viernes, 11 de diciembre de 2015

ARTÍCULO: POLÍTICA Y REALIDAD SOCIAL.

POLÍTICA Y REALIDAD SOCIAL
Acaba de publicarse un estudio que muestra una manera diferente de lo que en política se denomina “cultura política”, o lo que es lo mismo, la forma en que el ciudadano se relaciona con la política, con la democracia, y que en nuestro caso es muy elemental y primaria. Veremos el contenido del informe de la sociedad GFK, en el que se refleja con un sentido muy fácil de entender como concibe el ciudadano peruano su relación con la situación política contemporánea. Y también la opinión de relevantes estudiosos o politólogos actuales. Pero antes, a modo introductorio conviene hacer una serie de consideraciones acerca de ese amplio concepto de política, para mejor entender de qué estamos hablando y en todo caso aclarar conceptos.
El nombre femenino de política corresponde a una actividad que va dirigida de forma ideológica a la toma de decisiones de un grupo humano para lograr ciertos objetivos concretos. También puede definirse como la actividad que desarrollan los que gobiernan o quieren gobernar, los asuntos que afectan a una sociedad de un país. O sea, es una manera de ejercer el poder que debe ser con la intención de amortiguar el posible conflicto de intereses que pudiera producirse en el seno de una sociedad. Aunque la realidad a veces dista bastante de lo dicho anteriormente. No hay que olvidar que la política, aunque en muchos casos nadie lo diría, es una rama de la moral que va dirigida a solventar los problemas de convivencia colectiva de una sociedad libre, con el objeto de garantizar el bien común de sus integrantes. O lo que es lo mismo, la consecución de un objetivo ético. Se trata de una actividad, en sentido amplio, a la que es muy difícil, por no decir prácticamente imposible, sustraerse por hallarse en todos los ámbitos de nuestras vidas. Por ejemplo: La asociación de Padres del colegio, un sindicato, una empresa, una agrupación, etc, etc. Esto quiere decir que, querámoslo  o no, nuestro quehacer diario está impregnado de hechos políticos, que serán de mayor o menor intensidad, aunque muchas veces no seamos conscientes de ello. Así lo es cuando participamos en el buen desarrollo de la asociación de padres del cole, de la marcha del sindicato, de las reivindicaciones laborales, de la cumplimentación vial, de la colaboración ciudadana. Y un sinfín de hechos más.
El término política tiene su origen en la palabra griega “Polis” que significa ciudad, y es en esa cultura donde se intenta organizar por los gobiernos la vida social de los ciudadanos. Es en el siglo V A.C. cuando Aristóteles edita su obra “Política” que es la que dará origen y fundamento a una primaria política. La “Ciencia política” es la disciplina que estudia las actividades políticas, y el politólogo, término ya  mencionado anteriormente, al estudioso del tema, a diferencia de los políticos que están a cargo del Estado o entidades afines. Los sistemas políticos en un principio eran generalmente absolutistas ya que el poder lo ostentaba un solo sujeto, el más fuerte. En algunas ciudades (polis) de la antigua Grecia existieron unas incipientes democracias. Tanto Platón como Aristóteles en sus obras “La República” nos muestran la forma de hacer política. El primero indicando que los cambios e ideales debían ser realizados y dirigidos  por los más sabios, y el segundo, Aristóteles enfocando la acción política de forma cultural y social y manifestando la necesidad de la existencia de una clase intermedia (clase media), para amortiguar las diferencias entre ricos y pobres.   Es con la Revolución Francesa y la nueva Constitución de los EEUU cuando aparece una nueva forma de hacer política, en la que imperan las incipientes democracias y la toma de decisiones son por voluntad popular. La democracia es la forma  política más extendida, basada en una Constitución, como ideal del pueblo. Esto, un tanto utópico de llevarse a término, por los bastardos intereses partidistas de los políticos de turno, que suelen sobreponerse a los reales del pueblo. Para terminar este brevísimo acercamiento a la política diré que todas las ideologías políticas se agrupan en dos grandes direcciones: una, económica y otra, social. Las económicas, en Derechas e Izquierdas, ambas antagónicas y las sociales en Autoritarismo y Libertarismo, también opuestas. Y si refundimos estas daremos lugar al Totalitarismo, Conservadurismo, Socialismo y Liberalismo, situándose centralmente el Centro Político.
Volviendo a la realidad peruana y según el trabajo de GFK  acerca del interés de la población en la política nacional, resulta que un 49% de la población encuestada es “conformista o inconformista y además están desinformados, lo que puede originar una situación de rebeldía en base a nada, además de influenciables y agitados” según palabras del analista político Luis Benavente. Aparece un segmento crítico y participativo que se sitúa en el 25% y cuyos activistas se dan más entre integrantes de organizaciones sociales como pescadores artesanales, mototaxistas, comedores populares etc, etc. que en los propios partidos políticos. Hay un 21% de renegados insatisfechos que según Benavides, más que antipolíticos son antipartidos. Finalmente nos dice que según la encuesta, el 5% restante lo integran los llamados leales institucionales que simpatiza con los líderes políticos pero que no se involucra activamente en política. La conclusión es que solo un 25% de peruanos se interesan por la política y que el 50% de los conformistas o inconformistas desinformados podría representar un sector de la población preelectoral fácilmente influenciable por la campaña. Según Hernán Chaparro Gerente de GFK, ese 50% de conformistas desinformados se hallan desvinculados de la política y lo público solo les interesa en tanto les afecte directamente, en su negocio, a su familia o en lo personal. Son la base para la acogida de discursos populistas aunque no crean mucho en ellos. Finalmente nos dice que el panorama no es alentador ya que ese 21%, la quita parte de la población, los denominados renegados Insatisfechos, sí están conectados con la política pero que se hallan muy insatisfechos con la democracia tal y como está funcionando actualmente.
En fin, un panorama, reitero,  bastante desalentador y coincidente con lo que estamos viendo en la realidad cotidiana, tanto local y regional como nacional.
Moraleja: “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados”( Groucho Marx)
Así sea.
EL VIGÍA.      

                  

No hay comentarios:

Publicar un comentario