lunes, 1 de junio de 2015

ARTÍCULO: MARTÍN EL ABDUCIDO


¡Pero Martín muchacho, cuanta tinta has hecho correr!, sobre todo desde el pasado 30 de Diciembre cuando según tu referencia, pasaste por el paso de Desaguadero en la frontera con Bolivia sin dejar constancia expresa de tal circunstancia, huyendo de la orden de captura dictada por el caso Centralita hace ahora un año y dejando con un palmo de narices a tu fiero y persistente perseguidor Ministro Urresti que a pesar de su aparente diligencia, eso es lo que él decía, como experimentado sabueso, lograste evadir. Más bien todo ha venido a demostrar que el tal “sheriff” era un autentico “bluf” por no decir inútil, pues las facilidades de que disfrutaste  fueron grandes y numerosas en tus andanzas por aquí y más tarde por allí, incluida la Interpol. Después vino tu solicitud de asilo en ese país como perseguido político, al igual de lo que manifiestan tus amigos instalados en Piedras Gordas y ahora también el ex Fiscal Ramos Heredia, que dice sentirse como tú, y la larga historia de acciones judiciales aduciendo ser eso, un perseguido político, a pesar de que la solicitud del Estado de Perú es clara y concisa: por los delitos de peculado y asociación ilícita para delinquir en el caso “Centralita”. Una vez aclarada y rechazada por la Conare  boliviana tu reiterada solicitud de asilo político y la equivocada, por llamarla suavemente actuación de la Fiscalía y Poder Judicial peruano, encaminando los pasos hacia un proceso de desarrollo largo, tedioso y con restricciones judiciales, como es la extradición en lugar del  inmediato, rápido y expeditivo de la expulsión, llegamos el pasado domingo día 24 de mayo, cinco meses después de tu irregular ingreso en Bolivia, al principio del fin de todo este novelón por entregas que hemos vivido. Ese domingo 24 nos despertamos con la alarmante pero no inesperada noticia, de que Martín había desaparecido de la vivienda donde había estado los últimos meses bajo arresto domiciliario, y no cambiado a carcelario por la inacción peruana, que podía y debía haber solicitado tal cambio, tal como lo sugirió en su día la autoridad boliviana. En principio las noticias que nos llegaban eran confusas y variadas. Que si había huido, seducido, secuestrado o no sé que más, pero  la verdad contrastada  era que la tierra parecía habérselo tragado, se había esfumado. Algo bastante usual en la sociedad peruana, pues ahí tenemos el caso similar del ex Presidente Toledo, o también el del futbolista Roberto Martínez. Ambos en su día también nos contaron sus rocambolescas peripecias al ser secuestrados. Cosa que nadie creyó y originó la hilaridad de todos. Como sucede ahora en este caso. Haciendo un análisis de la información recogida no parecía tratarse de una huida pues eso no suele hacerse en pijama y descalzo, cosa más acorde con el caso de haber sido seducido, pero que también hay que descartar pues aunque chicarrón, bien parecido, con cara de niño bueno, y de no haber roto un plato en su vida, no es elemento proclive a ser seducido sino más bien al contrario. El secuestro también había que descartarlo por no presentar ningún signo de tal cosa y más con la fuerte protección de cinco policías que montaban guardia en los alrededores y que además recibían la correspondiente “propina “diaria que Martín les sufragaba y que viene a confirmar una vez más la esplendida y desprendida personalidad de este muchacho. ¿Alguien puede creer que quienes estaban  recibiendo una jugosa “gratificación” diaria van a entrar en el juego de perderla colaborando en la huida del detenido? Entonces, ¿Qué es lo que había sucedido? ¿Cómo había podido huir por la ventana de un tercer piso un hombre de un metro noventa centímetros, con más de cien kilos de peso, además en pijama y descalzo? Sólo él nos lo podrá contar. Aunque es posible que su verdad tarde en llegarnos y que si en principio dijo haber sido secuestrado, adormilado o sedado, y más tarde escapado de sus captores sea porque en su ficticia realidad haya sido así. Así que no nos extrañe que nos diga que fue abducido por alguna nave extraterrestre, a través de la ventana de su habitación, y transportado tal y como estaba en la cama, descalzo y en pijama, hasta Caranavi, también conocida como La Puerta de la Amazonía, donde tras un aterrizaje de emergencia por avería en la nave espacial, que también se estropean o utilizan GLP, consiguió liberarse de los alienígenas primero y más tarde por carretera trasladarse hasta Magdalena, en la frontera con Brasil, desde donde quizá pensaba volar hasta Indonesia, sin acuerdo de extradición vigente, a saludar a su papá Arturo que allí reside. Y digo que no nos extrañe que nos diga esto pues el altiplano (más de 3500 m.) boliviano siempre ha sido proclive a los avistamientos de ovnis, además de la hora de los hechos, la una y treinta de la madrugada que es el momento apropiado para las abducciones, la ventana por donde salió y la indumentaria que portaba, señal inequívoca de la premura y urgencia de la partida.
Nos cuentan que el pasado jueves 28 fue arrestado en casa de unos comerciantes; tú siempre con tus amistades Martín. Localizado debajo de una cama. La nota de agencia no especifica si se había caído o andaba buscando alguna moneda o chip prestados por los alienígenas, pero la realidad es que la imagen transmitida por todos los noticieros era la de un auténtico Indiana, curtido, muy entero, con barba de varios días, ropa para andar por la amazonía  y con aspecto cansado, no confundir con derrotado. Recordemos sus palabras. “Gratis no me voy a ir a la cárcel”. En pocas palabras, hecho un Indiana Martin, sin acento en la i. Un auténtico Indiana, solo que éste no es de película sino verdad, de carne y hueso. Hueso que como más adelante creo confirmará, es duro de roer. Vayan todos preparándose. Al día siguiente viernes 29 fue entregado personalmente por el Presidente Morales en el puesto fronterizo de Desaguadero a nuestras  autoridades, con el desaire de no acudir su homologo peruano. Homólogo  que tres días antes había puesto, al más puro estilo del Far West, o Lejano Oeste de EEUU del siglo XIX, precio a la Captura del fugitivo: 200.000 dólares o lo que es lo mismo, 600.000 Nuevos Soles, como si de un terrorista o narcotraficante se tratara.
A todo esto en Bolivia y ante la fuga del detenido Martín se tomaron a diferencia de aquí medidas drásticas como fue el cese inmediato de un primer ministro y el del jefe de la policía nacional, para al término de cuatro días tener localizado y arrestado al fugitivo. Mientras el nuevo Indiana llegaba a Lima, la primera dama Nadine Heredia hacía unas declaraciones a la entrada del Congreso de la República, donde acudía para precisamente ser interrogada sobre su antes amigo, en las que ahora  se distanciaba clara y categóricamente de su anterior relación con el ahora extraditado, que no expulsado.
Indiana Martin, sin acento en la i, cuéntanos, explícanos toda la historia completa, pues somos todo oídos y esperamos anhelantes tus revelaciones que sin duda serán jugosas. Abducción incluida.
Refran:”Ciencia sin imaginación es letra muerta” (Antonio Ribera)
 Así sea.

EL VIGÍA.

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