Hace
escasos días les escribía sobre esa táctica tan utilizada por quienes tienen
pocas razones para confiar en el resultado positivo de sus problemas, que se
denomina “echar balones fuera”, como hacen los equipos de futbol al verse
agobiados y avasallados por sus contrincantes. Les contaba que ese podía ser el caso de nuestra
alcaldesa que en sus explicaciones a la prensa contradecía lo dicho
públicamente por el contador público, D. Richard Luciano, al parecer uno de los
dos firmantes del “informe” presentado en su defensa. El contador decía que no
se trataba de una pericia judicial sino de un informe técnico contable y la
alcaldesa lo desdecía públicamente aseverando que sí se trataba de un peritaje
pues un informe técnico contable era un peritaje. Cosa que insisto una vez más,
no es así según Resolución Administrativa Nº 351-98-SE-TP-CME-PJ de fecha
25/8/1998. Además el Sr. contador indicaba que ese informe de parte se había
presentado en la etapa preliminar del juicio y se había hecho para el
Ministerio Público, desconociendo que se hubiera presentado ante el Juzgado en
el que antes y ahora trabaja. Ahora el
Sr. Luciano a la vista de lo visto empieza a parecer que se “lució”. Y digo que
se “lució” pues nos indujo al error a cuantos creímos en sus palabras dichas ante
los medios de comunicación. Al parecer el “informe” (que no me atrevo a
calificar de otra manera) titulado “Ampliación de informe pericial financiero
de parte” se presentó en el Juzgado una vez el proceso se hallaba en la etapa
intermedia, es decir en el control de investigación y no, repito, en la etapa
preliminar. Cabe la remota posibilidad, que se elaborara en la fase preliminar, según dijo, para
pasarlo a la Fiscalía, y ahí digo yo, pudiera haber quedado “archivado” el
caso, como ocurría con alguna frecuencia en el año 2013,pero miren ustedes por
donde, al parecer fue presentado más tarde, ya como digo en la etapa
intermedia. Luego es falso lo aseverado. Y posiblemente lo que hubiera
funcionado en una etapa preliminar, dos años y medio después, o sea ahora, con
todo lo que ha caído, no sirva de gran cosa.
También hizo público que el objeto del
“Informe” presentado no era el de rebatir el trabajo pericial presentado por
los peritos de la acusación sino defender contablemente la actuación del
conviviente de la alcaldesa. Pero la realidad es otra, pues basta un sucinto
vistazo al “Informe” para darse cuenta que de lo que se trata en el fondo es
más que una defensa, un ataque en toda
regla, un escrito de “acoso y derribo” de la pericia efectuada por los peritos de
la acusación. Luego también es falso lo aseverado por D. Luciano. Finalmente y
en lo que se refiere a su “lucimiento”, habrá que constatar y confirmar si se
trata de un perito contable y por lo tanto reúne los requisitos establecidos
por la Resolución Administrativa correspondiente, o se trata simplemente de un
contador público, con todos mis respetos para ellos. En sus manifestaciones
públicas ha dejado la duda de su real titulación profesional, que será la que
tenga, pero que a estas alturas desconocemos y sería conveniente conocer pues
de la administración de Justicia estamos hablando. No será de recibo que a
estas alturas y tras todo lo llovido nos salgan diciendo los dos firmantes del
“informe” que no tienen capacidad jurídica para realizar pericia alguna, pero
sí para poner en duda y refutar la actuación de unos auténticos peritos
profesionales acreditados. Cuando anteriormente hago referencia a todo lo
llovido, me estoy refiriendo a las veces que hemos tenido que oír que su peritaje de descargo había sido
denegado produciéndoles la indefensión, y ahora resulte que ni existe tal
prueba pericial ni peritos que la respalden.
Y no quiero entrar en si es legal o no su actuación procesal, pues
doctores tiene la ley, pero lo que sí me parece es que ambos, los dos firmantes
del “informe”, dado que su lugar de trabajo es el mismísimo Juzgado donde se
está desarrollando la vista, o se han visto asaltados en su propia buena fe, o
por el contrario han actuado con una ética profesional, cuando menos, muy pero
que muy dudosa. El Poder Judicial determinará y obrará en consecuencia.
En
lo que se refiere a los comentarios de Dña Victoria acerca de la controversia
creada sobre su soltería, sin duda originados por ella, parecen más propios de
una quinceañera que de una abuelita, eso sí, señora de buen ver y más para sus
nietos, si los tiene. Lo digo por la sencilla razón de que tiende a la duda
desmentir lo que figura en los Registros Públicos, donde aparece como casada
con D. Wuilmer Agapito y además forman una sociedad conyugal. Claro está que
también puede ser error de quien así los inscribió, cosa fácilmente aducible y
difícilmente creible sobre todo a la Sunat en lo que a efectos de impuestos se
refiere. Sea lo que sea, soltera, casada, separada o divorciada, o incluso
viuda no es relevante desde el punto de vista ciudadano pero sí lo es y
decisivo desde el punto de vista judicial. Lo es por la sencilla razón del
motivo del Juicio : “Enriquecimiento Ilícito”, que hace sean muy
diferenciadas sus respectivas
responsabilidades pecuniarias según su estado civil. Por otra parte, debe
entender que su estado civil es de interés general, o sea de todos, pues al
tratarse de un servidor público, en este caso nada menos que nuestra alcaldesa, debemos conocerlo, cosa que
tiene la obligación de decir con verdad, como se hace en las hojas de vida, y
para el Ministerio Público, con más motivo si cabe, por el proceso en el que se
ve envuelta.
En
este caso se puede decir aquella frase popular de “Vuelve la mula al trigo”,
por el hartazgo y fastidio que se repite una y otra y otra vez, con sus
opiniones, argumentos y errores sin que modifique su posición. La mula se
caracteriza por su terquedad y mala predisposición para aprender por lo que
utilizamos a este animal que ni aprende ni aprenderá para compararlo
metafóricamente, como no podría ser de otra manera, con la persona objeto de
crítica.
Independientemente
de todo lo expuesto le deseamos a Dña Victoria, que su momento justiciable del
próximo día 8 se solvente con todos los pronunciamientos favorables y pueda
seguir afrontando el resto de citaciones judiciales que tiene pendientes
haciendo uso de su libertad actual.
Moraleja:
“Cualquier tiempo pasado fue peor, somos más jóvenes ahora”
(Joaquín
Sabina)
Así sea.
EL VIGÍA.
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