cuales fueron las expulsiones de uno y otro traerían estos
barros: el escándalo de no hacer lo mismo con quienes hicieron idénticos merecimientos,
proporcionándoles paso franco en su carrera al podio.
A
lo largo de estas próximas semanas iremos desgranando amplia y profundamente el
desarrollo de la contienda que ahora ya en la segunda vuelta se muestra
apasionante y con un desenlace final difícil de prever. El pueblo peruano
merece unos líderes alturados que dejen de centrarse en su ombligo, eleven sus
miras y trabajen para el engrandecimiento y desarrollo de un pueblo que tantos
sufrimientos y merecimientos ha hecho en estos años de democracia.
Moraleja:”
Cualquier mujer que entienda los problemas de llevar una casa está muy cerca de
entender los de llevar un país”. ( Margaret Thatcher)
Así
sea.
EL
VIGÍA
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