Cuándo uno es, lo es porque existe. A
esto se le llama axioma. Y si no es, es porque no existe. Eso es otro axioma.
Que no son otra cosa que verdades evidentes que no requieren demostración. De ellos se desprende la lógica del axioma,
que consiste en obtener mediante la deducción otras conclusiones coherentes con
aquella verdad evidente. Así, en buena lógica, partiendo de aquellos axiomas se
puede decir que, uno existe cuando es o está. Y si ni es ni está no existe. Bueno,
quizá algo enrevesado pero, leyéndolo despacio asimilable. Continuemos con más
ejemplos. Otro axioma: El gobernador es el que gobierna. Y otro: Si no existe gobernador
no existe gobierno. Aplicando la lógica del axioma cabe deducir que, si hay
gobierno es que hay gobernador. Y si no hay gobierno es que no hay gobernador.
Todos estos axiomas y sus lógicas, como ustedes ven pueden ser aplicables a la
vida real. O acaso no es una verdad evidente que no puede haber gobierno si no
hay gobernador? Y no estoy hablando del buen o mal gobierno, ni del buen o mal
gobernador. Estoy diciendo simplemente que no puede haber gobierno si no hay
gobernador. Cosa que puede aseverar cualquier persona. Ahora dejaremos de
filosofar y pasaremos a la vida real.
A principios de la semana pasada, en el Cuzco, el
elegido nuevo presidente Pedro Pablo Kuczynski se reunió con más de 700
alcaldes del país, entre ellos Julio Cortez y Valentin Fernández, que lo son de
Chimbote y Nuevo Chimbote, y veintitrés gobernadores regionales, pues sólo
faltaron dos. Adivinen ustedes cual era uno de ellos. El de Ancash. Debió ser
por aquello de que andan tan bien las cosas por esa Región, vamos tan sobrados
que no era necesaria su presencia. En esa multitudinaria reunión denominada I
Cumbre de Descentralización se trataron una serie de temas de vital importancia
para las Regiones, los municipios y el país. Uno de los principales pedidos a
Kuczynski fue la creación del Ministerio de la Descentralización para proceder
a realizarla a lo largo del país. No cabe confundir ese hipotético ministerio
con el ya programado de Apoyo a las Regiones. También la Asamblea de Gobiernos
Regionales mediante su Presidente Edwin Licona solicitó la instalación del
Consejo de Coordinación Intergubernamental, integrado por los tres diferentes
niveles de gobierno, local, regional y gubernamental. También se pidió cifrar
la transferencia presupuestaria de los gobiernos regionales en un cincuenta por
ciento, cuando actualmente es del veinticinco, ya que al producirse la
descentralización muchos programas sociales necesitarán un mayor presupuesto
local. Actualmente la orientación de la inversión se realiza desde Lima, cuando
es en las regiones donde se conocen las necesidades reales y priorizaciones de
adónde debe ir el presupuesto asignado. Por otra parte se solicitó a través de
la Asociación de Municipalidades del Perú el incremento hasta el veinte por
ciento, ahora en el once, de los recursos económicos provenientes del gobierno
central para los municipios. Y que la Sunat dicte una amnistía de los
novecientos millones de soles de deuda que vienen arrastrando, de manera que se
pague la deuda sin intereses ni moras que son impagables. Otra propuesta de los
alcaldes es la eliminación de la ley de Prohibición en la que están incluidos
los Gobernadores regionales. Quizá más que prohibir la reelección sería
aconsejable cifrarla en una sola, pues ese tiempo de ocho años es suficiente
para la ejecución de un proyecto de envergadura. Hasta aquí y muy reducido el
importante contenido de la reunión del Cuzco. Y mientras tanto nuestro flamante Gobernador, el de los bingos
en campaña, el de los regalos de carros, el de las múltiples promesas
incumplidas, el de las numerosas veces encausado, el genuflexo, sudoroso, lacrimoso e histriónico
personaje, estuvo desaparecido como si se lo hubiera tragado la tierra. ¿Dónde
estaba el titulado como Gobernador? Como si no fuera necesaria nuestra
representación, para en una ocasión
extraordinaria como la acontecida aprovecharla y hacer llegar la voz, cansada,
sedienta, y necesitada de tantos y tantos hombres y mujeres que piden a gritos,
apoyo, ayuda y colaboración. En situaciones como la descrita es donde se ve la
auténtica valía de los personajes. Y llegados aquí pueden ustedes empezar a
aplicar algunos de los axiomas y lógicas descritos más arriba sobre la
gobernación. Y creo que llegarán a las mismas conclusiones que yo. Y es que no
se pueden pedir peras al olmo. Así de sencillo.
A mitad de semana, el miércoles 29 nuestro San
Pedrito celebró como todos los años su onomástica. Sin afeitar, con media barba
como acostumbra, cubierto por su manto, pues la mañana era fría, a bordo de su
pequeño bote artesanal y a hombros de sus fieles cofrades eran las siete de la
mañana cuando fue trasladado en solemne procesión desde su casa de la Avda.
Pardo, hasta la Caleta del puerto de pescadores donde él se siente realmente en
su ambiente. A lo largo del camino era aclamado, vitoreado, y nombrado, por
cientos de sus devotos con vela encendidas, al mismo tiempo que numerosas y
emocionadas lágrimas se derramaban a su paso, mientras le sonreía a la
multitud. Se le veía feliz, contento y satisfecho de que este año se acordaran
de que se acercaba su onomástica y no había distanciamiento y frialdad entre
los hombres del mar como había ocurrido en alguna otra ocasión. Una vez a
orillas del mar fue bajado de su diminuta embarcación y a hombros trasladado a
la chalupa ”Karina” e iniciar su acostumbrado paseo por la bahía. Agitando sus
bracitos, al menos a mí me lo pareció, aunque pudo ser por el oleaje, saludó
una y otra vez a la muchedumbre arremolinada en el muelle. Aguas a dentro fue
transbordado a otra embarcación,
“Manuelito”, de mayor tonelaje, mientras era acompañado por otras
similares abarrotadas de seguidores. Posteriormente y esta vez en el muelle
principal San Pedrito fue depositado en un una embarcación, “Westella”, de mil
toneladas propiedad de la empresa Copeinca que se ofreció para la celebración. Acudieron
al acto, acompañando al Santo Patrón las primeras autoridades, menos uno, del
que más tarde volveré a hacer mención. Acudió el Alcalde Julio Cortez, el otro
alcalde Valentín Fernández, y formando un vistoso ramillete femenino, la
Presidenta de la Junta de Fiscales del Santa, Nancy Moreno, La Comisionada de
la Defensoría del Pueblo, Roslín
Villanueva, y la nueva congresista María Elena Foronda. Cerraba el grupo de autoridades el Jefe de la
División de la Policía, el coronel Juan Martinez Arroyo. Por motivos de salud, el Santo, autorizó a su
máximo representante, Monseñor Piorno, a ausentarse para no tener que sufrir los vaivenes del mar, pero
con la condición de celebrar, como así hizo, la misa solemne con la que se
cerró la celebración. Y es que este Santo está en todo, y por eso es Santo.
Ya habrán adivinado quién era el nunca mejor dicho
impresentable, como si no fuera con él la celebración del Santo Patrón. Lo
mismo que en el Cuzco. Habrá que recordarle, al impresentable Gobernador, que ese
Santo es ni más ni menos el Patrón que vela por miles y miles de marineros que
día sí y día también se dejan la piel a trizas por el sol abrasador y normalmente
exponen sus vidas al realizar su
arriesgado trabajo para poder mantener a
sus familias, haciendo que vuelvan sanos y salvos a sus hogares. Y por todo
ello se merece el Santo al menos una vez al año, felicitación, pleitesía, y
recogimiento. Y los otros, los pescadores, apoyo, comprensión y reconocimiento.
Y una forma de hacerlo muy sencilla, es acompañando a uno y a otros en su día.
Y nunca ignorándolos, cosa que retrata a quien lo hace y resulta propia de
ignorantes.
Por todo lo anteriormente expuesto podemos afirmar
que el gobernador no está, ni se le espera, que el adjetivo de impresentable es
perfectamente aplicable en su caso, pues
no se presenta, y que además en breves fechas va a tener que afrontar un rápido
juicio por el nombramiento improcedente de un alto cargo y por el que le pueden caer
ochenta días de sanción. Claro está que si él no está difícilmente la cumplirá.
Moraleja: De donde no hay no se puede sacar.(Axioma)
Así sea.
EL VIGÍA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario