martes, 7 de junio de 2016

ARTÍCULO: EL HOMBRE QUE SABÍA DEMASIADO.


En la historia del cine hay un número importante de Directores que por sus trabajos han pasado a ser considerados como ejemplo del buen hacer. Hoy me referiré a Alfred Hitchcock con extensa filmografía, a cual mejor película, sobre todo las de suspense, que para no perdernos en ellas me centraré en una que recomiendo para solaz del lector y cuyo contenido y desenlace no guarda relación alguna con el artículo de hoy pero sí su título “EL HOMBRE QUE SABÍA DEMASIADO” y el “SUSPENSE” originado. Después les cuento.
La película, que data de 1956,  muy recomendable para pasar una cortísima hora y media, sin pestañear, nos relata las aventuras de un matrimonio que va acompañado de su hijo en su viaje vacacional a Marruecos y que se ve inmerso en el secreto que les cuenta un extraño  personaje moribundo acerca de un complot  para el asesinato de un alto funcionario inglés. El hijo es secuestrado para silenciar a los padres que, como digo, pasan mil aventuras hasta el desenlace final con el suspense típico de Hitchcock.
El artículo de hoy hace referencia a un personaje de nuestra ciudad que por su rango profesional suele aparecer cotidianamente en los medios de comunicación, si bien últimamente lo hace además por otros motivos. Se trata de un hombre de complexión atlética, sin rollitos abdominales, estatura elevada, semblante serio pero agradable, fotogénico,  que suele aparecer en mangas de camisa siempre en tonos claros, peina canas, mejor dicho luce un pelo plateado cuidadosamente despeinado, que le proporciona una imagen de cincuentón  muy atractivo para las féminas, y ocupa nada menos aunque de forma circunstancial, el  primer sillón municipal. Sí, estoy haciendo referencia a la primera autoridad municipal de la ciudad de Chimbote, Don Julio Cortez Rojas, y aclaro lo de circunstancial, pues su nombramiento como primera autoridad municipal lo es en calidad de sustituto de la ex titular, Doña Victoria Espinoza, que en estos momentos, y ya lleva casi un año, se halla en paradero desconocido, prófuga de la Justicia y a la espera, repito, en la clandestinidad, del resultado del proceso de casación presentado ante la condena en segunda instancia a 7 años de cárcel efectiva junto a su conviviente Wilmer Agapito Vasques por enriquecimiento indebido en agravio del Estado, por un total de algo más de un millón de soles, que además deberán devolver solidariamente.
Pues bien, el Sr. Cortez, hombre que se caracteriza por su  capacidad de acción, pues así lo refleja su constante dinamismo, sin entrar a juzgar sus mayores o menores aciertos, se ha visto involucrado junto a  la alcaldesa ya mencionada, en un juicio por malversación de fondos en una gestión realizada hace seis años. Sí, hace seis años, y es que la Justicia es así de lenta, aunque también inexorable. En aquel entonces Cortez se desempeñaba como gerente municipal y como tales, alcaldesa y gerente utilizaron parte, unos tres millones de soles, de una asignación de casi veinte millones del Ministerio de la Vivienda para el programa “ Agua para todos”, en otros fines completamente distintos, tales como obras de infraestructura del Vivero Forestal, un parque en San Pedro, otro en el 21 de Abril, obras en el complejo deportivo de la misma zona, el equipamiento del centro educativo 88001, y la construcción de aulas en el colegio 88276. O sea, si bien se utilizó el total de la asignación proporcionada por el Ministerio de la Vivienda y por lo tanto no cabe hablar de apropiación propia indebida o choriceo, cosa que nadie ha dicho, la acusación fue de malversación de fondos, o su equivalente a una mala utilización de los dineros proporcionados por el Ministerio. Fondos entregados para una cosa y utilizados en parte en otra, con el agravante si cabe, de que esos tres millones desviados a otros menesteres no fueron nunca devueltos a la cuenta del Ministerio, cosa que éste tampoco solicitó, o dicho de otra manera, ni invertidos en el programa “Agua para todos” ni devueltos al Ministerio. Sabido es, y así lo ha recalcado el propio Ministerio que los fondos aportados para unas obras está prohibida terminantemente su utilización en otras diferentes, y si así se hiciera se caería en el delito de malversación de fondos. Estos son sintéticamente al parecer los hechos acaecidos y que fueron objeto de denuncia penal. En primera instancia tanto la ex alcaldesa como su ex gerente fueron condenados a cuatro años de privación de libertad aplicable si una segunda instancia la ratificara. En esta segunda instancia el tribunal ha considerado, contradiciendo los criterios y denuncia del Ministerio Público, que ambos, no cometieron malversación de fondos y quedaron absueltos de la sentencia anterior. El criterio del tribunal consideró que los procesados en el desempeño de sus cargos no afectaron la función delegada por el Ministerio de la Vivienda pues realizaron obras medioambientales y recreativas, educativas y deportivas, en beneficio del ser humano, y además el dinero nunca fue reclamado por el Gobierno Central. La lógica reacción del Ministerio Público, representado en la sala por su fiscal decana Nancy Moreno, fue la de informar en plena audiencia que presentará un recurso de casación para revocar la sentencia. Y digo lógica pues la sentencia lo que hace es justificar una conducta cuando lo enjuiciable es una manifiesta malversación. Hasta aquí lo acontecido en el primer juicio, de los tres que en breve espacio de tiempo tiene que afrontar. A este primero hay que sumar el de mañana día 7, en el que está prevista la primera audiencia del juicio oral por el caso de presunta corrupción en la ejecución de obras, con una financiación de más de 13 millones de soles. Obras de aguas y desagûes en el sector III de la ciudad, con la acusación de haberse coludido con la misma alcaldesa para beneficiar al consorcio Nehalen. La fiscalía solicita cinco años de privación de libertad para cada uno más una reparación civil de 200,000 soles. Y para el próximo 22 de Julio está prevista, la primera audiencia del juicio oral por la adquisición de los llamados “semáforos inteligentes”, donde también están involucrados tanto Cortez como Espinoza, acusados de colusión. Deseémosles la misma suerte que han venido teniendo hasta ahora.
Pues bien, una vez puestos en lo acontecido hay que mencionar que la actitud del Sr. Cortez, tras las sentencias condenatorias a su compañera de banquillo y a él mismo, como también tras su reciente absolución ha venido siendo de un accionar destemplado y lenguaraz. Digo destemplado pues si bien es lógico que una persona condenada pueda justificadamente reaccionar así, por la incomodidad en que se halla, ya no lo es tanto cuando de lo que se trata es de su absolución, dando muestras de una incontinencia verbal que le conduce al descaro y desvergüenza o lo que es lo mismo, a convertirse en un lenguaraz. Una autoridad representativa de todo un pueblo no puede utilizar sus palabras altisonantes y despectivas  para zaherir y descalificar a otras autoridades que en el uso de su profesionalidad no coinciden con sus criterios. Criterios y formas de actuar que son puestos una, otra y otra vez en tela de juicio por la Justicia. Da la sensación de con sus altisonantes palabras dirigidas unas veces al juez de turno, otras a los fiscales del caso, y Dios sabe a quién en privado, donde da igual lo que diga y haga, estamos ante EL HOMBRE QUE SABÍA DEMASIADO, pues a todos tiene que dar lecciones, enmendarle la plana, corregir o reprender. Con el consiguiente “SUSPENSE” de qué dirá mañana. Por el contrario y haciendo gala de una profesionalidad  y prudencia exquisita los miembros de la Judicatura y Ministerio Público han hecho oídos sordos, como debe ser y les honra, ante las palabras destempladas de quien circunstancialmente  ocupa el cargo de primer edil. Este accionar hasta cierto punto comprensible en otras personas es impropio e inaceptable en quien por el cargo representativo que ocupa tiene que dar ejemplo de prudencia y templanza con otras autoridades y sobre todo ante sus representados. En fin, la buena imagen pública de este señor anteriormente reflejada queda muy disminuida por su actuar maleducado. De él depende recuperarla y para muestra la moraleja de más abajo.
Una vez reflejado lo anterior solo me resta, recomendarle al lector de turno dos cosas. La primera que se olviden de los que se ponen el mundo por montera y no atienden a razones y la segunda que si pueden localizar la película reseñada visiónenla en la seguridad de pasar un buen rato con suspense incluido.
Moraleja:” Nada enaltece tanto  la autoridad como el silencio”  (A. Roa Santos)
Así sea.

EL VIGÍA. 

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