POLÍTICA Y REALIDAD SOCIAL
Acaba
de publicarse un estudio que muestra una manera diferente de lo que en política
se denomina “cultura política”, o lo que es lo mismo, la forma en que el
ciudadano se relaciona con la política, con la democracia, y que en nuestro
caso es muy elemental y primaria. Veremos el contenido del informe de la
sociedad GFK, en el que se refleja con un sentido muy fácil de entender como
concibe el ciudadano peruano su relación con la situación política
contemporánea. Y también la opinión de relevantes estudiosos o politólogos
actuales. Pero antes, a modo introductorio conviene hacer una serie de
consideraciones acerca de ese amplio concepto de política, para mejor entender
de qué estamos hablando y en todo caso aclarar conceptos.
El
nombre femenino de política corresponde a una actividad que va dirigida de
forma ideológica a la toma de decisiones de un grupo humano para lograr ciertos
objetivos concretos. También puede definirse como la actividad que desarrollan
los que gobiernan o quieren gobernar, los asuntos que afectan a una sociedad de
un país. O sea, es una manera de ejercer el poder que debe ser con la intención
de amortiguar el posible conflicto de intereses que pudiera producirse en el
seno de una sociedad. Aunque la realidad a veces dista bastante de lo dicho
anteriormente. No hay que olvidar que la política, aunque en muchos casos nadie
lo diría, es una rama de la moral que va dirigida a solventar los problemas de
convivencia colectiva de una sociedad libre, con el objeto de garantizar el
bien común de sus integrantes. O lo que es lo mismo, la consecución de un
objetivo ético. Se trata de una actividad, en sentido amplio, a la que es muy
difícil, por no decir prácticamente imposible, sustraerse por hallarse en todos
los ámbitos de nuestras vidas. Por ejemplo: La asociación de Padres del
colegio, un sindicato, una empresa, una agrupación, etc, etc. Esto quiere decir
que, querámoslo o no, nuestro quehacer
diario está impregnado de hechos políticos, que serán de mayor o menor
intensidad, aunque muchas veces no seamos conscientes de ello. Así lo es cuando
participamos en el buen desarrollo de la asociación de padres del cole, de la
marcha del sindicato, de las reivindicaciones laborales, de la cumplimentación
vial, de la colaboración ciudadana. Y un sinfín de hechos más.
El
término política tiene su origen en la palabra griega “Polis” que significa
ciudad, y es en esa cultura donde se intenta organizar por los gobiernos la
vida social de los ciudadanos. Es en el siglo V A.C. cuando Aristóteles edita
su obra “Política” que es la que dará origen y fundamento a una primaria
política. La “Ciencia política” es la disciplina que estudia las actividades
políticas, y el politólogo, término ya
mencionado anteriormente, al estudioso del tema, a diferencia de los
políticos que están a cargo del Estado o entidades afines. Los sistemas
políticos en un principio eran generalmente absolutistas ya que el poder lo
ostentaba un solo sujeto, el más fuerte. En algunas ciudades (polis) de la antigua
Grecia existieron unas incipientes democracias. Tanto Platón como Aristóteles
en sus obras “La República” nos muestran la forma de hacer política. El primero
indicando que los cambios e ideales debían ser realizados y dirigidos por los más sabios, y el segundo, Aristóteles
enfocando la acción política de forma cultural y social y manifestando la
necesidad de la existencia de una clase intermedia (clase media), para
amortiguar las diferencias entre ricos y pobres. Es con la Revolución Francesa y la nueva
Constitución de los EEUU cuando aparece una nueva forma de hacer política, en
la que imperan las incipientes democracias y la toma de decisiones son por
voluntad popular. La democracia es la forma
política más extendida, basada en una Constitución, como ideal del
pueblo. Esto, un tanto utópico de llevarse a término, por los bastardos
intereses partidistas de los políticos de turno, que suelen sobreponerse a los
reales del pueblo. Para terminar este brevísimo acercamiento a la política diré
que todas las ideologías políticas se agrupan en dos grandes direcciones: una,
económica y otra, social. Las económicas, en Derechas e Izquierdas, ambas
antagónicas y las sociales en Autoritarismo y Libertarismo, también opuestas. Y
si refundimos estas daremos lugar al Totalitarismo, Conservadurismo, Socialismo
y Liberalismo, situándose centralmente el Centro Político.
Volviendo
a la realidad peruana y según el trabajo de GFK
acerca del interés de la población en la política nacional, resulta que
un 49% de la población encuestada es “conformista o inconformista y además
están desinformados, lo que puede originar una situación de rebeldía en base a
nada, además de influenciables y agitados” según palabras del analista político
Luis Benavente. Aparece un segmento crítico y participativo que se sitúa en el
25% y cuyos activistas se dan más entre integrantes de organizaciones sociales
como pescadores artesanales, mototaxistas, comedores populares etc, etc. que en
los propios partidos políticos. Hay un 21% de renegados insatisfechos que según
Benavides, más que antipolíticos son antipartidos. Finalmente nos dice que según
la encuesta, el 5% restante lo integran los llamados leales institucionales que
simpatiza con los líderes políticos pero que no se involucra activamente en
política. La conclusión es que solo un 25% de peruanos se interesan por la
política y que el 50% de los conformistas o inconformistas desinformados podría
representar un sector de la población preelectoral fácilmente influenciable por
la campaña. Según Hernán Chaparro Gerente de GFK, ese 50% de conformistas
desinformados se hallan desvinculados de la política y lo público solo les
interesa en tanto les afecte directamente, en su negocio, a su familia o en lo
personal. Son la base para la acogida de discursos populistas aunque no crean
mucho en ellos. Finalmente nos dice que el panorama no es alentador ya que ese
21%, la quita parte de la población, los denominados renegados Insatisfechos,
sí están conectados con la política pero que se hallan muy insatisfechos con la
democracia tal y como está funcionando actualmente.
En
fin, un panorama, reitero, bastante
desalentador y coincidente con lo que estamos viendo en la realidad cotidiana,
tanto local y regional como nacional.
Moraleja:
“La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico
falso y aplicar después los remedios equivocados”( Groucho Marx)
Así
sea.
EL
VIGÍA.
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