Tal y como era de prever, ayer,
o sea antes del final de semana, en Chimbote, el fiscal anticorrupción del caso
Centralita Sr. Don Laureano Añanca Chumbe ha emitido su informe acerca de, por
una parte la solicitud de la prisión preventiva para el Presidente Regional, su
asesor de imagen institucional y cuatro periodistas por un período de 18 meses
y por otra la ampliación a más de 50 personas también involucradas (sorpresas
incluidas) y a las que solicita 9 meses de prisión preventiva mientras se lleva
a término la investigación del caso. Posteriormente
el Juez Sr. Concepción Carhuancho en el plazo de unas horas emite y resuelve
con su sentencia la situación de cada uno de ellos y que ustedes conocerán en
estas mismas páginas.
Mientras tanto en Lima el
Poder Judicial resolvía en el caso Nolasco, que no se han vulnerado los principios constitucionales y
garantías procesales del Sr Presidente de la Región, según alegaba y denunciaba
en su solicitud la defensa, y que por lo tanto debía, como a si se ha cumplido,
continuar el imputado bajo el arresto preventivo, quedando a la espera de que
en el plazo de 48h la Fiscalía emita su solicitud de lo que hasta ahora ha sido
un arresto se convierta en prisión preventiva.
Siempre cabía la posibilidad,
ya que de la justicia hablamos, de que hubiera habido sorpresas, y si así
hubiera sido habría que considerarlas como inesperadas y hasta cierto punto ilógicas dada
la envergadura del caso.
Por los hechos por todos
conocidos, su dimensión, la alarma social originada, los más que simples
indicios hallados y las personas en principio involucradas hacen que la
investigación deba prolongarse, y si así se ha determinado, es lógico que los
principales implicados sigan aislados, mientras se continúa y se profundiza en
el conocimiento de los hechos y las responsabilidades a que haya lugar.
Investigación y aislamiento que debe prolongarse en el tiempo mínimo necesario
para profundizar, sin prisas pero sin pausas, en el conocimiento de lo
acontecido y repartir responsabilidades. El Sres. Magistrados tienen la
palabra.
Así vemos que la dimensión
del caso ha superado todas las expectativas en principio pensadas, llegando a
tener carácter ya no solo nacional sino internacional. Y se ha visto todavía
más agrandado por la importancia de los encartados y su arresto preventivo. En
lo referente a los fundados indicios delictivos, según las informaciones
filtradas a la prensa, deben ser suficientes aunque deberán ser contrastados, ampliados y confirmados y
por lo tanto necesitan más tiempo de trabajo.
Por otra parte es importante
señalar que son muchas las familias que además de los damnificados que visten
luto por la defunción alevosa de sus parientes, están también viviendo una
tragedia, aunque no tan cruenta ni comparable, con visos de prolongarse en el
tiempo, ante las graves acusaciones de que son objeto los encartados y
actualmente detenidos. Algunos medios de comunicación han centrado sus miras en
el dolor, entendible, de la esposa e hijos del primer implicado, pero debemos
recordar que el resto de familiares de acusados también tienen el derecho a ser
recordados y comprendidos en su dolor, que sin lugar a ninguna duda no tienen
por qué ser menor.
¿Qué declaraciones puede
hacer la esposa e hijos de uno de los encartados si no es la de exculpación de
su esposo y padre?. Desde el punto de vista jurídico, intrascendentes. Pero eso
sÍ, venden mucho.
¿Cómo es posible que un medio
televisivo y de máxima audiencia entreviste a unos niños y por lo tanto menores
de edad, para interrogarles por su opinión sobre las gravísimas acusaciones que
pesan sobre su papá? Ni con la autorización de su mamá es aceptable. Esto, el
pasado domingo fue un hecho bochornoso, inaceptable y denunciable. Y mucho más.
Lo es por la sencilla razón de que no puede frivolizarse y convertir unos
hechos gravísimos en una mercancía que por su morbo puede venderse a la gran
audiencia. Infinitamente peor que “Combate”. Y menos en nombre de la libertad
de expresión e información. Un auténtico bodrio, impropio de una sociedad culta
y desarrollada.
Han llamado poderosamente la
atención las palabras, que personalmente no me descubren nada nuevo, del Sr.
Don Arturo Ortecho, abogado del Sr. Álvarez, acerca de la responsabilidad del
Sindicato de Protección Civil en el asesinato del valiente, sin dudar de sus faltas
en vida, Ezequiel Nolasco. Es de suponer que tal aseveración estará avalada y
confirmada por su defendido, que al fin y a la postre venía manteniendo una
aparente y recíproca proximidad de apoyo mutuo con dicho sindicato. En fin, es lógico
y comprensible que cada uno “arrime el ascua a su sardina”, velando por sus
propios intereses. Da la sensación de que muy posiblemente estemos entrando en
la dinámica del “y tú más”, dado la catadura de los personajes que integran el
lamentable folletín y que no parecen estar adornados de las mejores virtudes.
Por ello entrar en las acusaciones mutuas puede llevar al esclarecimiento de
muchas cosas ya intuidas pero hasta ahora no confirmadas.
Por otra parte, la puesta en
marcha del ventilador para intoxicar e involucrar al mayor número de personas
es bastante normal que se produzca en estos casos y hay que estar y ser
precavidos ante el siniestro poder del que pueden hacer gala en momentos
delicados para su supervivencia, estos grupos que ven peligrar su posición. Así
no son de extrañar las tergiversaciones malévolas de éstos, tratando de
implicar precisamente a quienes les combaten con las mejores armas de la
democracia que son la transparencia, y el respeto a la libertad y la vida.
No olvidemos en ningún
momento, ni perdamos de vista que en este caso hay involucrados muchísimos
personajes que hasta ahora han pasado desapercibidos y de los que no teníamos
noticia alguna, pero que de forma continuada irán saliendo a escena. Y es que
la corrupción es algo que se ha enseñoreado en nuestra sociedad y es vista como
algo normal y propia del ser humano. A la corrupción se la denomina “error”, y
el delincuente de cuello blanco dice: “Puedo cometer errores (ser corrupto)
pero eso de asesino, no, eso sí que no”, como si la corrupción fuera un error o
una simple falta menor. Cuando la realidad es que la corrupción conduce al
asesinato. Por otro lado la gente, el hombre de la calle dice: “Roban a manos
llenas, pero al menos hacen obras”. O sea que el ladrón, es aceptado
socialmente como un mal menor, ya que al menos hace colegios, carreteras o de
vez en cuando es un hombre desprendido que regala panetones, camisetas o
electrodomésticos. Esta es la lamentable realidad que nos acompaña y que tan difícil es de combatir, pues se ha
llegado a una descomposición tal del entramado social que las esperanzas de
remontar cada vez son más dudosas.
Esperemos acontecimientos,
que van a ser muchos y con sorpresas, pero poniendo mucha atención al
ventilador que ya han puesto a funcionar y que lo único que pretende es
potenciar la propia impunidad, tratando de incluir en su propio saco a la gente
que no es como ellos.
Creo finalmente que quienes
utilizamos los medios de comunicación de forma libre y estamos al servicio de
la información veraz y sin tapujos debemos trasladarla con alegría y
satisfacción a nuestros receptores en la seguridad de que será bien recibida y
servirá para combatir la indiferencia y el pasotismo aparente de muchos. Al
menos esa es nuestra intención.
Moraleja: “El ladrón cree que
todos son de su condición”.
Así sea.
EL VIGÍA.
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