SITUACIONES INUSUALES
En
algunas ocasiones nos toca vivir o ser testigos de acontecimientos que resultan
inusuales por no decir extraños, jocosos y a veces hasta disparatados. Y en
algunos casos provocan hilaridad, en otros perplejidad, y llegando incluso a provocar molestia y desconcierto.
Todo
esto junto es lo le provocó a un padre de familia que acompañó junto a su
esposa a su pequeño hijo de seis años, a la consulta del otorrino del Hospital
III de Laderas del EsSalud. Al intentar explicar al Doctor el motivo de la
visita (reiterado sangrado nasal del pequeño), el galeno de forma cortante
indicó al padre que en esa consulta el papá sobraba y que se retirara para que
fuera la madre, que según dijo, era la que cría a los hijos, la que explicara
lo que ocurría con el pequeño. Aquel padre explicó que su esposa, por
diferentes motivos no conocía todos los antecedentes médicos del pequeño, a lo
que haciendo oídos sordos volvió a insistir en que el padre se retirara, y que
eso no lo decía él sino que era una norma del hospital. Recalcó, que era una
norma del hospital. Tras rebatirle tal afirmación el padre permaneció firme, de
pie, ante la mesa de aquel elemento, y pensó que debía tener un mal día,
diciéndole claramente que no iba a retirarse sino a explicarle minuciosamente
los males que aquejaban al pequeño y que ahora ya no solicitaba sino exigía su diagnóstico y pronostico correspondiente. El
padre explicó minuciosamente los antecedentes del niño. El médico a
regañadientes y tras hacer reiteradas recomendaciones matrimoniales que no
venían al caso, examinó al niño, y dio su dictamen: cirugía. Los padres
salieron anonadados de aquel consultorio donde habían sido maltratados,
pensando en denunciar al impresentable que les había atendido. Ni que decir
tiene que el niño no volvió a ser visitado por aquel elemento .Más tarde los
papás supieron que era de dominio público el mal carácter de aquel hombre y la
continuada pérdida de pacientes que tras una primera consulta no repetían.
Casos como este existen, sin duda son conocidos por su reiteración. Su
existencia es responsabilidad del Centro, y no debe ser necesaria la denuncia
de parte para que la Dirección actúe responsablemente ante el mal servicio
proporcionado por personas agriadas y maleducadas, repito, sin duda conocidas, y
que desprestigian a la Institución. Institución que no es benéfica sino que pagamos todos los afiliados. Para terminar
les diré que aquel papá era el mismo que les escribe estas líneas.
Otra
situación inusual que en principio produce hilaridad, pero sobre todo el resto
de lo dicho en un principio, es el de la señora diagnosticada por el mismo
hospital anterior con “una dilatación de la próstata”. Eso al menos es lo que
aparece en el informe emitido y recibido en otro hospital de Lima, que es donde
se ha dado la señal de alarma. Imagínense ustedes a la paciente, nunca mejor
dicho, aquejada realmente de un cáncer de tiroides, buscando su próstata por
todas partes y ella sin encontrarla, por mucho que se miraba y se pudo hacer mirar. Pero lo más grave se ha evitado
casualmente gracias a que el diagnóstico
emitido corresponde a un hombre y no puede ser el de una mujer. Pensemos por un
momento que el paciente hubiera sido un hombre. El desaguisado hubiera sido
mayúsculo. Pero eso sí, dicen que ha sido un error de “TIpeo”. Pues la
recomendación es que reciclen al
susodicho ”tipo”, que lo ha originado, ya que las cosas no suceden
solas. Que subsanen el error que continúa sin arreglarse, que está complicando
la vida y el tratamiento de la señora. Ahora dejemos por un ratito al EsSalud,
que se oxigene, que buena falta le hace y pasemos a otra cosa, por ejemplo a la
Justicia.
Ahora
parece ser que los trabajadores judiciales, que están de huelga por problemas
ajenos al ministerio de Justicia, como son sus reivindicaciones laborales y
económicas, se arrogan el determinar quién entra y quién puede o no actuar en
la sede judicial. Sede que muy a su pesar debe permanecer abierta a cuantos
ciudadanos deseen entrar en sus instalaciones, y ya no digamos si son abogados,
litigantes, fiscales o jueces. Este problema, cual es el de cerrar e impedir la
entrada a ciudadano, a juicios públicos que se están celebrando por las tardes,
aduciendo que el horario es hasta las 16,30h viene a reflejar una situación
deplorable y permitida por la Corte, que no habilita las medidas adecuadas para
su subsanación. O sea que ahora son unos ciudadanos, que haciendo uso torticero
de su derecho a la huelga, los que dicen qué juicio se lleva a término y cuál
no, cuando la sociedad en su conjunto está demandando agilidad y prontitud en
la resolución de unos casos emblemáticos que se hallan en riesgo de volver a
fojas cero. Y también insólito resulta ver a la máxima autoridad de la Corte
desfilando en la manifestación con los huelguistas. No por la mayor o menor
solidaridad personal que es muy libre de tener y manifestar sino por la imagen
pública de acompañamiento mostrada que viene a ser similar a la realizada no
hace mucho tiempo por un coronel de la PNP que para congraciarse con los
huelguistas que interceptaban un puente se puso de su parte y departió con
ellos amigablemente. La prudencia siempre es un grado pero a veces puede
confundirse con la debilidad.
También
resulta inusual y aparentemente oportunista que un padre de la patria, por más
señas representante de esta región, haya solicitado la intervención del
Gobierno Regional de Ancash por su “baja ejecución presupuestal “ y formar un”
Consejo de Administración Transitorio”. El congresista sabe perfectamente que
adoptar tal medida además de antidemocrática es inconstitucional y por lo tanto
abocada al fracaso. Como también lo era la solicitud del estado de emergencia o
excepción de la semana pasada.
Y
finalmente resulta muy pero que muy inusual, más bien insólito, que una pistola
metida en un sobre lacrado se convierta en una llave de ruedas, pues no parece
muy creíble que el cañón se haya estirado tanto y la culata encogido, para dar
lugar a una nueva herramienta. Da la impresión que una de dos o la fiscal nos
está tomando el pelo o se lo están tomando a ella, que es la responsable de la
guarda y custodia de la teórica arma. Arma que si no aparece no hay delito y
por lo tanto delincuente. Y no hago más comentario.
En
fin, demasiadas situaciones inusuales.
Moraleja:”
Tanto fue el cántaro a la fuente que al final se rompió”.
Así
sea
EL
VIGÍA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario