Otra semana cargada de
noticias. Bueno, más bien al final de la semana, el viernes, que es cuando se
ha hecho público la más esperada y no deseada de todas: la Centralita la
trasladan a Lima.
Si, lo que se temía, nuestra
Centralita, se la llevan de la Caleta para instalarla una larga temporada en el
centro de Lima. Y es que estos capitalinos son unos metomentodo, centralistas y
abusones que se creen el centro y el ombligo del mundo. Empezó la Procuraduría,
capitalina cien por cien, la que propuso su traslado. La Fiscalía, otra que tal
con su contestado socialmente número uno al frente, la que lo apoyó, empezando
unilateralmente por llevarse las carpetas fiscales, semi defenestrando al
fiscal Oñanca e iniciando la marcha del proceso a Lima. El Tribunal Supremo
acaba de dictar la orden de confirmación del éxodo (larga marcha) a la villa y
corte del Perú, dónde al igual que en la etapa colonial podrán darse intrigas y
controversias de todo tipo. Se aduce como causas, a todas luces injustificadas
para quién escribe estas líneas, la “existencia de circunstancias insalvables
que perturben gravemente el normal desarrollo del proceso, con las exigencias
razonables de objetividad, seguridad, garantía y eficacia”. ¡Ahí queda eso!
Como si lo actuado hasta ahora fuera de dudosa objetividad, seguridad, garantía
y eficacia. Pues bien tiene que saber el Tribunal presidido por Villa Stein,
que dónde existirán mayores presiones políticas, para mí, motivo de este
traslado, es en Lima, así como también las presiones institucionales.
Aparentemente hay muchos intereses políticos e institucionales en tener muy
cerquita el desembrollo y el desarrollo de la turbia madeja tejida en nuestra Centralita.
La aparición en el sumario de nombres de empresarios como Belaunde, Orellana y
los numerosos que están por aparecer, junto a legisladores como Benitez,
Crisólogo y algún otro amparados en su inmunidad, más aquellos no incluidos en
el sumario pero con su gran contestación social a cuestas como son el antiguo y
el actual fiscal de la Nación junto al todavía en activo fiscal Dante Farro,
unidos todos a varios jueces del Santa que empiezan a investigarse por su más
que dudosa actuación hacen que no se pueda ver y desarrollar el proceso en
provincias, sino bien cerquita, no vaya a ser que algo se salga del cesto de la
ropa sucia. No hace falta que Sánchez Melgarejo salga a decir públicamente que
en Lima el proceso se desarrollará sin presiones. Cómo no. Solo faltaría que
nos anunciara lo contrario. No quedaría nada bien. Y por cierto, parece ser que
se está solicitando su cese más el de su colega de Ancash. Se vislumbran varias
barbas a remojar. Ahora parece ser y no lo digo solo yo, que aquí en la Corte
del Santa había serios problemas con algunos jueces. Problemas de los que nadie
se enteraba. Y lo que sí digo es que habrá que subsanarlos y depurar las
responsabilidades directas e indirectas que existan. Parece ser que la Ocma ya
está actuando.
Como decía antes, allí en
Lima, y es de sentido común para todos menos al parecer para los que han
dictado la sentencia, habrá muchas más interferencias políticas e institucionales que pueda haber aquí en
Chimbote. Lo que se está haciendo con este traslado intempestivo, que no nos
queda otro remedio que acatar, es enfriar y dilatar el proceso al tiempo que se
difumina la presión mediática y social ahora existente. A los medios de
comunicación locales nos alejan del proceso pues resultamos muy molestos para
los intereses políticos de algunos. Para los medios de comunicación locales que
somos los que hemos venido, cuales “moscas cojoneras”, denunciando cuanto aquí
ocurría, la forma de enfriar y mangonear
el proceso es alejándolo de nuestros lares. Todo eso se hace tratando de evitar
precipitadamente dictar aquí y ahora cuando correspondía, la sentencia en el
caso Asián. Cuando sepamos su contenido, sabremos los motivos de tanto sigilo y
dilación. Quedamos a la espera.
La presión social también
queda mediatizada y prácticamente eliminada al alejar la resolución del caso.
Además del problema económico y logístico originado a los familiares y abogados
de los encartados, con el traslado de ciudad.
Hay que dejar muy clarito que
mientras el proceso se ha llevado en nuestra ciudad se ha actuado con seriedad,
rigor y transparencia, y que los medios de comunicación hemos sido notarios
privilegiados de que así ha sido. Lo que ocurra en Lima judicialmente, está por
ver, pero lo que sí ya se puede afirmar es que difícilmente superará la
profesionalidad hasta aquí desarrollada y mostrada.
Mientras, el Legislador Guevara que iba a informarnos
de los avances de su investigación en el Congreso a finales de mayo, después en
la primera semana de junio y ahora anuncia para el 15 de julio, habrá que
recordarle que se trata de una investigación sobre chorizos y que por lo tanto
deben abreviarla todo lo posible no sea que aquellos contaminen a alguien más. Y
a todo esto ¿sabían ustedes que el contestado fiscal Dante Farro sigue en
activo a pesar del castigo de suspensión que el fiscal de la Nación anunció a
bombo y platillo, con su alejamiento del cargo, cuando la realidad es que sigue
como si tal cosa, actuando en la fiscalía de Ica ya que al parecer presentó la
correspondiente apelación a la Junta de Fiscales Supremos a la que él
pertenece, y que todavía no se ha pronunciado?
Actuación bochornosa, primero
la del anterior Fiscal de la Nación al trasladarlo de lugar de trabajo sin
apartarlo preventivamente de sus actividades ante las dudas existentes y en
segundo lugar qué decir del actual fiscal de la Nación que nos cuenta verdades
a medias; se le ha puesto sanción pero sin ejecución; esto último se lo calla y
si le preguntamos nos dirá que no lo sabía. Y para finalizar, deben ustedes
saber que el ex fiscal de la nación Sr. Peláez Bardales según su declaración en
el Congreso, no vio elemento alguno que hiciera pensar en la existencia de una
red criminal en Ancash. Más que ser yo,
creo deben ser ustedes los que saquen conclusiones y digan que se merecen estos
elementos. Hoy en pleno siglo XXI y en una democracia que se precie de tal, no
caben asistentes de la Justicia, como son los Fiscales, que la ensombrezcan, la
pongan en duda y sean contestados socialmente como son éstos. Es una autentica
pena que una sociedad como la nuestra se vea zarandeada, vilipendiada y
arrastrada por la actuación de quienes parecen ciegos, mudos y paralíticos,
cuando lo que necesitamos es todo lo contrario. Imaginen ustedes un partido de
fútbol arbitrado por alguien de esas características. Pues eso. Solo que ahora no
estamos hablando de un partido sino de algo mucho más serio. Estamos hablando
de la administración de la Justicia.
Moraleja: “Quien la Justicia
reparte, no puede ser juez y parte”.
Así sea.
EL VIGÍA.
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