En
la historia del cine hay un número importante de Directores que por sus
trabajos han pasado a ser considerados como ejemplo del buen hacer. Hoy me
referiré a Alfred Hitchcock con extensa filmografía, a cual mejor película,
sobre todo las de suspense, que para no perdernos en ellas me centraré en una
que recomiendo para solaz del lector y cuyo contenido y desenlace no guarda
relación alguna con el artículo de hoy pero sí su título “EL HOMBRE QUE SABÍA
DEMASIADO” y el “SUSPENSE” originado. Después les cuento.
La
película, que data de 1956, muy
recomendable para pasar una cortísima hora y media, sin pestañear, nos relata
las aventuras de un matrimonio que va acompañado de su hijo en su viaje
vacacional a Marruecos y que se ve inmerso en el secreto que les cuenta un
extraño personaje moribundo acerca de un
complot para el asesinato de un alto
funcionario inglés. El hijo es secuestrado para silenciar a los padres que, como
digo, pasan mil aventuras hasta el desenlace final con el suspense típico de
Hitchcock.
El
artículo de hoy hace referencia a un personaje de nuestra ciudad que por su
rango profesional suele aparecer cotidianamente en los medios de comunicación,
si bien últimamente lo hace además por otros motivos. Se trata de un hombre de
complexión atlética, sin rollitos abdominales, estatura elevada, semblante
serio pero agradable, fotogénico, que
suele aparecer en mangas de camisa siempre en tonos claros, peina canas, mejor
dicho luce un pelo plateado cuidadosamente despeinado, que le proporciona una
imagen de cincuentón muy atractivo para
las féminas, y ocupa nada menos aunque de forma circunstancial, el primer sillón municipal. Sí, estoy haciendo
referencia a la primera autoridad municipal de la ciudad de Chimbote, Don Julio
Cortez Rojas, y aclaro lo de circunstancial, pues su nombramiento como primera
autoridad municipal lo es en calidad de sustituto de la ex titular, Doña
Victoria Espinoza, que en estos momentos, y ya lleva casi un año, se halla en
paradero desconocido, prófuga de la Justicia y a la espera, repito, en la
clandestinidad, del resultado del proceso de casación presentado ante la
condena en segunda instancia a 7 años de cárcel efectiva junto a su conviviente
Wilmer Agapito Vasques por enriquecimiento indebido en agravio del Estado, por
un total de algo más de un millón de soles, que además deberán devolver
solidariamente.
Pues
bien, el Sr. Cortez, hombre que se caracteriza por su capacidad de acción, pues así lo refleja su
constante dinamismo, sin entrar a juzgar sus mayores o menores aciertos, se ha
visto involucrado junto a la alcaldesa
ya mencionada, en un juicio por malversación de fondos en una gestión realizada
hace seis años. Sí, hace seis años, y es que la Justicia es así de lenta,
aunque también inexorable. En aquel entonces Cortez se desempeñaba como gerente
municipal y como tales, alcaldesa y gerente utilizaron parte, unos tres
millones de soles, de una asignación de casi veinte millones del Ministerio de
la Vivienda para el programa “ Agua para todos”, en otros fines completamente
distintos, tales como obras de infraestructura del Vivero Forestal, un parque
en San Pedro, otro en el 21 de Abril, obras en el complejo deportivo de la
misma zona, el equipamiento del centro educativo 88001, y la construcción de
aulas en el colegio 88276. O sea, si bien se utilizó el total de la asignación
proporcionada por el Ministerio de la Vivienda y por lo tanto no cabe hablar de
apropiación propia indebida o choriceo, cosa que nadie ha dicho, la acusación
fue de malversación de fondos, o su equivalente a una mala utilización de los dineros
proporcionados por el Ministerio. Fondos entregados para una cosa y utilizados
en parte en otra, con el agravante si cabe, de que esos tres millones desviados
a otros menesteres no fueron nunca devueltos a la cuenta del Ministerio, cosa
que éste tampoco solicitó, o dicho de otra manera, ni invertidos en el programa
“Agua para todos” ni devueltos al Ministerio. Sabido es, y así lo ha recalcado
el propio Ministerio que los fondos aportados para unas obras está prohibida
terminantemente su utilización en otras diferentes, y si así se hiciera se
caería en el delito de malversación de fondos. Estos son sintéticamente al
parecer los hechos acaecidos y que fueron objeto de denuncia penal. En primera
instancia tanto la ex alcaldesa como su ex gerente fueron condenados a cuatro
años de privación de libertad aplicable si una segunda instancia la ratificara.
En esta segunda instancia el tribunal ha considerado, contradiciendo los
criterios y denuncia del Ministerio Público, que ambos, no cometieron
malversación de fondos y quedaron absueltos de la sentencia anterior. El
criterio del tribunal consideró que los procesados en el desempeño de sus
cargos no afectaron la función delegada por el Ministerio de la Vivienda pues
realizaron obras medioambientales y recreativas, educativas y deportivas, en
beneficio del ser humano, y además el dinero nunca fue reclamado por el
Gobierno Central. La lógica reacción del Ministerio Público, representado en la
sala por su fiscal decana Nancy Moreno, fue la de informar en plena audiencia
que presentará un recurso de casación para revocar la sentencia. Y digo lógica
pues la sentencia lo que hace es justificar una conducta cuando lo enjuiciable es
una manifiesta malversación. Hasta aquí lo acontecido en el primer juicio, de
los tres que en breve espacio de tiempo tiene que afrontar. A este primero hay
que sumar el de mañana día 7, en el que está prevista la primera audiencia del
juicio oral por el caso de presunta corrupción en la ejecución de obras, con
una financiación de más de 13 millones de soles. Obras de aguas y desagûes en
el sector III de la ciudad, con la acusación de haberse coludido con la misma
alcaldesa para beneficiar al consorcio Nehalen. La fiscalía solicita cinco años
de privación de libertad para cada uno más una reparación civil de 200,000
soles. Y para el próximo 22 de Julio está prevista, la primera audiencia del
juicio oral por la adquisición de los llamados “semáforos inteligentes”, donde
también están involucrados tanto Cortez como Espinoza, acusados de colusión. Deseémosles
la misma suerte que han venido teniendo hasta ahora.
Pues
bien, una vez puestos en lo acontecido hay que mencionar que la actitud del Sr.
Cortez, tras las sentencias condenatorias a su compañera de banquillo y a él mismo,
como también tras su reciente absolución ha venido siendo de un accionar destemplado
y lenguaraz. Digo destemplado pues si bien es lógico que una persona condenada
pueda justificadamente reaccionar así, por la incomodidad en que se halla, ya
no lo es tanto cuando de lo que se trata es de su absolución, dando muestras de
una incontinencia verbal que le conduce al descaro y desvergüenza o lo que es
lo mismo, a convertirse en un lenguaraz. Una autoridad representativa de todo
un pueblo no puede utilizar sus palabras altisonantes y despectivas para zaherir y descalificar a otras
autoridades que en el uso de su profesionalidad no coinciden con sus criterios.
Criterios y formas de actuar que son puestos una, otra y otra vez en tela de
juicio por la Justicia. Da la sensación de con sus altisonantes palabras
dirigidas unas veces al juez de turno, otras a los fiscales del caso, y Dios
sabe a quién en privado, donde da igual lo que diga y haga, estamos ante EL
HOMBRE QUE SABÍA DEMASIADO, pues a todos tiene que dar lecciones, enmendarle la
plana, corregir o reprender. Con el consiguiente “SUSPENSE” de qué dirá mañana.
Por el contrario y haciendo gala de una profesionalidad y prudencia exquisita los miembros de la Judicatura
y Ministerio Público han hecho oídos sordos, como debe ser y les honra, ante
las palabras destempladas de quien circunstancialmente ocupa el cargo de primer edil. Este accionar
hasta cierto punto comprensible en otras personas es impropio e inaceptable en
quien por el cargo representativo que ocupa tiene que dar ejemplo de prudencia
y templanza con otras autoridades y sobre todo ante sus representados. En fin,
la buena imagen pública de este señor anteriormente reflejada queda muy
disminuida por su actuar maleducado. De él depende recuperarla y para muestra
la moraleja de más abajo.
Una
vez reflejado lo anterior solo me resta, recomendarle al lector de turno dos
cosas. La primera que se olviden de los que se ponen el mundo por montera y no
atienden a razones y la segunda que si pueden localizar la película reseñada
visiónenla en la seguridad de pasar un buen rato con suspense incluido.
Moraleja:”
Nada enaltece tanto la autoridad como el
silencio” (A. Roa Santos)
Así
sea.
EL
VIGÍA.
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