Eso
mismo, campeonar, es lo que hizo el domingo pasado el Futbol Club Barcelona, mi
querido Barça. Lo escribo con “cedilla” que es esa c con una virguIilla en
forma de z en su parte inferior, no contemplada en el alfabeto actual de la
Real Academia de la Lengua Española, pero sí en el de ese otro idioma que es el
catalán, que es el que se habla y escribe en Catalunya(Cataluña). Se pronuncia
como una s. En los teclados europeos o los de Microsoft la encontramos en las teclas siguientes a la ñ. Se utilizó en
el idioma español hasta el Medioevo en el que declinó su utilización hasta su
desaparición en la actualidad.
Como
digo, mi querido F. C. Barcelona venciendo en el campo del At. de Madrid (0-1,
adivinen ustedes con gol de quién) el domingo pasado, se proclamó
campeón de la liga de futbol española de forma brillantísima a falta de
una jornada para su finalización. Y nada menos que en Madrid, donde reside su
máximo rival, el R. Madrid. Aunque en este caso en el feudo del “Atleti”,
enconado enemigo deportivo en el derbi (en español sin y) madrileño. Y mientras
el Barcelona triunfaba y era vitoreado por el público asistente al Vicente
Calderón, el R. Madrid conseguía una victoria pírrica (1-4) ante el Español de
Barcelona, máximo enemigo deportivo en el derbi catalán. Y digo pírrica
porque a pesar de su esfuerzo, que hay
que reconocer, no le sirvió para
conseguir el objetivo buscado: ganar la Liga. Así que el Barcelona y sus
“culés”, campeonaron, término aceptado por la Real Academia de la Lengua
Española y utilizado aquí en Perú, pero no en España. O sea, mientras aquí se
dice “campeonó” ( verbo intransitivo) allí “fue campeón” o “se coronó campeón”.
Se mire por donde se mire fue el mejor, y el mejor es el campeón y el campeón
no es otro que mi Barça. Y les ruego
disculpen lo de “mi Barça” pero es que lo siento como algo muy próximo a mí, no sólo por su historia plagada de éxitos y sus
preciosos colores tradicionales blaugranas (azules y granas) sino por la
proximidad, unos trescientos metros, al estadio Camp Nou (Campo Nuevo) de la
casa donde he vivido durante más de doce años. Así que imagínense ustedes como
resuenan en mi casa los goles actuales de Messi y compañía y los anteriores del
“Cholo”Hugo Sotil o el también peruano y máximo goleador de la liga española Juan
Seminario. No nos hacía falta a ningún vecino ir al Camp Nou para saber el
resultado final. Día con muchos gritos y vítores, goleada local. Murmullos, gol
del contrario. Silencio absoluto, partido perdido. Tengo que reconocer que nos
tenían mal acostumbrados y apenas había silencios y murmullos sino algarabía y
vítores continuados. Y siguen así. O sea, una auténtica delicia para el
aficionado al futbol vivir allí por lo que de festivo tiene el entorno del
campo, con sus bares y cafeterías a rebosar, múltiple colorido de los garitos y
puestos ambulantes, y el trajinar de aficionados ataviados con sus camisetas, gorros
y bufandas blaugranas y el estruendo de sus bocinas y pitos. Cosa que aumenta
en el derbi local con el Español o en el clásico con el R. Madrid. Y ya no
digamos cuando nos visitan equipos europeos como los ingleses Manchester, o
Ársenal ; alemanes como el Bayern de Múnich o el Borussia de Dortmund;
italianos como el Milán o la Juventus de Turín. Entonces toda la zona aledaña
al estadio se convierte en un auténtico hormiguero humano. Los seguidores
ingleses han moderado sensiblemente su actuar, que hace unos veinticinco años
era temible por los actos vandálicos que cometían. Actualmente se muestran
mucho más sociables y deportivos. Los seguidores alemanes, acompañados en todo
momento con sus siempre monumentales jarras de rubia cerveza y los bullangueros
italianos dan no solo un hermoso colorido sino también un “sonido” especial a
la fiesta. Fiesta con miles y miles de participantes pues hay que dejar
constancia de que el Camp Nou es el estadio con más aforo de Europa, 99.354 espectadores, y el quinto del mundo.
En Europa es seguido por el legendario
Wembley con 90.000 espectadores. El del
R. Madrid, Santiago Bernabeu, tiene un aforo de 81.044 espectadores. Dicho esto
es necesario decir también que ese inmenso estadio está ubicado en un recinto
en el que hay un montón de campos de futbol para la práctica de los equipos
infantiles y juveniles que allí entrenan y participan en sendas competiciones.
Además una hermosa pista de hielo para la práctica del Hockey; un hermosísimo
museo donde se exponen los trofeos obtenidos a lo largo de su ya larga historia
de más de cien años (fue creado en 1899 ) y como no, una hermosísima tienda
donde el seguidor “culé” puede conseguir toda suerte de objetos o prendas oficiales
del Barça. En ese recinto estaba ubicada desde el año 1979 hasta el cercano
2011 la famosa Masía, antigua casa de campo de principios del siglo XVIII donde
durante esos años se ubicó el centro de futbol base y formativo del Barcelona.
Allí han residido en régimen de internado, muchachos que han sido formados
humana, intelectual y deportivamente. Cientos y cientos de jóvenes y en algunos
casos niños de solo seis años que más tarde se han llamado Xavi, Iniesta, Mesi,
Piqué, Fábregas, Reina o Puyol. Y menciono estos por ser más conocidos en la
actualidad, sin olvidar a jugadorazos como el centrocampista Guillermo Amor, el
portero Carles Busquets padre del actual medio centro del mismo nombre, o Pep
Guardiola, la máxima expresión del tiqui-taca actual, que ha sido la base de la formación técnica transmitida
desde los orígenes de la escuela a todos y cada uno de los alumnos del Centro.
La Masía fue creada a solicitud de Johan Cruiff, entrenador del primer equipo, que
contó con el apoyo del también entonces presidente Núñez. A ellos les cabe tal
honor y a nosotros el agradecimiento. En el 2011fue reubicada en la nueva
Ciudad Deportiva Juan Gamper de San Juan Despí, en las proximidades a
Barcelona.
Este
fin de semana, el sábado día 30, el Barcelona se enfrentará en el Camp Nou al
Deportivo de la Coruña, equipo representativo de aquella hermosa ciudad tan
repetidamente visitada por peruanos enrolados en barcos pesqueros que allí
hacen escala, y donde merecidamente son apreciados como excelentes trabajadores
y avezados pescadores. Pues bien, en esa
cita de las seis y media de la tarde, donde la entrada más barata costará 69 €,
al cambio unos 275 soles, el Barcelona pondrá broche de oro a la magnífica
temporada liguera que ha realizado y donde no faltará el baile de la Sardana,
típico de Catalunya, y en el que todos los jugadores y cuerpo técnico unidos
por sus manos danzarán en círculo en el centro del campo al son de la melodía,
en señal de unión y camaradería, mientras el público puesto en pie aplaudirá a
rabiar y en más de un caso se derramarán lágrimas de nostalgia y felicidad.
Finalmente todos los integrantes de la plantilla irán desfilando ante el
público, dirigiendo la palabra al
respetable y prometiendo sucesivas victorias, que sin duda alguna llegarán a
este magnífico club. ¡Visca el Barsa! ¡CAMPEONARON!
Moraleja:
“Para conseguir seis trofeos hay que empezar por el primero”
Así
sea.
EL
VIGÍA
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